lunes, 26 de diciembre de 2016

El Caney, pródigo no solo en frutas





Aída Quintero Dip


   En la pintoresca localidad de El Caney, en la provincia de Santiago de Cuba, se cultivan las más famosas y exquisitas frutas de Cuba, y sus mangos, especialmente, son calificados los de más alta calidad.


  Los dos primeros árboles de mangos de bizcochuelos retoñaron en esta fértil  región oriental del país, en 1902, y fueron sembrados por el español José Burgos en su finca La Campana, sobre todo, en una de las quebradas de la zona de Zacatecas, con semillas procedentes de la cercana isla de Santo Domingo.
   Diversos factores incidieron para cosechar tan excelsa fruta en El Caney como un PH muy favorable del suelo, los niveles de humedad ambiental, un régimen de temperatura peculiar, así como la atención cultural que les brindan los campesinos a sus plantaciones.
   Años después la pieza musical Frutas del Caney, del autor santiaguero Félix B. Caignet, que popularizara internacionalmente el Trío Matamoros, contribuyó  a difundir la merecida fama que ya habían logrado los mangos bizcochuelos, las guayabas, caimitos, mameyes, zapotes y marañones cultivados en esa pródiga tierra.
  Pero la notoriedad que envuelve al terruño no se circunscribe únicamente a ese hecho, para orgullo de sus moradores.
  Según documentos hallados en el Archivo del Arzobispado de Santiago de Cuba, ese poblado fue fundado oficialmente el 19 de agosto de 1539 con el nombre de la comunidad india de San Luis de los Caneyes y ya para 1939 comprendía una superficie de 759 kilómetros cuadrados, con unos 23 mil 192 habitantes, 168 fincas cafetaleras, con yacimiento de hierro, manganeso y cromo.
  Quizás lo más conocido de su historia son las acciones durante la Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, cuando El Caney formó parte del teatro de operaciones en que ocurrieron los principales combates, convertido en un  sector defensivo  que protegía los caminos que conducían a Guantánamo.
  Para orgullo de su gente sencilla y afable, cuando el primero de julio de 1898, el mando norteamericano decidió atacar las fortificaciones de El Caney, en la dirección de El Viso, el rechazo por los defensores del poblado causó gran cantidad de bajas a los agresores y evitó que fueran tomadas las posiciones.
  También se vanaglorian de que por allí, en diciembre de 1868, llegaron las primeras partidas de insurrectos que se posesionaron en la plaza después de desalojar a la pequeña guarnición militar española, y en 1869 entró al pueblo el mismísimo General Máximo Gómez.
  Sucesos importantes en El Caney fueron el paso de las fuerzas del coronel Valenciano Hierrezuelo, el 2 de abril de 1895,  y el 7 de mayo del mismo año las del ejército libertador al mando del Coronel Victoriano Garzón, que se alzaron en armas en la cercanía del poblado..
  Más tarde, el 27 de agosto, tropas dirigidas por los generales Antonio Maceo y Periquito Pérez peleaban por entrar a El Caney lo que hacían de forma rápida para proveerse de víveres y armas que quitaban a las fuerzas españolas; el 20 de mayo de 1896 las huestes del General José Maceo se enfrentan a una columna española en la cercanía del puente que une al poblado con la ciudad.
   A la dictadura de Gerardo Machado desafiaron  jóvenes como Amadore Montes de Oca, nacido en esa localidad, poeta que ofrendó la vida combatiendo en San Luís, al proteger la retirada de su jefe, Antonio Guiteras Holmes.
  Otros hijos de esa tierra integraron el Movimiento 26 de Julio y también dieron su vida luchando contra la tiranía de Fulgencio Batista, como Joel Jordán, Omar Girón y Roberto Lamela Fong, en la década de años 50, cuyos nombres hoy honran varias escuelas y centros de trabajo.
  Durante la última etapa de la guerra de liberación nacional, El Caney y su pueblo sirvieron de firme baluarte en labores conspirativas, por ejemplo, Frank País García encontró allí apoyo y abrigo en su faena de dirección y orientación.
  La presencia del líder clandestino resultó significativa; cuando niño asistía con su padre, Pastor de la Iglesia Bautista, donde tocaba la pianola y cantaba en la coral; de joven iba al parque, hacía visitas y adoraba a su novia América Domitrov.
  En un banco del parque Los Maceo, de ese poblado, creó una de las primeras células del Movimiento 26 de Julio en Santiago de Cuba, y el propio Frank, Pepito Tey y otros jóvenes revolucionarios, atacaron al cuartel de la policía batistiana, el 25 de julio de 1955, con el fin de obtener armas para la  insurrección.
  El territorio se destacó, asimismo, por el apoyo a las columnas rebeldes del II Frente y III Frente, que operaban en la cercanía del Ramón de las Yaguas, El Cristo, Dos Bocas y Altos de Villalón.
  Un sitio histórico significativo en torno del poblado es El Escandel, lugar donde se realizó la reunión del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con el jefe del Cuartel Moncada, al que se le impuso las normas de rendición de esta plaza de armas, el primero de enero de 1959.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

Reverencia a la obra de maestros y maestras


Aída Quintero Dip
    Quién no tuvo alguna vez un maestro o maestra inolvidable, al que evoca  con cariño más allá del tiempo y la distancia;  ese ser noble y paciente, pleno de saberes, que enseñó letras, números, oraciones, conceptos, pero también dio amor, educó y aportó enseñanzas para toda la vida.
   Ernestina se llamaba la mía, ya no está entre nosotros, pero ocupa un sitio privilegiado en mi corazón.
   Era profesora de Inglés en la secundaria básica y le ponía tanta pasión a cada clase que me encantaba oírla y deseaba con ansias que llegara su turno en el aula para aprender de su sapiencia, en el sentido más amplio del término, porque tributaba junto al conocimiento, alegría, generosidad, en fin valores...
   A Ernestina y a otros tantos maestros, maestras, profesores, pedagogos que abrazaron el magisterio por amor y vocación, y hasta a quienes lo asumieron por necesidad y también sembraron; seguramente dedicó José de la Luz y Caballero su célebre frase: “Enseñar puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”.
   Mis hijos Celia y Félix también tuvieron su Ernestina, su evangelio vivo; el mejor maestro o maestra al cual colocaron más allá de un pedestal en su propio corazón,  en la primera edad en que cada concepto se hace imprescindible para la vida, o en la adolescencia y en la juventud cuando precisan igualmente cimentarse y fomentarse.
   Celia, ya graduada universitaria, siempre habla con un respeto y admiración infinitos de Josefina, su profesora predilecta en la carrera de Derecho de la Universidad de Oriente, donde sobresalía por su erudición y su ternura.
   En lo que llamaba con orgullo su segunda casa, esa pedagoga fue confesora, guía, madre y con peculiar dulzura convocaba al desafío cognoscitivo para convertir la cultura jurídica en parte indisoluble de la sociedad cubana.
   Hoy se le rinde homenaje a todos los docentes de la Isla, extensivo con especial cariño a los que dieron el paso al frente para que Cuba se declarara Territorio Libre de Analfabetismo en América, el 22 de diciembre de 1961, fecha escogida para celebrar el Día del Educador.
   También se reconoce a quienes andan fuera de fronteras enseñando, forjando nuevos sueños a los hijos e hijas de pueblos hermanos, y a los que con la aplicación del programa Yo sí puedo escribieron historias realmente conmovedoras.
   Una felicitación muy exclusiva a todos los que en estos días de merecido tributo siguen de pie en el responsable puesto frente al aula, y a quienes serán congratulados con premios, medallas y distinciones para reverenciar la valía de su obra.
   Este Día del Educador permite apreciar la colosal obra educacional que atesora la nación cubana, la cual constituye una de nuestras principales conquistas, una verdadera joya en términos de derechos humanos.
   Las transformaciones que se acometen en el sector retoman hoy caminos ya transitados y otras emprenden nuevos senderos, que profundizan y agudizan la mirada para elevar la calidad del proceso educativo, como propósito esencial de una Revolución muy celosa en la formación de las nuevas generaciones.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Santiago de Cuba en la palabra de Fidel



Miriam Prieto Carreras
     Majestuosa, rebelde y heroica, necesaria e insustituible, Santiago de Cuba fue, es y será inspiración de poetas, trovadores, músicos, patriotas, intelectuales…
   Orgullo de toda una nación, ha sido cantada, pintada, narrada, y siempre, en el pincel, en el piano, la guitarra o la palabra, queda el elogio.
   El Apóstol  la ensalzó cuando en 1889 y sobre el poeta José María Heredia dijo: ‘’Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia: en la infatigable Santiago…’’
     La Patria toda, representada en Mariana, la madre, la santiaguera, quedó para siempre en el verso vibrante de Manuel Navarro Luna:‘’¡Es Santiago de Cuba! ¡No os asombréis de nada! ¡Por allí anda la madre de los héroes! ¡Por allí anda Mariana! (…) Allí las madres brillan como estrellas heridas y enlutadas. Recogieron el cuerpo de sus hijos derribados por balas mercenarias, y, después, en la llama del entierro, iban cantando el himno de la Patria (…) ¡Es Santiago de Cuba! ¡No os asombréis de nada! ¡Los ojos de las madres están secos como ríos sin agua! ¡Están secos los ojos de todas las mujeres!’’.
   Cuna de mambises, de clandestinos y guerrilleros, hay historia en cada rincón de su geografía, y hay historia en aquel cuartel que derramó Revolución hacia  las casas, las calles, las montañas.
   Enamorado de esa tierra fértil, Santiago de Cuba resultó también inspiración para la palabra del Comandante Fidel, quien la distinguió como ‘’ la ciudad que se convirtió en el símbolo del inicio de la lucha revolucionaria en nuestro país’’.
   De ella significó: "La historia es sobradamente conocida.   Ni las armas, ni el tipo de las armas, ni la experiencia, y ni siquiera los factores fortuitos acompañaron a aquel primer esfuerzo.  Pero aquel primer esfuerzo significó un camino que no se habría de abandonar después jamás; significó un camino que nos ha llevado a lo largo de 14 años; significó el camino que abrió para el pueblo revolucionario la conquista del poder.’’ 
   Desde Santiago de Cuba proclamó al mundo el triunfo de la Revolución Cubana y su certeza en la victoria definitiva: ‘’ La República no fue libre en el 95 y el sueño de los mambises se frustró a última hora.  La Revolución no se realizó en el 33 y fue frustrada por los enemigos de ella.   Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los revolucionarios, tiene a los militares honorables.  ¡Es tan grande y tan incontenible su fuerza, que esta vez el triunfo está asegurado! Podemos decir con júbilo que en los cuatro siglos de fundada nuestra nación, por primera vez seremos enteramente libres y la obra de los mambises se cumplirá’’.
     Y se ganó el territorio, no por casualidad, ni por capricho o simple elección,  la designación de capital provisional de la República. El primer día de la libertad, en el año 1959, el combatiente victorioso explicaba: ‘’No se trata de halagar demagógicamente a una localidad determinada, se trata, sencillamente, de que Santiago ha sido el baluarte más firme de la Revolución’’.
   Y entonces vaticinó lo que nunca dejará de ser: ‘’ En Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas’’.
  Desde allí también Fidel acuñó frases que marcaron esencias del proceso revolucionario cubano: ‘’Los hombres mueren, el Partido es inmortal’’ o "Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo".
   Pero hay un elogio en la palabra de Fidel que es el mejor,  el que enorgullece, el que perdura, el que sella definitivamente la relación entre  líder y pueblo, el que reconoce el valor, el amor, la sangre derramada, el empuje, la  incondicionalidad y la confianza.
    Al antiguo Ayuntamiento de la ciudad, al Parque Céspedes, volvió en 1984 para entregarle a Santiago el Título Honorífico de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo, y entonces se escucharon las palabras de gloria:
  ‘’¡A ti te otorgamos hoy el título de Héroe de la República de Cuba y la Orden "Antonio Maceo", aquel insigne hijo tuyo que nos enseñó que jamás un combatiente cesa en su lucha, que jamás puede haber pactos indignos con el enemigo, que jamás nadie podrá intentar apoderarse de Cuba sin perecer en la contienda!
  '' Tú nos acompañaste en los días más difíciles, aquí tuvimos nuestro Moncada, nuestro 30 de Noviembre, nuestro Primero de Enero. A ti te honramos especialmente hoy, y contigo a todo nuestro pueblo, que esta noche se simboliza en ti. ¡Que siempre sean ejemplo de todos los cubanos tu heroísmo, tu patriotismo y tu espíritu revolucionario! ¡Que siempre sea la consigna heroica de nuestro pueblo lo que aquí aprendimos: Patria o Muerte!
   ''¡Que siempre nos espere lo que aquí conocimos aquel glorioso Primero de Enero: la victoria!
   ''¡Gracias, Santiago!’’
   Ahora estará Fidel en su Santiago. También agradecida, la tierra que tantas veces él reverenció lo acoge, la misma tierra desde donde se inició el camino, la ciudad baluarte, y de Cuba, seguro y para siempre, su mejor fortaleza. 

jueves, 15 de diciembre de 2016

Segundo Frente: derechos humanos en cada pedacito de la serranía



Aída Quintero Dip

   La obra levantada en el municipio santiaguero de Segundo Frente es un monumento a la Revolución,  su geografía montañosa es heredera de rebeldía y del espíritu emprendedor de sus pobladores, que hoy disfrutan de todos sus derechos.
  Un orgullo late en los corazones de cada uno de los más de 40 mil habitantes de esa serranía, al reconocer ellos mismos que lo hecho en la localidad es ciento por ciento resultado de la victoria del primero de  enero de 1959.
   Entre las montañas de Mícara, sitio pródigo de hazañas laborales y virtudes revolucionarias, se descubre a Segundo Frente, en el regazo histórico de la Sierra Maestra, a 59 kilómetros  de la ciudad de Santiago de Cuba.
    Algo más de 50 años atrás cuán diferente era la imagen del poblado de Mayarí Arriba, con habitantes hambreados y presos de la ignorancia y la insalubridad, donde había un solo médico en el barrio de la Prueba, apenas cinco escuelas  y cinco panaderías particulares, ningún medio de transporte público, un hospital y un viejo centro telefónico.
  El panorama era de ausencia casi total de expresiones artísticas y casi nulo desarrollo del deporte, la ciencia, la seguridad social, la cultura y el derecho a la vida de los mayariceros, con una alta tasa de mortalidad infantil.. .
  Como prueba irrefutable de la obra realizada, Eudis Cabrera Luis, periodista y oriundo de Segundo Frente, destaca que hoy existen 58 consultorios del médico de la familia, una sala de rehabilitación y el policlínico que atiende varias especialidades.
   Desde el triunfo de la Revolución se disfruta de los derechos humanos planteados por Fidel Castro en su alegato La historia me absolverá, sobre todo cuando el campesino comenzó a ser dueño de la tierra que trabajaba, resalta Cabrera Luis.
  También se benefician, señala, de unas 60 escuelas hasta en los más recónditos sitios, un politécnico agropecuario, viales por doquier para facilitar la vida y acceso a los servicios sociales de los lugareños.
   El protagonismo de las mujeres, las más discriminadas antes, es elocuente: son dirigentes, científicas, médicas, ingenieras, economistas, maestras, y las vinculadas a las labores agrícolas no son explotadas, por el contrario disfrutan de todos sus derechos, enfatiza el joven mayaricero.
   De la savia de José Martí, de Máximo Gómez y Antonio Maceo bebieron los hombres y mujeres de Segundo Frente, los cuales  asumieron como propia la herencia dejada en 1895 por estas tierras indomables, tras el desembarco por Playita de Cajobabo y Duaba.
   Los anhelos libertarios posibilitaron la creación,  el 11 de marzo de 1958,  del II Frente Oriental Frank País García, al mando del entonces Comandante Raúl Castro y  bajo el influjo del máximo líder Fidel Castro, quien había tenido la osadía de asaltar el Cuartel Moncada,  y desembarcar en el yate Granma.
   Hoy en esas legendarias serranías está   la mano salvadora de la Revolución por todas partes, edificando una obra hija de un sueño conquistado con hidalguía y amor, expresa Eudis Cabrera Luis.