jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Quién no tuvo un maestro o maestra inolvidable?



Aída Quintero Dip
Todos tuvimos alguna vez un maestro o maestra inolvidable, a quien  evocamos con cariño más allá del tiempo y la distancia;  ese ser noble y paciente, pleno de saberes, que nos enseñó letras, números, oraciones, conceptos, pero también nos dio amor, nos educó y aportó enseñanzas para toda la vida.
Ernestina se llamaba la mía, ya no está entre nosotros, pero ocupa un lugar privilegiado en mi corazón. Era profesora de Inglés en la secundaria básica, una asignatura difícil para mí en aquella época, mas ella le ponía tanta pasión a cada clase que me encantaba oírla y deseada con ansias que llegara su turno en el aula para aprender de su sabiduría, en el sentido más amplio del término, porque tributaba junto al conocimiento, alegría, amor, generosidad, en fin valores...
A Ernestina y a otros tantos maestros, maestras, profesores, pedagogos que abrazaron el magisterio por amor  y  vocación, y hasta a quienes lo asumieron por necesidad y también sembraron; seguramente dedicó José de la Luz y Caballero su célebre frase: “Enseñar puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”. 
Mis hijos Celia y Félix también tuvieron su Ernestina inolvidable, su evangelio vivo; el mejor maestro o maestra a quien colocaron más allá de un  pedestal en su propio corazón,  en la primera edad en que cada concepto se hace imprescindible para la vida, o en la adolescencia y en la juventud cuando precisan igualmente cimentarse y fomentarse.
Celia, ya graduada universitaria, siempre me habla  con un respeto y admiración infinitos de Josefina, su profesora predilecta en la carrera de Derecho de la Universidad de Oriente, donde sobresalía por su erudición y su ternura; fue confesora, guía, madre y  con peculiar dulzura la convocó al desafío cognoscitivo para convertir la cultura jurídica en parte indisoluble de la sociedad cubana.
Mi homenaje sincero a todos los docentes cubanos, extensivo con especial cariño a los que dieron el paso al frente para que Cuba se declarara Territorio Libre de Analfabetismo en América, el 22 de diciembre de 1961, fecha escogida para celebrar el Día del Educador; y a los que hoy andan fuera de fronteras enseñando con la aplicación del programa Yo sí puedo en naciones hermanas.
Un reconocimiento muy exclusivo a todos los que me educaron, a quienes lo hicieron con mis hijos, a los que en estos días de merecido tributo han sido congratulados con premios y medallas para reverenciar la valía de su obra.
A mis tres hermanas, Hilda con más de 30 años escribiendo una linda historia en la Pedagogía en Química con infinidad de alumnos que la honran hoy en disímiles profesiones y tareas; a Irma, profesora de Cultura Física que hace lo mismo desde una secundaria básica,  y Miriam, la pediatra, que ejerce, además,  la docencia en la formación de nuevos médicos y médicas.
Este Día del Educador permite apreciar la colosal obra educacional que atesora la Revolución cubana, la cual constituye una de nuestras principales conquistas. Las transformaciones que se acometen en el sector retoman hoy caminos ya transitados y otras emprenden nuevos senderos, que profundizan y agudizan la mirada para elevar la calidad del proceso educativo, como propósito esencial de una Revolución muy celosa en la formación de sus hijos.

martes, 18 de diciembre de 2012

Servicios de Salud, un derecho del pueblo



Aída Quintero Dip
Muy pocos dudarían en destacar los servicios de Salud Pública en Cuba, de alta calidad y gratuitos para la población, aunque muy costosos para el Estado. Se colocan entre las principales  conquistas de la Revolución  que, tras profundas transformaciones  políticas y socioeconómicas, enfrentó los problemas sanitarios, elevó sustancialmente los niveles de vida y salud del pueblo, y colocó en primerísimo orden una atención médica preventivo-curativa oportuna y eficaz.
Incrementos de consultas hospitalarias, la creación del Servicio Médico Rural  y el Policlínico Integral para la asistencia ambulatoria, como Unidad Básica del Sistema Nacional de Salud, signos de justicia y equidad, caracterizaron el panorama en los años fundacionales, y resultaron simiente de frutos loables en estos casi 54 años de Revolución en el poder.
La provincia de Santiago de Cuba y los trabajadores del sector cumplieron tareas priorizadas  desde 1959,  como las campañas de vacunación e higienización, y las donaciones de sangre,  con gran protagonismo de la comunidad; mientras los policlínicos integrales enfrentaron la lucha por disminuir la morbilidad y mortalidad de enfermedades transmisibles, que constituyeron serios problemas de salud en Cuba en la década del 60.
A ese importante paso siguió la creación de Programas de Atención Médica con acciones concretas y una  orientación curativo-preventiva e integral hacia la mujer, el niño, el adulto; hacia la higiene y la epidemiología, la estomatología y la docencia, bajo la premisa de que la salud es un derecho del pueblo.
Un mérito especial en la elevación de la calidad de los servicios y el interés de convertir a Cuba en una potencia médica, a partir de concepciones de Fidel; tiene el modelo del médico de la familia, para potenciar la atención primaria, una gran inversión social  de la Revolución, iniciada en la ciudad de Santiago de Cuba con 15 médicos y enfermeras en los policlínicos  Armando García, El Municipal y de El Caney, que se extendió progresivamente y graduó como promedio por año de 200 a 250 especialistas en Medicina General Integral.
Hoy son notables las cifras de estomatólogos especializados en Estomatología General Integral, Prótesis,  Ortodoncia,  Periodoncia, Cirugía Maxilo Facial, así como técnicos y es creciente a matrícula en la carrera, lo que indica ampliación del horizonte con énfasis en la prevención.
Tras el éxodo masivo de médicos hacia los Estados Unidos  únicamente quedaron tres mil en Cuba, y fue imperiosa la necesidad de fundar la Escuela de Medicina en la Universidad de Oriente, en 1962, con apenas 65 estudiantes y profesores de la talla de  Onel Valón Jiménez, Alfonso Araujo Bernal y Enrique González Corona.
Fue el cimiento del Instituto Superior de Ciencias Médicas primero, y ahora de la Universidad Médica que ha egresado miles de  profesionales que prestigian nuestra Medicina, haciendo historia en la nación y en tierras hermanas.
La docencia médica superior que comenzó hace 50 años en Santiago de Cuba se ha multiplicado con creces; actualmente  ocupan sus aulas miles de jóvenes santiagueros y de varios países  que serán ejemplo  del sentido altruista de los hombres y mujeres de las batas blancas.
Existe un claustro bien preparado que garantiza la formación profesional altamente calificada  y que desde 1963 desarrolla una labor meritoria en el campo de las investigaciones científicas.
Esto le ha permitido a la Universidad Médica conquistar un sitio destacado en el polo científico productivo, de la mano de  colectivos como el Laboratorio de Anticuerpos y Biomodelos Experimentales, inaugurado por Fidel en julio de 1993;  el Centro de Toxicología y Biomedicina, el Laboratorio de Multimedia  y otros de trascendencia  en la asistencia, docencia e investigación para la salud.
Aunque el criminal bloqueo le ha hecho mella, a 54 años de la Revolución en el poder abundan logros que enaltecen el valor de la Medicina cubana, respetada y admirada en el mundo entero, heredera de una tradición humanista que no tiene parangón en la historia.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Yo siempre lucho frente al destino


*Chávez en las horas de grandeza y enfermedad

Wilkie Delgado Correa
Cuando en la noche del sábado se anunció sorpresivamente que Chávez realizaría una importante intervención por cadena de radio y televisión, un pensamiento y un sentimiento inundó todo nuestro ser ante la presunción de que la noticia llevaba implícita la gravedad de una situación determinada. 
Y, efectivamente, así fue. Le escuchamos expectantes,  conmovidos y  curados de espanto. Pero una vez más sobresalió invicta la grandeza de Chávez que me hizo recordar una frase de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria Cubana, cuando afirmara teniendo como circunstancias las horas de grandeza, dolor y enfermedad, que reza: YO SIEMPRE LUCHO FRENTE AL DESTINO. 
En su intervención no faltó nada de lo que es característico y propio de Chávez. Hizo acopio del humor y del enfoque coloquial  en ese instante signado por una gravedad extrema. Desbordó su íntima entraña sentimental al cantar con emocionante tono el himno de su fuerza armada. Repasó momentos de su trayectoria política en que tuvo que luchar frente a su destino, exponiendo su vida a peligros que pudieron conducirlo a la muerte. Fueron jirones e hitos de su existencia que lo hicieron grande y que permitieron que pudiera conquistarse y construirse una verdadera patria. 
Puso énfasis en el protagonista principal que le ha acompañado en su protagonismo individual, es decir, el pueblo, del cual han surgido los factores que pueden decidir la continuidad de la revolución bolivariana: el partido y el polo patriótico, las organizaciones sociales diversas, las fuerzas armadas bolivarianas, el sistema político estatuido por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la dirección colectiva del proceso revolucionario reflejado en miles de cuadros a todos los niveles y, en especial, a nivel nacional, que deben garantizar la unidad y la victoria en el futuro. 
Finalmente, su fe en que la ciencia y los factores divinos puedan revertir y vencer la situación adversa de una enfermedad tan esquiva y grave como el cáncer. Pero sobre todo resaltó su preparación para asumir con dignidad y valor la alternativa peor, y en ese instante se manifestó la previsión del genio político para aconsejar a los patriotas, al pueblo, a sus seguidores, la necesidad, más que nunca, de unidad en cualesquiera de las circunstancias, y la apelación del apoyo de todos a la propuesta de Nicolás Maduro como sucesor temporal o definitivo al frente del gobierno y de la Revolución. 
Hizo un llamado especial para que, ante las próximas elecciones de gobernadores, el pueblo se crezca y respalde las candidaturas de los candidatos bolivarianos, que es hoy más importante que nunca. Ahora es un momento excepcional en que los revolucionarios y patriotas deben estar donde se espera que estén, y dispuestos a vencer todo vestigio de acomodo o división, ya que en política no es otra cosa que la muerte. 
Así que a partir de ahora, estamos seguros de que Chávez seguirá luchando, íntegro y grande, frente a su destino, y esperamos, como anunciara, que en poco días podamos tener noticias alentadoras de que la vida sigue su curso desafiando circunstancias adversas en medio de las batallas continuas que libran todos los días los líderes revolucionarios consecuentes como Chávez al frente de su país. 
De momento, para compensar la gravedad de este minuto histórico de fin y comienzo de año, esperamos el alegrón que debe significar la victoria en las elecciones del 16 de diciembre, inspirada en el apoyo y la solidaridad con el líder bolivariano, así como el éxito de la operación y la pronta recuperación del presidente Hugo Chávez. Ese el regalo que esperamos y esas son las felicidades que deseamos al pueblo venezolano, latinoamericano y mundial.


 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Patriota a toda prueba

Aída Quintero Dip
¡Qué temple, qué gran patriota es Hugo Rafael Chávez Frías, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela! En los momentos más difíciles de su vida, la Patria primero, la Patria ante todo, cual guerrero invencible desafiando, perpetuando, legando.
Con el mismo coraje con que emprendió batallas definitorias en la ONU, en escenarios disímiles y en el propio país en defensa de la soberanía, la autodeterminación, la justicia, la equidad y los intereses más sagrados del pueblo, asume ahora un nuevo y crucial combate por la vida.
Es el retrato de un hombre excepcional, de una entereza proverbial, honestidad y responsabilidad ante su pueblo a toda prueba, que expone ante sus compatriotas y ante el mundo otra muestra de su estirpe moral, política y revolucionaria que no sorprende, pero conmueve.
Expresión de la integridad del presidente venezolano es el hecho de llegar solamente a suelo patrio, procedente de Cuba donde recibía tratamiento por sus problemas de salud, a informarle a su pueblo de la nueva intervención quirúrgica, de los dolores que sufre, e incluso, de los riesgos que corre, independientemente de que los médicos cubanos harán todo lo posible para devolverlo sano y salvo a su nación.
Es como me dijo mi vecino Bismar, luego de conocer la intervención de Chávez por TV, “es un líder respetuoso de la Constitución de la República y de su pueblo, ha ido solo allí a comunicarle su nueva situación de salud, lo que habla de su valor, honestidad y transparencia y, sobre todo, de su compromiso y responsabilidad con el futuro de la Patria.
Al comentar el asunto, Xiomara, otra vecina del barrio, me confesó que le emocionaron sus palabras hasta las lágrimas, luego meditó que la enfermedad no podrá ante la grandeza del líder, su fe y optimismo, por lo que ella espera que vencerá esta batalla y seguirá adelante dirigiendo la gran Revolución en la nación de Bolívar. La poetisa cubana Dulce María Loynaz había dicho: “Cada día me convenzo que el hombre de excepción de Cuba es Antonio Maceo”. Se podría decir lo mismo de Chávez con respecto a Venezuela, me recalcó Xiomara, en lo que yo coincido plenamente.
Aunque la espada del Libertador Simón Bolívar quedará en buenas manos, en un equipo sólido, fortalecido, que encabeza el vicepresidente Nicolás Maduro, y en una Patria más unida, y más segura de lo que quiere y de la soberanía que debe salvaguardarse a toda costa, Cuba está al lado de Chávez y junto a los venezolanos en esta nueva cruzada por la vida, en la que se emplearán seguramente todas las armas para coronarla con la victoria.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Vivir sin violencia es un derecho



Aída Quintero Dip
Desde niña supe que la violencia  dañaba a los seres humanos, el repudio hacia tan lacerante conducta o hecho llegó después en mis años juveniles y se profundizó en la madurez. Como profesional he aprendido a valorar sus efectos y también a combatirla con las armas a mi alcance,  que no son pocas.
Sobre todo cuento con la palabra, el don de la comunicación, para ejercer mi derecho y ponerme en guardia contra los puños, los gritos, las amenazas veladas, las descalificaciones o prohibiciones, las desigualdades, la falta de oportunidades, la discriminación.
“Vivir sin violencia es un derecho”, es el principio que enarbolan en Santiago de Cuba en la Jornada por el Día Internacional de eliminación de la violencia contra la mujer, que se desarrolla desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, cuando las féminas también se sumarán  a la Jornada “24 horas de solidaridad feminista” que acontecerá  en todo el planeta, convocada por la Marcha Mundial de Mujeres.
Es que seguimos las huellas del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que desde  febrero del 2008 echó a andar la campaña global: Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres, como respuesta a un consenso internacional que convocaba a los gobiernos, a la sociedad civil, el sector privado, a los medios de comunicación y al propio sistema de la ONU para trabajar de manera conjunta en la prevención y eliminación de ese flagelo.
Ya Kofi Annan igualmente había expresado: "La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz."
A tono con tales postulados, la Campaña Únete se puso en marcha también en América Latina, bajo el mandato  de la Conferencia Regional sobre la Mujer de Latinoamérica y el Caribe capítulo que, siguiendo los lineamientos generales, enfocó el asunto bajo tres pilares: Alto a la impunidad; Ni una más. Prevención, y La responsabilidad es de todos y todas.

Todas las vías son válidas en aras de fomentar, reformar e implementar los marcos legales nacionales y planes integrales para eliminar la violencia contra las mujeres, en base a los estándares internacionales, que desarrollen las capacidades de los funcionarios para poner fin a la impunidad.

Una prioridad  está en el fortalecimiento de las acciones de prevención, promoviendo cambios de actitudes y comportamientos hacia la igualdad de género, cuestionando los estereotipos que discriminan a las mujeres y creando un entorno propicio para la convivencia en las relaciones personales y sociales entre mujeres y hombres.
Asimismo precisa hacer énfasis en la labor con adolescentes y jóvenes, y la incorporación de contenidos educativos y pedagógicos sobre la igualdad de género.

Esta cruzada se gana concientizando, transmitiendo un mensaje que promueva acciones para erradicar la violencia contra las mujeres a nivel individual, en las familias y comunidades, y además promoviendo el trabajo con niños y hombres, artistas, deportistas, líderes y personalidades públicas reconocidas.

Cuando se conoce que el 70 % de las mujeres experimenta violencia en el transcurso de  su vida, o que de 15 a  44 años corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa que sufrir cáncer mamario, el del cuello del útero, el parto obstruido, la guerra o los  accidentes de tránsito; crece  el convencimiento de la necesidad de manifestarnos contra esta abominable violación de los derechos humanos.

Otros datos espeluznantes indican la urgencia de llamar la atención sobre estos asuntos, pues alrededor del 80% de las 500 mil a 2 millones de personas traficadas anualmente, por causa de prostitución, mano de obra forzada, esclavismo o servidumbre, son mujeres y niñas.

También la Organización Mundial de la Salud calcula que al menos una de cada tres mujeres será golpeada, violada o abusada de alguna manera durante su vida. Y lo peor: en muchos casos el abusador es un miembro de su propia familia.
La violencia en el hogar, especialmente los golpes a la cónyuge, es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer. En países en que se realizan estudios fiables en gran escala sobre la violencia basada en el género, se afirma que más del 20% han sido víctimas de maltrato por los hombres con los que viven.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que la trata de mujeres y niños, que casi siempre se hace para la explotación sexual con fines comerciales, genera hasta 8 000 millones de dólares anuales. Las enormes ganancias que obtienen los perpetradores han convertido ese delito en una amenaza mundial que se extiende rápidamente.
Existe suficiente motivación para enfrentar  los desafíos que impone  su eliminación de la faz de la tierra, pues la violación a la mujer y la niña deja su abominable impronta en continentes, países y culturas. Es hora de acentuar las medidas y acciones para prevenirla y erradicarla; es hora de romper el muro de silencio y hacer que las normas jurídicas se conviertan en una realidad en la vida de las mujeres.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Cinco hombres, entre la generosidad y el altruismo


Aída Quintero Dip

En estos últimos días todas las miradas de Cuba y de muchas partes del mundo estaban puestas en Holguín, convertida otra vez en capital de la solidaridad y en un canto de amor y combate por la libertad de Gerardo, Fernando, Ramón, Antonio y René, durante el VIII Coloquio Internacional por los Cinco.
Con la misma fuerza con que los participantes exigieron que se haga justicia en el caso y que nuestros compatriotas regresen a casa, se fustigó al terrorismo causante de hechos criminales que han cobrado millones de vidas en todo el planeta.
El noble gesto de los Cinco antiterroristas cubanos de sacrificar hasta su propia vida  y su felicidad y la de su familia por la de los demás, sigue conmoviendo corazones de personas honestas en el mundo que valoran en su más alto grado la nobleza de estos dignos hombres, como se corroboró en el foro.
Imposible es guardar silencio ante la  injusticia contra ellos, declarados culpables en fraudulento y cínico proceso  por cumplir el sagrado  deber de prevenir a su pueblo de la muerte; imposible la indiferencia ante tanta hidalguía. Tal vez por eso se escuchó en una de las sesiones  que igual que los vietnamitas vencieron al imperialismo, Cuba vencerá en la justa lucha por el regreso de los Cinco a la Patria.
El encuentro de Holguín exigió que se apresure la libertad de quienes no deben estar encarcelados. Es que la justicia tarda, los años transcurren y los Cinco resisten, una muestra es que ya Irmita, la hija de René González, convirtió en abuelo a su papá, pues aquella niña  que sufrió en carne propia cuando sacaron a su padre de la casa por la fuerza, es ahora la mamá de Ignacio René.
El VIII Coloquio Internacional puso de relieve también que la verdad no ha dejado de abrirse paso y que cada día son más las personas honestas exigiendo justicia en el mundo. He ahí el ejemplo de la  luchadora Dolores Huerta, o de activistas de los propios Estados Unidos que alzaron su voz bien potente en el foro.
Impregnó de confianza a los participantes en el Coloquio el  mensaje de Antonio Guerrero: “Les puedo hoy reafirmar que los Cinco nos sentimos serenos, fuertes y optimistas, a pesar de que vamos rumbo a los 15 años en cárceles de todo tipo.
“Como dijera José Martí: Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército. Así es nuestra moral, así de firme se siente nuestra conciencia limpia y pura, porque bien lo saben todos los hombres honestos, porque esta ahí en los documentos que recogen lo que se dijo en aquella sala, todo lo que pretendíamos era salvar vidas humanas, en lucha contra un terrorismo que sigue andando por las calles de Miami libremente”.
Por estos hombres de amor y fe en el mejoramiento humano,  es que la mayoría de los cubanos están en pie de lucha  hasta que se haga verdadera justicia; por estos generosos y altruistas hijos de Cuba es que se pronunciaron más de 340 amigos solidarios de unas 47 naciones reunidos en Holguín.
Los versos de Neruda: Será dura la lucha/ la vida será dura/ pero vendrás conmigo, me vienen a la mente cuando en cualquier contexto y espacio escucho a las esposas, madres, e hijos de René, Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando reiterar la firme esperanza que sienten de reencontrarse más temprano que tarde con sus seres queridos.
El presidente Barack Obama, Premio Nobel de la Paz y Profesor de Derecho Constitucional, tiene en sus manos la oportunidad y la potestad de lavar el lodo en el cual se ha sumido el sistema judicial de los Estados Unidos. Liberando a los Cinco estará expresando su capacidad en el campo jurídico y su voluntad, como lo proclama, de luchar contra el verdadero terrorismo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sierra Maestra no creyó en “Sandy”


 

 

Flanqueado por un grupo de periodistas fuera de serie, el periódico Sierra Maestra de Santiago de Cuba no descansa desde que el huracán Sandy se ensañó con su ciudad...

LETICIA MARTÍNEZ (Cubahora)

Luego de “Sandy”, el periódico Sierra Maestra comenzó a circular diario.
Cuentan que las noches se hacen cómplices de los amaneceres; que los días se pierden entre planas que dejaron de ser semanales para agitarse en la divina locura del diarismo; que el cansancio insiste, vanamente, en petrificar los cuerpos; que mientras algunos escriben como locos para “nunca dejar de informar”, en sus casas se divisa el cielo por el espacio que alguna vez fue un techo.
Así han sido los últimos días en la redacción del periódico Sierra Maestra, de Santiago de Cuba, desde que un endemoniado huracán se ensañara con la ciudad más “rebelde” de la Isla. Y como no encuentro mejor forma de describir tanto ajetreo, tomo prestadas las palabras del periodista Jose Ángel Álvarez Cruz: “Somos un grupito de damnificados que no descansamos, si les digo la verdad no sé qué día es hoy, pero estoy seguro de que hay periódico”.
Es que “Sandy” ha obligado al semanario a cambiar sus rutinas productivas en medio del desastre que cambió la vida a un montón de personas. Hoy la ciudad no es la misma, tampoco lo son sus urgencias. Por eso el periódico Sierra Maestra, tan a tono siempre con su gente, comenzó a circular una edición diaria para actualizar a la población sobre las tareas recuperativas, la llegada de la ayuda, las muestras de solidaridad, así como las imprescindibles recomendaciones sobre los cuidados a la salud, tan vulnerable siempre luego de cualquier tragedia.
Sobre el trabajo del Sierra Maestra en tiempo de huracán, conversa Cubahora con Olga Thaureaux Puertas, su directora, quien narró que “desde la fase Informativa hasta el mismo paso por Santiago de Cuba, cerca de la una de la madrugada, estuvimos actualizando la Web, nuestras páginas en las redes Facebook y Twitter. Al propio tiempo los materiales que se ubicaban en la Web, se transmitían para el telecentro Tele Turquino y la emisora provincial CMKC”.

- Supongo entonces que la agenda de temas cambió. ¿Cómo conforman la nueva agenda temática?
En estas circunstancias la temática es una sola: la recuperación y rehabilitación desde todas las aristas, dígase deporte, con sus instituciones; cultura con la programación especial en los barrios, lugares que acogen a albergados, además de las labores propias de recuperación de sus centros; electricidad, comunicaciones, acueducto, educación, pero todo relacionado con la recuperación, salvo excepciones como las elecciones y las votaciones en la ONU.
- ¿Cómo sobreponerse a la tragedia y comenzar a hacer periodismo en tiempo de desastre?
El cómo, realmente no puedo definirte, sólo puedo decirte que muchos de nuestros compañeros tienen afectaciones en sus viviendas y se han mantenido rindiendo como el resto, tanto los más jóvenes, aun en adiestramiento, como los más viejos.
- ¿Cómo valora el trabajo de los periodistas de su medio?
Considero a Sierra Maestra una escuela, tanto desde el punto de vista profesional como personal, y valoro que todas las generaciones de periodistas existentes acá hoy tienen claridad de la responsabilidad que tenemos de brindarle una información diaria a la población, si tenemos en cuenta que después del paso del huracán Sandy toda la provincia estaba sin fluido eléctrico, y esta era la vía para recibir información, en medio de tanta destrucción.
- ¿Algún periodista sufrió daños?
Varios compañeros tuvieron daños en su vivienda, fundamentalmente los techos. Muchos después de amanecer trabajando, llegaron a su casa y se encontraron la destrucción, crearon condiciones de seguridad mínimas, y se reincorporaron al trabajo.
- ¿Se habían enfrentado antes a una situación tan extrema?
No, llevo 24 años en Sierra Maestra, y no recuerdo algo así. Santiago de Cuba hace muchos años no había sido afectada de esta manera por un fenómeno meteorológico.
- ¿Se dañó la institución del periódico?
Sí, al ser empujada por los vientos las estructuras de aluminio algunos cristales se partieron; y la cubierta, pues todas las mantas de la impermeabilización fueron levantadas por el viento.
- ¿Qué enseñanzas dejó “Sandy” para la prensa en Santiago?
Enseñanzas, muchas. La integración cada vez más entre los diversos medios de comunicación; la necesidad de instruir a la población sobre estos temas para incrementar aún más la percepción de riesgo ante fenómenos de este tipo; que a pesar de las limitaciones de recursos que poseen los medios, la voluntad y el deseo de hacer valen mucho cuando el deber nos llama.

Y como por más que insistiera, la directora del periódico no iba a lanzar alabanzas sobre lo que ella misma llama cumplir solo con el deber, vuelvo a tomar prestadas otras palabras. Esta vez son las del fotógrafo Ismael Francisco González, quien se lanzó a Santiago no más pasaron los vientos. A su regreso, Ismaelito agradecía a los colegas de Santiago en su página de Facebook:
“Gracias por demostrarme que un colectivo unido es una familia, es también parte de un hogar… gracias sobre todo por enseñarme a ser mejor ser humano, mejor profesional y más consecuente con las cosas simples de la vida… Solo les cuento un detalle: cada día, al llegar, alguno de esos héroes anónimos del periódico Sierra Maestra daba la noticia con una sonrisa: “ya tengo luz”; o se le preguntaba “¿aún no tienes?”. Y siempre salía esa voz de hermano: “Compay, no te preocupes ya está llegando”.
Y es que si Santiago es mucho Santiago, su periódico también es mucho periódico. No podría ser de otra manera.

sábado, 17 de noviembre de 2012

El mejor huracán de la temporada



Aída Quintero Dip
El mejor huracán de la temporada está azotando ahora mismo a Santiago de Cuba como un fenómeno meteorológico atípico. Se mantiene estable desde el propio 25 de octubre hasta este 17 de noviembre y augura seguir con vientos y lluvias de amor, trabajo y solidaridad, haciendo renacer la vida de cada pedacito de esta tierra rebelde, hospitalaria y heroica, hasta que se recupere totalmente.
No se llama Sandy ni Flora ni Gustav ni Alma, ni deja como huellas esos tristes recuerdos que laceran corazones y provocan lágrimas, al sumar cuantiosas pérdidas materiales y hasta de vidas humanas, imposibles de resarcir.
Tiene  todos los nombres que caben desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio, de cubanos que  han sentido como suya la tragedia vivida por los santiagueros; desde el rincón más inhóspito de esta zona de Cuba hasta La Habana, Sancti Spíritus, Granma, Las Tunas, Guantánamo, Camagüey, Holguín, Ciego de Ávila, Pinar del Río, Villa Clara, Cienfuegos.
Pudo tener la osadía de llegar hasta suelo indómito en avión o en barco, haberse originado en sitios tan lejanos como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Rusia y Japón, y transformar sus fuertes ráfagas en alimentos, o en tejas para los techos y cemento para las casas, industrias, escuelas, hospitales…
Podría llamarse José Luis, el jefe de la brigada internacionalista José Félix Ribas, formada por jóvenes y experimentados albañiles, carpinteros, electricistas y plomeros de Venezuela, y haberse estacionado en el programa de ejecución de viviendas, en la popular barriada de San Pedrito, rehabilitando el devastado fondo habitacional  de la urbe.
El mismo José Luis ha corroborado que este huracán de arduas faenas es el mejor de la temporada: "Venimos con las herramientas en las manos y el corazón latiendo de amor por Cuba", aseveró.
Podría ser Reynielvis, el soldado de Imías, en Guantánamo, para quien más que una encomienda constituye un deber revolucionario y un honor contribuir a la pronta recuperación de la Ciudad Héroe, de un pueblo que siempre ha estado en la primera línea.
Hazaña es la palabra exacta para calificar la página que escribieron   los combatientes del Ejército Oriental en las calles de Santiago de Cuba. Tras las últimas lluvias y vientos del potente “Sandy”,  ellos inundaron con el huracán del trabajo, las arterias principales para la recogida de desecho forestal que obstruían las vías.
Podría ser Adelso, el tunero que llegó el propio día 27 de octubre y que celebró su cumpleaños 48  lejos de la familia, entre cables caídos, postes en el suelo y el apremio por restablecer el servicio eléctrico, una de las afectaciones más serias y perentorias.  “Nunca había venido a Santiago de Cuba, pero sabía por los demás que era una ciudad muy hermosa, y aunque quedó devastada por los embates de Sandy, no deja de impresionar su fortaleza.”
Fortaleza podría ser un buen nombre para el mejor huracán de la temporada, en aras de sintetizar el protagonismo de tantos hombres y mujeres dedicados afanosamente a la recuperación; para reflejar las manos solidarias de aquí y de allá que se alzaron ante la convocatoria de levantar un Santiago de Cuba con la hidalguía de siempre para orgullo de sus moradores y de la Patria toda.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Vamos a ver hasta cuándo resistirán el repudio y la condena del mundo




Wilkie Delgado Correa
Doctor en Ciências Médicas. Profesor de Mérito
Todos saben que Obama recibió, al ocupar su cargo de presidente de Estados Unidos en su primer período, la herencia genocida del bloqueo y de la ley Helms-Burton contra Cuba, y era esperable que, siguiendo los dictados de su consigna y política de su "yes, we can change”, algún cambio significativo ocurriera con la medida de política exterior estadounidense más repudiada y condenada en la ONU. Sin embargo, lo presumible con cierta lógica y con juicio cuerdo, no ocurrió durante su primer mandato. Y una vez más se ha demostrado que los presidentes de EE.UU no tienen en cuenta los principios democráticos en los asuntos en controversia en la arena internacional. En el asunto del bloqueo han ido recibiendo la condena casi unánime de las naciones del mundo, excepto Israel últimamente, en maridaje ridículo y sumiso.
La evolución de los resultados de la votación en la ONU de la Resolución contra el bloqueo refleja que la comunidad internacional ha ido tomando conciencia del carácter injerencista y dañino para Cuba y el resto de los países del mundo.
El bloqueo tiene muchos más años que su condena en la ONU y fue entronizado hace más de cincuenta años. Durante este lapso ha causado sufrimientos infinitos al pueblo cubano, pues ya desde el año 1960 había sido calificado por funcionarios del gobierno norteamericano como "guerra económica”. Desde el punto de vista financiero ha provocado daños invaluables, con afectaciones reales a todas las ramas de la economía y con repercusión negativa en todas las esferas sociales.
Es conveniente señalar, sin embargo, que esta práctica genocida contra el pueblo cubano, involucra y afecta también a todas las naciones que sostienen relaciones con Cuba o la pretendan establecer. Es decir, que el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba implica la injerencia en las decisiones soberanas de los estados en lo que respecta a sus relaciones con otro estado soberano denominado Cuba, al cual se ha pretendido asfixiar por todas las vías posibles.
Por estas razones, lo mismo que ha ocurrido en la ONU, ha sucedido, desde mucho antes, en múltiples foros de carácter internacional.
El bloqueo es, pues, un viejo problema de las relaciones de Estados Unidos con Cuba que hubo de heredar Obama y que, ya que en su primer mandato fue de cierto modo omiso y ambivalente, salvo la aprobación de algunas medidas que introdujeron ciertos cambios a las existentes en la era Bush, debería retomar, pues las verdaderas acciones sustanciales están aún pendientes de analizar y adoptar por Obama, si pretendiera pasar a la historia por un abordaje diferente a este tema. Ya sabemos que el mismo ha merecido la atención, en varias ocasiones, del Congreso de los Estados Unidos, al discutirse enmiendas introducidas por legisladores de esa nación, tratando de eliminar determinadas medidas establecidas por el complejo entramado que constituye el llamado idílico embargo -como lo califica el gobierno norteamericano-, a pesar de tratarse, realmente, de un cruel y despiadado bloqueo a nivel planetario y un acto flagrante de genocidio según el derecho internacional.
La legislación más abarcadora del bloqueo lo constituye la Ley Helms-Burton, que se ha convertido en la práctica en una ley extraterritorial con alcance de intromisión, de sanción y de violación de los actos soberanos de comercio y de relaciones comerciales de todos los países del mundo. Esta ley, además, arrebató facultades tradicionales del Presidente y las subordinó al Congreso, en el afán de éste de impedir la fácil reversibilidad de algunas o muchas de las disposiciones legales contenidas en dicha ley.
La Ley Helms-Burton fue promulgada y bendecida por el Presidente William Clinton el 12 de marzo de 1996, en una decisión que fue inconsecuente por una serie de razones. Esta es, por lo tanto, una herencia del mandato de Clinton que Obama ha tenido tiempo para escudriñar y sobre la cual debería pronunciarse durante su segundo mandato en dos sentidos: dejarla vigente sin modificación, lo cual sería nefasto y erróneo, o proponer su derogación o modificación por el Congreso. Lo justo y más conveniente para los intereses legítimos del pueblo norteamericano sería derogarla y, con ello, el bloqueo, pues ya se ha comprobado en Naciones Unidas que el mundo entero reclama el cese del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. Y hay que añadir, contra cuantos países mantengan relaciones comerciales con Cuba.
¿Cómo sería posible que Barack Obama en su segundo mandato, abanderado de cambios esenciales para la existencia del pueblo norteamericano, que incluyen su moral y su prestigio, vaya a deslizarse hacia el mismo abismo que todos los presidentes anteriores, y dejar inalterable e intacta la política irracional del bloqueo que, a la larga, es tan antinorteamericana como anticubana, como antinacionales son sus efectos sobre los otros países del mundo?
Esta vez, al igual que en otros años, Estados Unidos perderá todo asidero y quedará huérfano de argumentos y confirmado como contumaz violador del derecho internacional. Y Cuba estará allí y aquí dispuesta a resistir y a luchar, y el mundo brindará su solidaridad al país agredido y condenará al agresor, lleno de soberbia y prepotencia, que también lo ignora, desafía, ofende y agrede.
Vamos a ver hasta cuando resistirán el repudio y la condena del mundo el presidente y los congresistas del imperio. El tiempo y la historia están contra ellos indefectiblemente.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Crónica a El Caney, una tierra pródiga



Aída Quintero Dip

Sin sacudirse la angustia ante la devastación que dejó el huracán Sandy, los hombres y mujeres de El Caney levantaron la frente y echaron a andar.
A la primera impresión de dolor por el panorama tan desolador que  vislumbraron apenas amaneció el 25 de octubre, cedió la certidumbre de que no podían quedarse con los brazos cruzados.
Una tierra tan pródiga para el desarrollo de diversos cultivos, sobre todo, de frutas, y reconocida por el valor y sencillez de su gente, no podía dormirse en los laureles. Su estirpe no lo permitiría.
La impactante imagen de casas destruidas totalmente o con deterioro parcial, escuelas, industrias, farmacia, policlínico, instalaciones deportivas y comerciales con un panorama irreconocible de la noche a la mañana, tuvo contrapartida con el trabajo que poco a poco fue aunando voluntades para devenir hervidero de hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños recuperando cuanto era posible, con el respaldo de quienes llegaron de otras provincias con las manos llenas de solidaridad.
Igual que hay jardines destrozados donde florecieron, como por arte de magia, matas de rosas, en ese pedacito de Santiago de Cuba también renace la vida, con la fortaleza de su gente que no se deja vencer ante los infortunios.
Y es que los pobladores de El Caney están en zafarrancho de combate, de faena en faena con especial entrega, apenas hay tiempo para el descanso ni para pensar en los daños de “Sandy”. Los ojos y el corazón miran hacia el futuro.
Es lógica esa actitud. Por allí están frescas las huellas de Fidel con su tropa rebelde y victoriosa, en la alborada del triunfo, y más reciente las de Raúl, una inyección de aliento a los caneyenses;  por allí hay casas que recuerdan a Frank País, cuando conspiraba contra la dictadura batistiana, y hay vestigios también de la lucha por la independencia: el fuerte de El Viso es un testigo.
“Caney de Oriente, tierra de amores/ una florida donde vivió el Siboney/ donde las frutas son como flores /llenas de aroma y saturadas de miel”. Me parece escuchar la hermosa melodía del Trío Matamoros que no se cansó de cantar a la fertilidad y belleza del terruño de los más famosos mangos de Cuba.
Como su gente tiene un alto sentido colectivo, de amor a la Patria chica que es una manera de amar la Patria toda, piensan que habrá que echar rodilla en tierra para contar en el futuro con las buenas cosechas de antaño, y los cubanos puedan seguir degustando los sabrosos mangos de bizcochuelos, corazón, mamey, toledo…, así como la piña, el mamoncillo, el marañón…
Y es que ni “Sandy” ni nadie ha podido arrancar el espíritu indoblegable de este pueblo que ha puesto a un lado el dolor por la tragedia y está inmerso en la faena de recuperación para levantar su ciudad desde los escombros.
Quien alababa a El Caney, tierra pródiga, divina, donde las frutas son como flores, saturadas de miel; seguramente no la reconocería hoy, pero sus habitantes están dispuestos a devolverle su fisonomía  y tal vez dejarla más hermosa todavía.

lunes, 29 de octubre de 2012

Un monumento a la solidaridad



Aída Quintero Dip
Había dudas de si podríamos ver de nuevo el amanecer, después de una madrugada de zozobra e incertidumbre -este 25 de octubre- nunca antes vivida por los santiagueros que no habían sentido un huracán de tal envergadura ensañado contra su entorno, ni siquiera el famoso Flora que azotó también el oriente cubano en 1963.
Tal fue la furia con que “Sandy” arremetió contra mi ciudad de Santiago de Cuba que el pánico se apoderó de casi todos: techos y ventanas de las casas volando, árboles arrancados de raíz, niños llorando, ancianos temblorosos, fue la primera impresión grabada en la memoria.
Ante el dilema de salvar la vida o las pertenencias, la mayoría obró con inteligencia para preservar lo primero.  No obstante, los menos precavidos, quienes siempre creen que el ciclón no les va a afectar, buscaron esa protección cuando las fuertes ráfagas les anunciaban la gravedad de la situación.
Ahora un poco más calmados, con más capacidad de reflexionar  sobre la terrible experiencia provocada por el fenómeno meteorológico,  es tiempo para el homenaje a los santiagueros solidarios que tendieron su mano, dieron aliento y, sobre todo,  su casa para guarecer a sus vecinos más necesitados.
Quiero con este tributo levantar un nuevo monumento a la  Ciudad Héroe, esa que se distingue por ser rebelde, hospitalaria y heroica, que no asombra a nadie porque es ancestral la generosidad, el altruismo y franqueza de su gente.
La solidaridad entre vecinos y el gesto hermoso de acoger a los damnificados en sus hogares, son la expresión de virtudes que enaltecen a nuestro pueblo y que lejos de ser rotas por  tragedias como estas, se fortalecen y multiplican.
Abundan las vivencias:el vecino que te decía trae para mi casa el refrigerador, el televisor, todo lo que pueda romperse, y hasta ayudaba a cargarlos; volvía a tu vivienda  exigiendo que te fueras para la suya con celeridad y aconsejaba llevar primero a la abuelita o al niño, siempre más vulnerables ante estas contingencias.
Hay tantos ejemplos de desinterés y desprendimiento total en esas horas difíciles, pero quiero en el nombre de Rosa Montoya y Gerardo Silva, sencillamente Tito y Rosa, residentes en El Caney, reconocer  a todas esas familias que abrigaron no solo a los suyos, sino también a  vecinos cercanos u otros apenas conocidos, que brindaron además de su techo, su cama y hasta una taza de té o café para calmar los nervios en tensión por la ferocidad de los vientos.
Gracias a esa solidaridad, a ese calor humano en los instantes más adversos,  sobrevivimos a la gran furia con que “Sandy” golpeó mi hermosa ciudad y mi barrio;  y gracias ahora a un poderoso huracán de solidaridad que recorre el oriente cubano, y, sobre todo, a Santiago de Cuba, con la misión de borrar todas  las huellas que dejó “Sandy”, podremos reconstruir un Santiago de Cuba mil veces más hermoso e igual de hospitalario y generoso.
Se augura que ese será el  mejor ciclón de la temporada, trae las manos llenas de cariño, consuelo y amor; alimentos, luz eléctrica, tejas, cemento, ventanas, puertas; restañan las heridas de las casas, de las calles, de las instituciones emblemáticas de la urbe,  y de los corazones de su gente.
Duele mucho, mucho  ver a Santiago de Cuba desolado, irreconocible, devastado, sin árboles, con los postes del tendido eléctrico en el suelo, destruidos parques, escuelas, pero ese dolor ya se transforma en trabajo, en una fuerza superior a la que nos azotó el huracán para reconstruirla, recuperarla y levantarla tan erguida y gallarda como siempre.

viernes, 19 de octubre de 2012

Mariano Corona Ferrer, periodista y combatiente de primera línea




Aída Quintero Dip
La confianza  y estima profesadas por el insigne patriota de la independencia de Cuba,  el Mayor General Antonio Maceo Grajales, hacia el Comandante del Ejército Libertador,  Mariano Corona Ferrer, constituyen un aval  de consideración para calificarlo  como uno de los periodistas mambises más eficaces en el empleo de la pluma al servicio de la Patria.
Este patriota era de los hombres que se abrió paso en la vida gracias a su propio esfuerzo. Comenzó siendo cajista de la imprenta de Eduardo Yero Budúen, de donde salía diariamente una hoja  revolucionaria y tempestuosa, bautizada con el nombre de “El Triunfo”, y pronto pasó a ser redactor, de obrero a periodista, pero sin desdeñar el oficio que siempre honró con el trabajo.
El contacto diario con este órgano de los autonomistas, aunque se transformó luego en separatista, despierta su devoción por el periodismo.
Fue presidente del gremio de los tipógrafos en Santiago de Cuba, su ciudad natal. Y se desempeñó  como corresponsal del periódico Patria, fundado por José Martí, el 14 de marzo de 1892. Al iniciarse la Guerra Necesaria es de los primeros en incorporarse a la lucha insurreccional, bajo las órdenes del general Cebreco.
Son estas las razones por las cuales lo designan director de "El Cubano Libre", periódico que había sido fundado por Carlos Manuel de Céspedes, al calor de la gesta independentista de 1868 y era reeditado por el Titán de Bronce en 1895, el  que cumplía un decisivo papel en la lucha ideológica contra el colonialismo español.
Cubano talentoso y valiente fue Corona  Ferrer, cuya trayectoria reconocieron personalidades  tan exigentes como el Lugarteniente  General del Ejército Libertador, Máximo Gómez,  y el propio Antonio Maceo, quienes coincidieron en nombrarlo director del periódico  mambí al iniciarse la guerra de 1895.
Estuvo a la vanguardia del periodismo combatiente y se distinguió como profesional de dinámico estilo, tanto durante esa contienda libertadora como en los primeros años de la seudorrepública. Se destacó en la lucha contra los males engendrados por el intervencionismo yanqui y la politiquería del oportunismo criollo.
Gozó de fama y prestigio porque además de ser un soldado de la manigua redentora, de pluma y fusil,  manejaba diestramente la ironía, que había convertido en arma demoledora, y era un maestro en expresar,  periodísticamente, su sentido del humor.

Corona no fue solamente un periodista político de singulares aptitudes  para el combate diario de la prensa militante,  sino también las poseyó para el cultivo de las letras, de la literatura.
Nacido en 1870, en la ciudad de Santiago de Cuba, estuvo siempre en la primera línea de fuego, obligado a esgrimir ora la pluma, ora la espada, virtud que lo convierten en ejemplo para los  profesionales del periodismo de todos los tiempos.
Los restos  de quien murió el 18 de abril de 1912, los atesora el cementerio Santa Ifigenia de la Ciudad Héroe, donde hay un parque -en Martí y Cuabitas- con un busto que lo recuerda. Y hace varios años, para seguir rindiéndole merecido homenaje,  el Premio de Periodismo por la obra de la vida  en esta oriental provincia cubana, se honra con su nombre.

viernes, 28 de septiembre de 2012

La mejor fiesta del barrio



Aída Quintero Dip
El 28 de septiembre de 1960 nacieron los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), fruto de la sabiduría y espíritu visionario de Fidel; al calor, energía y patriotismo del pueblo han crecido en estos 52 años con suficiente fuerza como para seguir latiendo al compás de la Revolución, ofreciendo de una manera sui géneris el mejor de los servicios a la Patria.
El Comandante en Jefe tuvo la perspicacia para intuir que era ese el preciso momento y no otro para fundar una organización que se sustentaba en la vigilancia revolucionaria, cuando peligraba la existencia misma del proceso recién comenzado. Pero les han dado vida y aliento a otras muchas misiones.
Un suceso, dentro del acontecimiento mayor que resultan  los propios CDR, son las tradicionales fiestas del 27, esperando el 28 de septiembre, que tienen el poder de aglutinar a los vecinos de la cuadra para celebrar la efeméride, reseñando cuánto se ha hecho con el aporte de todos, desde tareas tan sensibles como las donaciones voluntarias de sangre hasta la recogida de materias primas, o sencillamente el reconocimiento a quienes más sobresalen en el cumplimiento del deber.
Gratos recuerdos guardo de estas fiestas del barrio, donde los cederistas nos reunimos como una gran familia para festejar. Así ocurre siempre, así sucedió  en la noche de este 27, cuando la proverbial solidaridad de los santiagueros y la alegría que desbordan por los poros, convirtieron este arraigado encuentro en otra jornada inolvidable.
La principal anfitriona fue la sabrosa caldosa, no la de los famosos tuneros Kike y Marina, que han inspirado incluso una canción; sino la de mis coterráneas Nora, Mariela, Fela, Carmen y Elena que saben ponerle el aderezo necesario y darle un punto como para chuparse los dedos.
Entre el chiste, el baile y el traguito que tampoco faltan en la festividad, se pasa un rato muy agradable, y quien no está por cualquier circunstancia, lo siente. Ahí está el mensaje que recibimos de Arianna, la médica del barrio que está cumpliendo misión en Venezuela y quiso contarnos su nostalgia por perderse la fiesta de sus vecinos.
Y es que los Comités de Defensa de la Revolución tienen la virtud de haber hermanado a hombres y mujeres de todas las generaciones, profesiones y oficios,  en el afán de preservar el barrio que es preservar la Patria, y de fomentar valores como la unidad, la solidaridad y la amistad, precisamente en los más jóvenes.
La noche fue oportuna también para el tributo a una organización con la madurez de 52 años y el fervor del primer día, de la que sentimos orgullo por ser expresión auténtica de la voluntad de salvaguardar la sociedad que edificamos.
Este día de cumpleaños hubo en mi CDR un momento muy especial para homenajear a tres fundadores: Gerardo, Manolo y Gilberto, que como tantos otros se dedicaron sin miramientos a las tareas fundacionales; ellos soñaron, se arriesgaron, vivieron, no pensaron en medallas ni méritos, solo en la satisfacción de saberse partícipe de la creación de una obra mayor, una organización de masas que hace y defiende la Revolución desde la comunidad.





jueves, 27 de septiembre de 2012

“…valor que parece heroico”



AÍDA QUINTERO DIP
La  solidaridad es una de las virtudes más  hermosas  -y generosas- que a lo largo de los siglos se ha cultivado,  para bien de la humanidad  y de la perpetuidad  de la especie. Cuba  acumula una rica tradición en tal sentido,  desde las luchas por la independencia y soberanía nacionales.
Una de sus expresiones más impactantes  -en la actualidad- se manifiesta en las misiones médicas que cumplen los profesionales de la Salud  en  diversos países del mundo, donde se les reconoce como el ejército de batas blancas que esparce salud y vida, con un desinterés desconocido hoy  en este planeta nuestro.
La palabra tiene su propia magia y  puede mover el mundo mediante voluntades, políticas, movimientos. Pero le falta aún mucho más sentido de pertenencia en numerosos casos y ciertos acentos comunes.
Creemos en su poder cuando de aunar  voluntades y energía se trata,  como en el caso de la lucha por la liberación de los Cinco compatriotas que permanecen injustamente en los Estados Unidos, por ser antiterroristas;  misión  en la que los cubanos llevamos 14 años  con el respaldo de muchas personas honestas del planeta.
Ser solidarios es ser generoso, dadivoso, desprendido; reciprocar actitudes y acciones que en lo más profundo de cada cual engrandecen el espíritu y enaltecen  el paso por la vida de cualquier persona. Conozco a muchas que sobresalen por esta cualidad.
Educar a los niños, niñas, adolescentes  y jóvenes en ese sentimiento  es una responsabilidad y también una necesidad  de la escuela y  de la familia, en aras de lograr una formación más integral  de cada generación, y de preservar los más auténticos valores que multiplican la especie y hacen perdurable la sociedad.
Anticipado como siempre a épocas,  fenómenos y prácticas, José Martí había expresado o -mejor dicho-  había enseñado: “No desearlo todo para sí, quitarse algo de sí para que toque igual parte a todos, es valor que parece heroico”.
Al analizar ese pensamiento  martiano,  se observa con claridad meridiana  que todavía  la solidaridad tiene muchos resquicios en nuestra cotidianidad, en el sentido de compartir no solo lo que nos sobra, sino -sobre todo- lo que tenemos, y  hasta lo que nos queda.
Es preciso educar a la familia, con énfasis en los hijos y nietos,  en la urgencia de  desterrar acciones  egoístas  y ambiciones personales,  que a la postre reducen al mínimo la dimensión  verdadera del ser humano  y lesionan proyectos sociales de mayor envergadura. 
La solidaridad expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración, y su práctica  se encuentra muy ligada a un sentimiento tan universal como el amor.
Hay actitudes reprochables manifestadas en lugares o servicios públicos hacia ancianos, embarazadas o sencillamente hacia mujeres, demostrando  pobreza de espíritu y  también  excesiva descortesía.
No es una crítica a ultranza para herir susceptibilidades;  aspiramos a una  mayor sensibilidad y comprensión ante nuestros propios problemas, para encontrar soluciones que, a veces,  están en nuestras manos. De esa manera  protegemos  valores sagrados  que valen mucho más que todo el dinero del universo. 
La solidaridad es una virtud contraria al individualismo y al egoísmo,  trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, y está convocada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones.
Es un sentimiento imprescindible  en una sociedad como la construida en Cuba a raíz del triunfo de la Revolución, que es necesario fomentar no solo hacia fuera,  sino  hacia adentro,  para  arraigar  valores y preceptos que hagan culto a una vida más edificante  desde la cuna y el hogar.

martes, 25 de septiembre de 2012

Trabajo y Seguridad Social en Cuba: un proceso benefactor


Aída Quintero Dip
La  sociedad basada en la propiedad privada sobre los medios de producción,  imperante en la Cuba  neocolonial y republicana, propiciaba que el empleo no fuera asunto de interés ni preocupación estatal, situación que tuvo un giro de 180 grados tras el triunfo revolucionario, cuando se puso en práctica el Programa del Moncada, diseñado y defendido por Fidel Castro y sus compañeros de ideales.
Santiago de Cuba era fiel reflejo del panorama nacional con un cuadro deprimente en cuanto a empleo y una inexistente seguridad social. De ahí la importante  misión de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, fundada en mayo de 1963, para dirigir y controlar la política concerniente a tan sensibles esferas en la nueva sociedad que nacía, venciendo vestigios del pasado y desafiando un cruel bloqueo.
Unas 500 mil personas en busca de empleo, en 1959, en Cuba,  representaban una tasa de desempleo de 23,7%, con el problema más grave en la desocupación femenina, además de cobertura incompleta, prestaciones insuficientes, desigualdad de derechos, desfalcos e inadecuado financiamiento,…hechos que retratan parte de la situación de la época.
A partir de las medidas adoptadas por la Revolución en materia laboral, desaparece el desempleo en 1960, como fenómeno social; en los años posteriores se propició a todos acceder a un trabajo digno, decoroso y bien remunerado; creció la población en edad laboral, y se crearon nuevos empleos; se promovió también un sustancial incremento de la presencia femenina en los puestos de trabajo.
Como consecuencia de las transformaciones propias de una Revolución inédita, el empleo posibilitó la unión de todas las fuerzas de trabajo a otros factores de la producción, en función de hacer crecer la economía y aumentar la riqueza productiva.
No puede olvidarse tampoco la arista social del empleo, como una condición necesaria  para el despliegue continuado de las capacidades humanas y como vía para obtener ingresos monetarios en aras de mejorar las condiciones de vida personal y familiar, y a los cuales el nuevo proceso gestado en Cuba dio verdadero valor.
Puede afirmarse que el empleo tuvo un justo precio tras el Primero de Enero, fue reconocido como un medio importante de inserción y movilización social, que contribuyó de manera trascendente a la transformación de las ideas y expectativas de las personas.
A partir de 1987, como forma de mejorar el modelo económico, se inicia un proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, que en términos de empleo se manifestó en la eliminación del sistema  de primas y plantillas infladas, se restringió la actividad por cuenta propia,  y se experimentó una nueva forma de organización del trabajo: los contingentes, con una influencia decisiva en el avance de la economía.
Un ejemplo de los nuevos tiempos que favoreció a los santiagueros, igual que a todos los cubanos, fue que no solo hubo interés y voluntad política por asegurar empleo, sino también por dignificar algunos oficios y profesiones, y humanizar faenas rudas.
Un hecho positivo en la década del 80 fue el rejuvenecimiento de la fuerza de trabajo y el salto cualitativo en materia de calificación, además de la incursión de las mujeres en disímiles esferas de la vida socioeconómica. Ellas fueron consideradas, sin obviar el aporte de los hombres,  un potencial decisivo para enfrentar los retos del desarrollo y la sostenibilidad.
Cuando hubo necesidad de iniciar un período especial, a raíz de la caída del campo socialista y del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, la nueva situación repercutió lógicamente en la economía y, por ende, en la esfera laboral.
Por ejemplo, se ampliaron las actividades por cuenta propia como una alternativa de empleo y de incremento de los ingresos familiares por la vía del trabajo, se redujeron las posibilidades de creación de nuevas plazas por la interrupción del proceso inversionista en varias ramas y la paralización total o parcial de empresas y entidades.
No obstante, se defendió siempre como decisión insoslayable que prevaleciera el principio de equidad en  todo este proceso de ajuste a las nuevas circunstancias, con el fin de preservar el empleo y los ingresos a los trabajadores estatales.
Entre lo más relevante, en cuanto a empleo, está la disposición de conservar la política vigente en sus aspectos sociales, que ha experimentado cambios para atemperarse a los nuevos tiempos,  signados por la crisis económica global que nos afecta, pero, sobre todo, en beneficio de las personas más vulnerables, con una seguridad social de avanzada, de mucho impacto y desconocida en muchos lugares del planeta.