martes, 28 de agosto de 2012

Familiares y amigos de los Cinco no pierden un día de combate


Aída Quintero Dip
La lucha por la liberación definitiva de los Cinco antiterroristas cubanos, cuatro de los cuales permanecen en prisión y uno en libertad supervisada los Estados Unidos, ha tenido en los últimos días jornadas intensas y un refuerzo notable en la voz de familiares que se han multiplicado junto al clamor de amigos solidarios de diversas partes del mundo.
Moviendo corazones y conciencias en pos de tan justa causa, conmoviendo a diversos auditorios de Perú se escuchó la dulce voz de Adriana, la esposa de Gerardo, contra quien se ha ensañado el odio visceral del imperio hacia Cuba, al estar condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
Igual impacto causó su presencia en Bolivia. Allí tuvo el honor de intercambiar con el presidente Evo Morales y con colaboradores cubanos de la Salud, y recibió una inyección de optimismo y fe en la victoria, tras explicar pormenores del proceso judicial contra los Cinco y contar anécdotas de su relación con el Héroe que mantienen vivo el amor de la pareja.
Otra cubana que busca solidaridad, una esposa que apela a la conciencia del presidente estadounidense, Barack Obama, fue Rosa Aurora Freijanes, compañera en la vida de Fernando, quien estuvo en México donde contactó con comités  de solidaridad con la justa causa de nuestros compatriotas,  los que no obstante a tanta injusticia y arbitrariedades,  siguen siendo ejemplos de firmeza y estoicismo.
Los reclamos de justicia hacia los antiterroristas cubanos se extendieron a Venezuela, en el encuentro internacional  de solidaridad con la Revolución Bolivariana, y fue principal protagonista la juventud, siempre apegada a los ideales más nobles y altruistas.
Aylín, la hija mayor de Ramón, quien integró la delegación cubana a esa cita,  convocó a intensificar la lucha para que los Cinco Héroes regresen lo más pronto posible a casa y  al seno de la  familia, que tanto necesita de ese cariño y afecto, sobre todo los hijos, las esposas y madres.
Una causa que ha tenido como máxima que un día sin combate es un día perdido, una causa que no ha mermado un ápice  de fuerza ni de pasión, aunque este 12 de septiembre cumplirá 14 años.
Es que la vida de ellos está signada por  el heroísmo, que a pesar del silencio que se cierne sobre ellos, trasciende;  sin dejar a un lado la esperanza y la ternura,  amén de ese amor supremo por la Patria capaz de suscitar las proezas más inverosímiles.
Imposible es guardar silencio ante la  injusticia contra esos jóvenes, declarados culpables en fraudulento y cínico proceso  por cumplir el sagrado  deber de prevenir a su pueblo de la muerte; imposible la indiferencia ante tanta hidalguía, reconocida por su pueblo y por hermanos honestos del mundo que se han  sumado a esa causa en  busca de la libertad.
Sólo esa fortaleza que proviene de sólidos principios, les ha permitido a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero,  y René González  mantener intacta su capacidad  de luchar y de amar ante la injusticia y en circunstancias tan adversas.
Al mirar a las esposas, madres, padres, hijos y hermanos de René, Gerardo, Fernando, Ramón y Antonio y comprobar la firme esperanza que sienten de reencontrarse más temprano que tarde, con sus seres queridos, necesariamente hay que recordar los versos de Pablo Neruda, cuando escribió: Será dura la lucha/ la vida será dura/ pero vendrás conmigo.

jueves, 23 de agosto de 2012

Aracelis, todo coraje para enfrentar la vida





AÍDA QUINTERO DIP
Esta cubana que vive en la suroriental provincia de Santiago de Cuba, profesional competente en su giro y muy laboriosa, virtudes que  le han ganado méritos y respeto entre sus congéneres, tiene una historia aleccionadora que constituye ejemplo para muchos con situación parecida, a la hora de enfrentar los avatares de la vida, por el coraje con que asume su discapacidad.
Aracelis de la Caridad Muné Bandera acumula más de dos décadas   de buen desempeño, siempre en el mismo lugar y ahora con la importante función de ser responsable de medicamentos controlados en la Farmacia Principal  Municipal, muy cercana  al emblemático hospital provincial Saturnino Lora, en la Ciudad Héroe de la República de Cuba.
En la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas, a la cual pertenece, invariablemente hubo interés de que se integrara al trabajo.  En ese momento recibió  una silla de ruedas eléctricas  que le facilitaba el traslado por empinadas calles de la añeja urbe,  desde la casa  hasta  el centro laboral,  y estaba recién graduada de  Licenciada en Farmacia de la Universidad de Oriente.
“Requirió un gran esfuerzo estudiar pero valió la pena, tuve recompensas, como experiencia puedo decir que la adquisición  sistemática de conocimientos por el discapacitado resulta decisivo  para que la reciban a una con agrado en cualquier centro  laboral, aunque no podemos olvidar la entereza y  consagración  de cada persona.
“Yo padecí la poliomielitis antes del triunfo de la Revolución, enfermedad que me dejó profundas secuelas, mas mi familia no se echó a morir ante el infortunio, luchó para que fuera útil, independiente, para que pudiera valerme por mí misma. Lo logré, ahora me siento realizada, me respetan, me escuchan, yo siento que mi desempño también es importante.
"El contexto familiar tiene una valía de primer orden para la integración plena del discapacitado; mi mamá me llevaba en sillas de ruedas a la escuela,  cuando ella no podía por cualquier causa,  lo hacía mi hermano u otra persona,  en ocasiones vecinos o amigos,  hasta que inicié los estudios en la Enseñanza Superior.
"La solidaridad y comprensión son también elementos esenciales en el proceso de adaptación e integración. Cuando defendí mi tesis con buenos resultados y quise que me ubicaran en el Laboratorio de la Universidad de Oriente porque vivía al frente, me pusieron objeciones, surgieron miles de inconvenientes, pretextos; pero no me amedrenté, seguí mi camino".
Ahora sonríe antes de confesar: "Alcancé lo que quería, tengo este trabajo que se ajusta a mis aspiraciones en la vida, y en la profesión que escogí; en mi puesto  me valoran y siempre  he recibido apoyo, comprensión y respeto".
Por suerte como ella,  por el ejemplo que representa, hay otros discapacitados con resultados que enaltecen la geografía santiaguera, que marchan cabeza erguida  ante los prejuicios, sin perder la ternura y la capacidad de sobreponerse a los inconvenientes.
"Nos vamos imponiendo con voluntad  -acentúa Aracelis de la Caridad- y receptividad de quienes nos rodean. Estamos ganando una crucial batalla para aportarle como cualquier otro ciudadano a la sociedad, nos sentimos reconocidos, hemos avanzado, pero aún quedan resquicios, y hay que cerrarles todas las puertas.
"Sé de personas que por la discapacidad que presentan les ponen trabas para incorporarlas al empleo, violando leyes que las protegen, promulgadas por el Estado cubano. Pienso que hay que ser más severos con quienes adoptan estas posiciones.
"Casos así merecen la crítica, porque tal postura no se corresponde con los principios que la Revolución nos ha inculcado y enseñado en más de 50 años de aleccionador proceso, como ser solidarios, lo que se demuestra no solo a la hora de cumplir una misión en el exterior en la medicina, la educación, la cultura, el deporte o la agricultura; también se mide cuando manifestamos ese sentimiento con nuestros propios compatriotas, subrayó esta mujer altamente sensible y que anda sin complejos con la cabeza erguida.
La lucha por la equidad y la justicia  en Cuba no tiene parangón. El empeño se ha visto  coronado con resultados, y mucho ha tenido que ver la postura de la Federación de Mujeres Cubanas, organización que hoy 23 de Agosto cumple  52 años de creada por inicitva de Fidel y Vilma, y de la que Aracelis de la Caridad también es fruto.

jueves, 16 de agosto de 2012

Eloína y su vitalidad creadora


Aída Quintero Dip
Me enorgullece ser coterránea de Eloína Miyares Bermúdez,  santiaguera  de pura cepa,  sempiterna amante de su tierra, de las que estremece con la miel de su cariño, de las que enaltece,  gracias a su sabiduría y dedicación.
Esta mujer es como un manantial de agua buena, siempre cimentando, sembrando, con una sonrisa que enamora, con un talento reconocido por sus aportes a la sociedad.
Irradia ejemplo como cubana de una vida social amplia, madre de varios hijos profesionales de intensa actividad, y científica de renombre consagrada a elevar la cultura del idioma. Sobresale su coautoría de una Vacuna ValCuba para mejorar la ortografía.
Eminente pedagoga e investigadora del Centro de Lingüística Aplicada, de Santiago de Cuba, Doctora Honoris Causa de la Universidad de Oriente, merecedora del Escudo de la Ciudad, y como para resumir una vasta obra al servicio del pueblo,  condecorada recientemente con el Título Honorífico de Heroína del Trabajo de la República de Cuba.
Ese galardón la sorprende en plena actividad creadora, cuando  muchas personas de su edad piensan en la jubilación. Para ella ha sido acicate que la motiva a desempeñarse con ahínco,  además del orgullo de recibirlo junto a su esposo, Vitelio Ruiz, muy unidos por el amor a la ciencia y a su ciudad, y ahora este título que los convierte en una pareja de héroes.
Ella es paradigma del arraigo a  su tierra y de  la fuerza aglutinadora de la Federación de Mujeres Cubanas a cuyos Congresos ha honrado con su presencia, a la vez que se honra con un trabajo destacado como federada de fila, por su especial carisma para explicar, convencer, enseñar.
Este 52. aniversario de la organización femenina lo recibe en plenitud de facultades, con la madurez de los años y la vitalidad del primer día, lo que indica que su querida FMC podrá contar con su concurso como en los días fundaciones de agosto de 1960.
En una ocasión en que tuve la dicha de entrevistarla me expresó:”Santiago de Cuba es para mí la vida. He viajado, pero estar en mi tierra natal es lo que más deseos de vivir y de realizarme me aportan. Adoro todo cuanto tenga que ver con Santiago: su paisaje, los niños, los peloteros, los artistas, su  historia extraordinaria, y nuestro pueblo con su carácter, su alegría y  personal comunicabilidad.
“Hasta comerme un mango de bizcochuelo es especial para mí. Me estimula ser santiaguera, vivir, crear aquí, y las muestras de cariño que he recibido como reconocimiento a mi obra, que es también de Vitelio, mi compañero en la vida y el trabajo, y de Cuba entera”.
Ella es parte de esa fuerza poderosa que representa la mujer en la Revolución cubana, inspiración para que las nuevas generaciones de federadas beban de su energía creadora y vitalidad.

martes, 14 de agosto de 2012

Mis héroes del deporte


Aída Quintero Dip
Cada una de las 14 medallas conquistadas por Cuba en las Olimpiadas de Londres 2012 tiene su encanto, su valor, su impronta. Todas me emocionaron, latían al compás de la hazaña,  matizada por la dedicación  y  el talento del atleta.
Ahora siento un gran vacío, la TV de  mi casa no me regala los más espectaculares saltos, las mejores carreras o peleas. La cita estival es historia y las miradas se enfocan hacia la  preparación para corregir y perfeccionar en pos de Río de Janeiro 2016.
Mi mayor elogio para quienes subieron al podio de premiaciones  y  los que brillaron aun sin ganar medallas, rozando con la gloria de los campeones. Me queda el sabor amargo de los que estuvieron por debajo de lo esperado.
Recuerdo al tirador Leuris Pupo escribiendo una página inédita  con la primera medalla de oro en tiro olímpico para Cuba, y a la yudoca Idalys Ortiz  vestida también de dorado, tras  hacer valer su clase y vencer en la división de más de 78 kilogramos.
Disfruté el triunfo de nuestro abanderado Mijaín López,  el gran gladiador, que junto a Filiberto Azcuy son los únicos luchadores cubanos con dos títulos en citas estivales.
Experimenté orgullo por los boxeadores Roniel Iglesias,  a quien su  barrio pinareño y la familia habían vaticinado que celebrarían en grande el oro olímpico de su coterráneo, y Robeisy Ramírez,  de apenas 18 años, del cual me  impresionó  la gallardía con que defendió  la quina medalla de oro para la Patria.
A mí -particularmente- me conmovió la plata con sabor a oro de Yarisley Silva, en el  salto con pértiga de 4,75 metros; por su ecuanimidad, su valentía, en una competencia en la que dejó atrás a estelares como la rusa Yelena Isinbayeva, la mejor de la historia en la especialidad.
También el bronce de Leonel Suárez, ejemplo de consistencia y sacrificio, con problemas de salud y falta de entrenamiento que no lo amilanaron, más bien   cimentaron su estirpe de guerrero, al reeditar la actuación de Beijing en la difícil prueba del decatlón.
Me deleité por la plata en el pecho de Yanet Bermoy que ratificó la condición de subcampeona,  y de su homólogo en el masculino  Asley González, de especial alegría para el judo masculino carente de finalista olímpico desde hace 32 años.
La pesa igualmente hizo su aporte. La presea bronceada con sabor a oro en la división de los 77 kilogramos fue al cuello de Iván Cambar, corajudo, corajudo, a pesar de operaciones sufridas, lo que da mayor realce a su resultado. El taekwandó también puso su granito de arena con el bronce del santiaguero Robelis Despaigne.
Con la convincente actuación del luchador Liván López y el bronce que brilló en su pecho, sumó la presea 14 para la representación cubana  en Londres 2012 y  Cuba concluyó en el lugar 16 en el medallero, a la cabeza de América Latina y el Caribe. 
Mis respetos para el nadador Hanser García en la séptima posición, en la prueba reina de la natación, los 100 metros estilo libre; los clavadistas José Antonio Guerra y Jeinkler Aguirre, en el quinto puesto frente a las mejores duplas del mundo, en la plataforma sincronizada a 10 metros.
También para dos atletas que lo dieron todo: la ciclista Lisandro Guerra, cubana mejor ubicada  en la historia de la velocidad  de los Juegos Olímpicos,  y la luchadora Katherina Videaux, primera mujer de nuestro archipiélago  en ganar un combate  en una cita estival.
Cada medalla tuvo su brillo especial, cada actuación suscitó la admiración del pueblo y llenó de felicidad a este Verde Caimán que reverencia a sus héroes del deporte.