Como buena cubana disfruto a plenitud del deporte, puede ser pelota, voleibol, nado sincronizado, gimnasia artística, clavado o atletismo, y con mucha más pasión cuando nuestros atletas miden fuerzas en competencias internacionales.
En estos días de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, tengo el estadio en mi propia casa, he reservado un puesto frente a la TV, y también mis hijos y mis vecinos hacen lo mismo porque este entusiasmo es contagioso.
Lo que más me ha impresionado hasta ahora de estos juegos -amén del desempeño de los varones- es la magnífica actuación de las muchachas de la delegación cubana, muchas de las cuales exhiben la medalla de oro en el pecho, tras romper records, destronar a favoritas o reeditar hazañas precedentes.
Así ya están en mi lista de celebridades la tricampeona Yipsi Moreno, que me conmovió con su alegría tras un martillazo que tal vez resonó hasta en Camagüey; y el título de Arlenis Sierra, la manzanillera de apenas 19 años, con un resultado inédito en el ciclismo al llegar a la meta escoltada por otras dos cubanas.
Y el salto con pértiga de Yarisley Silva parecía competir con el cielo; la muchacha sorprendió gratamente al destronar a la titular del orbe con la certeza propia de los grandes; mientras en la carrera de los 800 metros, sin ser favorita se tituló la santiaguera Adriana Muñoz para rendir tributo a esa estelar atleta de todos los tiempos: Ana Fidelia Quirós.
La lucha femenina aportó las dos primeras preseas doradas en estas lides por intermedio de Lisset y Katherine, y la yudoca Idalis Ortiz protagonizó muy buen combate frente a una boricua para sumar la medalla de oro 30 de la delegación cubana y acercarnos un poquito más al segundo lugar que ocupa Brasil.
La ciclista Lisandra Guerra dio batalla como su apellido para coronarse con un sprint de leyenda en la prueba de velocidad pura, frente a la colombiana Diana María García que la había derrotado en Río2007; y en el taekwondo se lució la habanera Glenhis Hernández.
Hay más nombres de mujeres de oro, y otras de plata y de bronce que merecen reverencia por lo que han hecho y por lo que todavía seguramente harán para que Cuba siga brillando en el deporte.