martes, 11 de febrero de 2014

Mejor que lo cuente Chávez, el arañero de Sabaneta


Aída Quintero Dip
Cuentos del Arañero, escrito por los periodistas cubanos Orlando Oramas León y Jorge Legañoa Alonso, me devuelven por estos días a Chávez en su gran dimensión humana y revolucionaria.
Lo siento cerca, lo siento vivo, en momentos en que el mundo le rinde honores durante la jornada Por aquí pasó Chávez, y especialmente Cuba lo recuerda por ese proverbial amor a Fidel, a su pueblo y a su Revolución.
En los 175 relatos nos relevan al arañero que llegó a Presidente, al hombre que dejó una estela de cariño por todas partes, con anécdotas del carismático líder y la impronta de quien vive hoy más que nunca en el corazón de la gente.
Pasajes conmovedores como su propia existencia, que pasan desde la devoción por la familia, el béisbol, las Fuerzas Armadas, los próceres y su adorada Venezuela, la consumación de todos sus amores.
Una historia y una investigación que trasciende al entregarnos una vida de batalla, que enseña, polemiza, pone a pensar y convence; una historia de humor y amor que nos presenta a un Chávez alegre, soñador, de una entrañable amistad con Fidel y con Cuba.
El bolivariano de pura cepa, que cantó con el corazón de su Patria querida, típico llanero fabulador, del chiste, los corridos y las coplas, pues como dijo alguien: Chávez canta mal, pero canta bonito.
Sale de los episodios de Cuentos del Arañero  el niño de Sabaneta, en el Estado de Barinas,  que creció e hizo grandes obras por la humanidad, y que también sufre en las páginas del libro ante el dolor del pueblo.
Hoy, educadores de más de 40 países reunidos en el IX Congreso Internacional Universidad 2014, en La Habana, rindieron tributo al Comandante Hugo Chávez, fallecido en marzo del 2013, y reconocieron su aporte a la revolución educacional que tiene lugar en Venezuela.
Casi dos mil 700 delegados e invitados participan en la cita, para impulsar una enseñanza superior realmente comprometida con las realidades y problemas de cada sociedad.
Momento especial de la jornada fue el homenaje al recordado líder bolivariano, cuyo gobierno impulsó las misiones sociales que llevaron salud y conocimientos al pueblo venezolano, con la ayuda solidaria de Cuba.
El mejor tributo que puede entregársele a un  hombre como él.
Le doy otra vez la razón al cantor Alí Primera: "Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos".

Noel, atrevido y afortunado hombre de la radio


Aída Quintero Dip
    Por las calles santiagueras anda Noel Pérez Batista, con sus lúcidos 82 años y una carga de historia a cuestas.
   Su corazón palpita más rápido que de costumbre cuando se le reconoce como el hombre que convirtió la radio comercial en revolucionaria, al encadenar, por orden de Fidel Castro, la Radio Rebelde.
   Testimoniante excepcional de la memorable jornada del primero de enero de 1959, al desafiar a la sangrienta tiranía y, en nombre del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), afirmar la disposición de CMKC, Radio Oriente, de dar respaldo a los rebeldes en el cerco y posible ataque a la ciudad de Santiago de Cuba.
   Con 24 años entonces tuvo la osadía, rayando en la locura, de hacerlo, según admite: “Yo no evaluaba el peligro, ni pensaba que ese hecho pasaría a la historia, uno hacía las cosas porque lo sentía, quería liberar a Cuba y cuál mejor lugar que Santiago de Cuba, donde cada día aparecían jóvenes muertos.
   “Y además de ser locutor de la CMKC, que tenía gran audiencia, yo era coordinador de la célula obrera del M-26-7 y asesoraba todo lo que transmitía ese órgano de difusión para contribuir, de alguna manera,  a la lucha en la Sierra Maestra y el llano.
   “Dígale al Comandante Fidel que la radio santiaguera está dispuesta a dar el apoyo que sea necesario, hasta las últimas consecuencias; lo dije así categórico y radical, porque conocía bien a la mayoría de los trabajadores del medio y había sido testigo de sus muchos actos conspirativos.
   “Recuerdo cuando el líder rebelde llegó a CMKC  y fue directo hacia la ventana a hablarles a quienes se habían congregado en los bajos de la emisora, y yo detrás con el micrófono abierto todo el tiempo. Saludó al pueblo, lo llamó a la calma y lo convidó a estar muy atento a las orientaciones”.
  Noel vivió con intensidad, sin percatarse de horas ni minutos, el momento del triunfo de la Revolución, cuando tuvo el honor de cumplir todas las órdenes de Fidel, “en tiempo en el cual aún se paseaban por las calles de la ciudad los batistianos y la confusión era enorme, y también el riesgo, pero no se podía estar con medias tintas”, recalca.
  Tiene palabras de elogio para dos luchadoras clandestinas que arriesgaron la vida junto a él: Josefina Tadeo e Hilda Franco, así como también otros revolucionarios, con los cuales tomó la emisora en nombre del Movimiento y siguió la transmisión y enfrentó a los guardias, pues no se dejaron intimidar ni con los tiros que impactaban contra el edificio.
  Aunque se considera un aprendiz de revolucionario, nunca olvida la oportunidad en la cual al combatiente y locutor Jorge Enrique Mendoza le preguntaron qué creía de la actitud de Noel el Primero de Enero, y contestó: “Primero se jugó la vida, y luego protagonizó un gesto histórico, realmente heroico”.
   Este hombre afortunado simboliza la voz de la Revolución junto a colegas muy conocidos de Radio Rebelde como Orestes Varela, Violeta Casal, Miguel Bofill y otros, y se le considera el locutor que se atrevió a hablar con Fidel en peligrosas circunstancias a expensas de que lo mataran, con el mérito adicional de haber cumplido todas sus órdenes.
   “Me di cuenta desde entonces del tamaño, de la grandeza de Fidel, quien creció ante mí con su discurso, o más bien conversación, con el pueblo santiaguero en el Parque Céspedes, el primero de enero de 1959, con los barbudos como custodia y testigo, y una euforia que apenas lo dejaba hablar por los aplausos”.
  Atesora anécdotas de aquellos días, por ejemplo, su primer reencuentro con el Comandante en Jefe, quien lo miraba de arriba abajo, evidentemente, reconociéndolo en una ocasión en que lo presentó como orador en un aniversario de la muerte de Frank País.
  Allí se hallaban Haydée Santamaría y Vilma Espín, con la cual había conspirado desde el 30 de noviembre de 1956.
  El Premio Nacional de la Radio Cubana vive ahora el raro privilegio de sentir la trascendencia del acontecimiento del que fue protagonista hace 55 años, con la misma emoción de la primera vez.

Febrero de amores


María Elena Balán Sainz
  Con una sabia frase del escritor francés Antoine Saint-Exúpery que postula “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección” iniciamos este comentario.
  Su título: Febrero de amores, quiere hacer alusión no solo al próximo 14,  cuando celebraremos el Día de los Enamorados, sino a cada jornada porque una relación es más que la unión de dos personas, representa un intento de entretejer características, valores y expectativas, algunas similares y otras muy opuestas, para poder convivir y crecer juntos.
 La mayoría de los problemas de pareja se originan debido a la mala comunicación; y por mucho que se quieran, si no hablan sobre aquello que cada uno espera del otro, si no tratan de entender y aceptar sus diferencias y establecer nuevas reglas, el matrimonio o noviazgo no va a funcionar.
 Lo anterior no tiene no tiene que ver con el amor, puede seguir existiendo, pero irá debilitándose si  los implicados no toman conciencia de su forma de pensar, de expresar sus sentimientos,  expectativas, proyectos personales.
  Una joven se lamentaba del machismo de su esposo, quien le ponía freno a cualquier iniciativa de ella, no le gustaba que visitara a su familia ni saliera sola, aunque fuera a comprar artículos necesarios para el hogar.
  Se amaban, pero la falta de comunicación fue creando desconfianza, ausencia de reconocimiento de lo bueno que hacía una u otro. Crearon muros de silencio por temor al surgimiento de situaciones desagradables ente ambos.
  Hasta los celos crecieron con el paso del tiempo y la pareja fue perdiendo el buen manejo de sus emociones y al final, llegó la ruptura, aunque seguían queriéndose.
  ¿Hablas con tu pareja sobre lo que sí se permite entre ustedes y lo que no se acepta? ¿Lo que comparten con los demás y lo que solo es entre ustedes dos?
 ¿Tienes claro cuánto tiempo es solo para él o ella y cuánto es para los demás o para otras actividades, incluyendo a los hijos y al trabajo?
  No se puede mentir y hay que abrirse a la pareja, confesando traumas, adicciones ocultas, momentos íntimos y personales, con todo lo que ello pueda suponer. Con esto aprenden a aceptarse tal y como son, con sus aciertos y sus defectos, lo bueno y lo malo sin que afecte a su amor.
  Conozco parejas que  someten su relación a rutinas o cargas tan previsibles  cuyo sendero conduce al aburrimiento y al final acaba pasando factura.  Suele, en muchos casos,  ser una consecuencia de otros problemas acumulados precisamente como falta de comunicación, de equidad en las cargas asumidas por uno u otra, inflexibilidad, amistades, gustos diferentes, sexo.
  Sería oportuno reflexionar  en este febrero de amores acerca de la convivencia, bien sea con la pareja, amigos, familiares. Repasar los detalles, hacer conciencia de dónde están las fallas, corregirlas, ir en función de salvar los obstáculos.
  Porque el amor, como bien dice la canción de Silvio Rodríguez, engendra maravilla, convierte en milagro el barro, nos hace sentir más plenos como seres humanos.