jueves, 29 de enero de 2015

Fidel Castro disfruta de muy buena salud, afirma Frei Betto




La Habana, 29 ene (AIN) El intelectual y teólogo brasileño, Frei Betto, afirmó que el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, se encuentra en muy buen estado de salud y ánimo, citado por el diario Granma hoy.
   Para tristeza de sus enemigos, el Comandante Fidel disfruta de muy buena salud y muy buen humor, aseguró Betto este miércoles luego de un encuentro con estudiantes en la Universidad de La Habana, acompañado por el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
   Betto y Fidel sostuvieron el martes una amistosa conversación sobre temas nacionales e internacionales, informaron medios de comunicación de la isla.
   Lo vi muy bien, está delgado pero muy lúcido, anotándolo todo en su cuaderno, y muy enterado de todo lo que ocurre a nivel nacional e internacional, afirmó al comentar el encuentro.
   Es el Fidel de siempre, que permanece en su punto de observación privilegiada, con todo respeto a la gestión del presidente Raúl Castro, y muy optimista. A él se aplica perfectamente el axioma que siempre cito: hay que dejar el pesimismo para días mejores, agregó.
   Betto afirmó que durante la afectuosa charla hablaron de varios temas, entre ellos de su encuentro con el Papa Francisco, por quien Fidel tiene una profunda admiración.
   Aseveró que Fidel quiso conocer su opinión sobre el inicio del proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a lo que respondió que coincidía en que es un paso muy positivo y un diálogo que tiene que darse.
   Pienso que Estados Unidos no solamente debe cambiar sus métodos, sino también sus metas; definir con qué objetivos quiere, efectivamente, mantener buenas relaciones con el pueblo de Cuba, apuntó Betto, y destacó la decisión de la isla de preservar las conquistas, virtudes y valores de la Revolución.
   Precisamente, sobre ese y otros temas habló antes el fraile dominico a los estudiantes, a quienes conminó a estar atentos a la carga simbólica que acompaña al mercado, y tener presente que “la parte más vulnerable del cuerpo humano es el bolsillo”.
   Por su parte el primer vicepresidente cubano significó en el intercambio que “esta es la generación más alejada de la generación que creó la Revolución, por eso debemos fomentar la formación de valores en ustedes para que esta separación temporal no se convierta en separación ideológica.
   “Ustedes nacieron con salud y educación gratuitas. Estos son logros de la Revolución y ustedes al nacer con ellos se sienten con derechos, lo ven como una obligación y esto que la Revolución ha construido es hoy una de las quimeras de muchos pueblos en el mundo”.
   En el debate se dialogó también sobre cómo encauzar los movimientos rebeldes del mundo y cómo evitar que la deshistorización de la historia y la seducción ideológica nos afecten.
  Al respecto, Betto afirmó que “el problema filosófico principal del mundo es precisamente la deshistorización de la historia en un orbe con marcadas tendencias globocolonizadoras”, es decir, la imposición al mundo de un modelo económico en aras de que se pierda lo identitario.
   “Una Revolución no puede ser considerada un hecho del pasado, debe ser en ustedes un hecho del futuro, porque esta no se hace de consignas, se hace de valores subjetivos y esta juventud debe preservar las conquistas de la Revolución. En cuanto a los movimientos de protesta esa es su principal limitación, que son de protesta y no de proposiciones”, apuntó.

miércoles, 28 de enero de 2015

Isabel Rivero, la eterna enamorada de Martí



Gloriadelys Wright Hernández
  De pequeña estatura, pelo corto, espejuelos que esconden las luces verde azules que brotan de sus ojos y con una voz inusual, tierna pero vivaz, capaz de incentivar en niños y adultos el estudio de la obra del Apóstol, se presenta Isabel Cristina Rivero, la eterna enamorada de Martí.
  Ella, quien por más de 17 años se ha desempeñado como museóloga en el Memorial José Martí, en la capital de Cuba, persigue un solo propósito: hacer del Maestro una figura viva, un hombre que trascendió a su época, y cuya grandeza fue la capacidad para aunar a cubanos y foráneos en una misma causa, la independencia de los pueblos de América.
  En sus inicios, confiesa que solo conocía la impronta literaria del Apóstol, sus poemas y escritos periodísticos.
  Pero redescubrir al Martí guía, al cubano incomprendido en ocasiones, no exento de errores, con un amor inmenso por Cuba y por su familia y amigos, ha sido la mejor recompensa de trabajar en ese lugar por casi dos décadas.
  Precisamente, a esa genial persona, humilde por sobre todo, es a la que Isabel logra acercar a quienes visitan el Memorial, centro histórico-cultural que atesora, en dos de sus salas, dibujos, grabados, iconografías, ediciones de libros y objetos relacionados con el más universal de los cubanos.
  Y es que, con su compañía, el recorrido devine un extraordinario viaje a la vida del Apóstol, al indagar en facetas poco tratadas en la bibliografía tradicional, porque como Isabel advirtiera, la obra del Maestro es infinita, pues sus estudios se multiplican cada vez, con interpretaciones y descubrimientos que develan nueva luz a lo ya conocido.
  Por eso, para quienes viven y visitan Cuba, se impone asistir al Memorial, edificado en forma de estrella en el lugar más alto de La Habana y que resguarda parte de la historia de América Latina, como la réplica del sable que le entregó Hugo Chávez al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, durante su encuentro en el Aula Magna.
  En ocasión de este 28 de enero celebrarse los 162 años de su natalicio, el Héroe Nacional se reafirma como el hilo conductor entre el pasado y el presente, sus ideas han sido indiscutiblemente la guía para formar la nación cubana, teniendo como precepto que “la libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio".
  Quienes asistan con Isabel al paseo por la vida del Apóstol, será obligatorio ir otra vez al Maestro, retomar y reaprender su ideario, porque es esa la inquietud que despierta una mujer que ha hecho de Martí un espíritu de vida.

lunes, 26 de enero de 2015

¡Gracias por todo, Maestro!




María Elena Álvarez Ponce
  “Un misterio que nos acompaña”, escribió Lezama, y la frase, espléndida y no menos enigmática, es un traje hecho a medida de nuestro Martí, el de todos y ese otro personal, íntimo -ora real y tangible, ora ideal, casi sobrehumano-, que cada quien lleva consigo, algunos sin darse cuenta, otros cual preciado amuleto.
   Porque, definitivamente, misterio es, que inquieta, deslumbra y convida a ser develado, aunque no del todo, para poder volver a él, una y otra vez, siempre en busca de más.
   Pero, más allá del enigma, o quizá en su mismísima raíz, Martí es un amigo. Al encuentro de ese hombre que tanto amó a los niños, supo entenderlos y llegar a su corazón, hemos ido todos en la infancia, y ante su busto en la escuela o las páginas de “La Edad de Oro”, fueron entretejiéndose los hilos y sellada una amistad para toda la vida.
   A esa persona entrañable acudimos en las buenas y, más aún, en las malas, porque José Julián es remanso y es brío, oráculo y sortilegio, refugio en la tempestad, brújula en una encrucijada, confidente de alegrías y anhelos, consuelo para cualquier pena, fuerza para afrontar desafíos y rigores.
   Igual que al camarón del cuento, lo llamamos para que nos saque del apuro, y sea lo que fuere que buscamos, en ese pozo de sabiduría infinita nunca dejaremos de hallar respuestas: la frase perfecta, el argumento irrebatible, el consejo sensato, el verso enamorado…
   Claro que hay que leer -y mucho- a Martí: al político genial, al pensador visionario, al periodista y escritor, al pedagogo, al poeta, al dramaturgo y al crítico de arte, pero, por sobre todas las cosas, tenemos que aprender de Martí, pensarlo, sentirlo y vivir y obrar martianamente, hoy más que nunca.
   Verdad que otros son los tiempos, pero igual egoísmo, vanidad, codicia y tantas miserias siguen siendo los peores enemigos de la raza humana. Como entonces, se trata de elegir entre la bestia y el ángel, yugo y estrella, Goliat o David, la América de Monroe o la de Bolívar, el caos y la destrucción, o la razón y el equilibrio del mundo.
   En las ideas y actuar consecuente de ese hombre transido de amor, que antepuso siempre el deber al placer y la conveniencia, que pudiendo tener, prefirió ser y echó su suerte con los pobres de la Tierra, están las claves y esencias, y en la perenne apuesta martiana por la virtud, en su pasión inmensa, infinita, por Cuba.
   Símbolo de cubanidad tan firmemente enraizado como la palma real, Martí resume nuestro devenir como nación y señala nuestro destino. ¿Acompañarnos? Claro, pero ese ser humano terriblemente puro -al decir de Gabriela Mistral- no fue, es ni será jamás un simple compañero de viaje, sino luz de aurora que guía y alienta. No soltemos su mano familiar y
salvadora.