Flanqueado por un grupo de periodistas fuera de serie, el
periódico Sierra Maestra de Santiago
de Cuba no descansa desde que el huracán Sandy se ensañó con su ciudad...
LETICIA
MARTÍNEZ (Cubahora)
Luego de “Sandy”,
el periódico Sierra Maestra comenzó
a circular diario.
Cuentan que las noches se hacen cómplices de los amaneceres;
que los días se pierden entre planas que dejaron de ser semanales para agitarse
en la divina locura del diarismo; que el cansancio insiste, vanamente, en
petrificar los cuerpos; que mientras algunos escriben como locos para “nunca
dejar de informar”, en sus casas se divisa el cielo por el espacio que alguna
vez fue un techo.
Así han sido los últimos días en la redacción del periódico Sierra Maestra, de Santiago de Cuba,
desde que un endemoniado huracán se ensañara con la ciudad más “rebelde” de la Isla. Y como no encuentro
mejor forma de describir tanto ajetreo, tomo prestadas las palabras del
periodista Jose Ángel Álvarez Cruz: “Somos un grupito de damnificados que no
descansamos, si les digo la verdad no sé qué día es hoy, pero estoy seguro de que
hay periódico”.
Es que “Sandy” ha obligado al
semanario a cambiar sus rutinas productivas en medio del desastre que cambió la
vida a un montón de personas. Hoy la ciudad no es la misma, tampoco lo son sus
urgencias. Por eso el periódico Sierra Maestra, tan a tono siempre
con su gente, comenzó a circular una edición diaria para actualizar a la
población sobre las tareas recuperativas, la llegada de la ayuda, las muestras
de solidaridad, así como las imprescindibles recomendaciones sobre los cuidados
a la salud, tan vulnerable siempre luego de cualquier tragedia.
Sobre el trabajo del Sierra Maestra en
tiempo de huracán, conversa Cubahora
con Olga Thaureaux Puertas, su directora, quien narró que “desde la fase
Informativa hasta el mismo paso por Santiago de Cuba, cerca de la una de la
madrugada, estuvimos actualizando la
Web, nuestras páginas en las redes Facebook
y Twitter. Al propio tiempo los materiales que se ubicaban en la Web, se transmitían para el
telecentro Tele Turquino y la emisora provincial CMKC”.
- Supongo entonces
que la agenda de temas cambió. ¿Cómo conforman la nueva agenda temática?
En estas circunstancias la temática es una sola: la
recuperación y rehabilitación desde todas las aristas, dígase deporte, con sus
instituciones; cultura con la programación especial en los barrios, lugares que
acogen a albergados, además de las labores propias de recuperación de sus
centros; electricidad, comunicaciones, acueducto, educación, pero todo
relacionado con la recuperación, salvo excepciones como las elecciones y las
votaciones en la ONU.
- ¿Cómo sobreponerse
a la tragedia y comenzar a hacer periodismo en tiempo de desastre?
El cómo, realmente no puedo definirte, sólo puedo decirte
que muchos de nuestros compañeros tienen afectaciones en sus viviendas y se han
mantenido rindiendo como el resto, tanto los más jóvenes, aun en
adiestramiento, como los más viejos.
- ¿Cómo valora el
trabajo de los periodistas de su medio?
Considero a Sierra
Maestra una escuela, tanto desde el punto de vista profesional como
personal, y valoro que todas las generaciones de periodistas existentes acá hoy
tienen claridad de la responsabilidad que tenemos de brindarle una información
diaria a la población, si tenemos en cuenta que después del paso del huracán Sandy
toda la provincia estaba sin fluido eléctrico, y esta era la vía para recibir
información, en medio de tanta destrucción.
- ¿Algún periodista
sufrió daños?
Varios compañeros tuvieron daños en su vivienda,
fundamentalmente los techos. Muchos después de amanecer trabajando, llegaron a
su casa y se encontraron la destrucción, crearon condiciones de seguridad mínimas,
y se reincorporaron al trabajo.
- ¿Se habían
enfrentado antes a una situación tan extrema?
No, llevo 24 años en Sierra
Maestra, y no recuerdo algo así. Santiago de Cuba hace muchos años no había
sido afectada de esta manera por un fenómeno meteorológico.
- ¿Se dañó la
institución del periódico?
Sí, al ser empujada por los vientos las estructuras de
aluminio algunos cristales se partieron; y la cubierta, pues todas las mantas
de la impermeabilización fueron levantadas por el viento.
- ¿Qué enseñanzas
dejó “Sandy” para la prensa en Santiago?
Enseñanzas, muchas. La integración cada vez más entre los diversos
medios de comunicación; la necesidad de instruir a la población sobre estos
temas para incrementar aún más la percepción de riesgo ante fenómenos de este tipo;
que a pesar de las limitaciones de recursos que poseen los medios, la voluntad
y el deseo de hacer valen mucho cuando el deber nos llama.
Y como por más que insistiera, la directora del periódico no
iba a lanzar alabanzas sobre lo que ella misma llama cumplir solo con el deber,
vuelvo a tomar prestadas otras palabras. Esta vez son las del fotógrafo Ismael
Francisco González, quien se lanzó a Santiago no más pasaron los vientos. A su
regreso, Ismaelito agradecía a los colegas de Santiago en su página de
Facebook:
“Gracias por demostrarme que un colectivo unido es una
familia, es también parte de un hogar… gracias sobre todo por enseñarme a ser
mejor ser humano, mejor profesional y más consecuente con las cosas simples de
la vida… Solo les cuento un detalle: cada día, al llegar, alguno de esos héroes
anónimos del periódico Sierra Maestra
daba la noticia con una sonrisa: “ya tengo luz”; o se le preguntaba “¿aún no
tienes?”. Y siempre salía esa voz de hermano: “Compay, no te preocupes ya está
llegando”.
Y es que si Santiago es mucho Santiago, su periódico también
es mucho periódico. No podría ser de otra manera.