Aída
Quintero Dip
Hay que quitarse el sombrero ante un hombre
de notables aportes y militancia como Wilkie Delgado Correa, especialista de
Segundo Grado en Fisiología Normal y Patológica, Doctor en Ciencias Médicas,
Profesor Titular y Consultante,
acreditado con la categoría especial de Profesor de Mérito y Vanguardia
Nacional por 18 años.
Con ese aval, no sorprendió descubrirlo entre
los trabajadores cubanos condecorados, este Primero de Mayo, con la Orden Lázaro Peña de Primer Grado,
cuando ya relucía en su pecho la de Tercer Grado, para sellar una trayectoria
sobresaliente de 54 años de faena.
“Si bien entraña un honor que siempre se
recibe con gratitud y compromiso renovado, implica el agradecimiento inmenso al
colectivo de la Universidad de Ciencias Médicas en Santiago de Cuba, entrañable
y muy generoso en considerar la propuesta para tales reconocimientos que me
enaltecen”, refirió con modestia.
Ha perdido la cuenta de los lauros que
ostenta, pero cada uno tiene su significación como las Órdenes Frank País de
Primer y Segundo Grados por la trayectoria profesoral integral; la Orden Carlos
J. Finlay por la obra prominente en el campo de las ciencias e investigaciones;
y la "Lázaro Peña", que se le
otorgó a propuesta de la Central de
Trabajadores de Cuba por su desempeño laboral relevante.
“Actualmente participo en el trabajo
educativo de los estudiantes, un hecho
reconfortante para mí, y como miembro del Comité Académico de las
Maestrías de Salud Pública, en los tribunales de categorías docentes en
especialidades médicas y estomatológicas, y en el Comité Editorial de la
Revista científica MEDISAN”.
Su empeño no conoce fronteras. Ha concurrido
a eventos en Canadá, Alemania, Hungría, México, y ha hecho labor de
investigación conjunta con el Instituto de Fisiología de la Universidad de Rostock, y asimismo con las
Universidades de Berlín, Angola y el territorio azteca.
“En la década del 80 cumplí misión
internacionalista en Angola como profesor de la Escuela de Medicina de la
Universidad de la hermana nación africana, donde colaboré en la creación de la
Filial de la Facultad en Huambo y contribuí en la formación de jóvenes
docentes”, recuerda.
“Respecto a la familia, creo que ha sido
invariablemente la retaguardia, quizás debo señalar la vanguardia, y en
especial, mi esposa, que es esa heroína que todo el mundo quisiera tener a su
lado, en las buenas y en las malas”, confiesa.
“Tengo dos hijos, uno ingeniero mecánico y
otro médico neurofisiólogo;, y no puedo olvidar a mis padres, y esa familia
mayor que han sido mis compañeros de trabajo,
de vecindario y otros ámbitos sociales, que siempre son un abrazo
seguro. Y la más grande, la Revolución, sin la cual todo lo que he vivido y
podido ser, no hubiera sido posible”.
Nacido en Baracoa, Guantánamo, devino
santiaguero desde 1963 cuando decidió estudiar Medicina en la indómita ciudad,
donde tuvo el honor de tener muy buenos profesores que le aportaron
conocimientos, cultura y ética, entre ellos Alberto Granado, el gran amigo de
Ernesto Che Guevara, de quien guarda gratos recuerdos.
Wilkie atrae por ser erudito y a la vez muy
campechano, un hombre apasionado, feliz, versátil, fecundo, tiene publicados,
presentados o tutorados más de 300 trabajos científicos, incluyendo Tesis de
Especialización, Maestría y Doctorado.
En su haber atesora 18 obras publicadas y
otras 10 por salir a la luz. Fue premiada su Tesis de Doctorado en el Concurso
Premio Anual de la Salud Carlos J. Finlay en 1978, y se le concedió el Premio
Carlos J. Finlay por la Excelencia del Ministro de Salud Pública en 1998.
Martí tiene un sentido especial para él: “He
profundizado en la obra del Héroe Nacional para entender mejor los fenómenos
actuales, en 2003 obtuve la Distinción Utilidad de la Virtud, de la Sociedad
Cultural José Martí, por aportes a los estudios martianos, con cuatro libros
publicados: José Martí frente al sueño americano, Sol y luz de Martí y Fidel,
una pedagogía para el siglo XXI; José Martí y la Medicina, y El concepto de la
vida de José Martí”.
Como escritor posee una rica trayectoria
literaria con textos de cuento, novela y ensayos publicados y otros por editar,
por lo que ha sido invitado en varias ocasiones a las actividades del Premio
Casa de las Américas, y ha obtenido mención
en el Premio Mundial de Poesía Nosside 2009, 2010 y 2012.
“También conservo con mucho orgullo la
Distinción Félix Elmuza, de la Unión de Periodistas de Cuba, por mi
contribución a ese sector que se inició en el frente de propaganda del
Movimiento Revolucionario 26 de Julio durante la insurrección”.
Ha tenido una actividad destacada en la lucha
por la liberación de los Cinco Héroes a
nivel internacional, con numerosos artículos divulgados en sitios web de
Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Colombia, en
varias naciones de Europa y en los países árabes, algunos traducidos a otros
idiomas, y ha terminando un volumen sobre ellos, titulado Los héroes no están
cansados.
Fundador del Partido Comunista de Cuba, se
define como una persona que no mide las consecuencias cuando de defender
principios se trata, y reconoce como
filosofía de la vida hacer las cosas que hay que hacer en el momento preciso.
Tantos lauros no lo envanecen, tantos empeños
no le merman energías, sencillamente lo estimulan para seguir siendo útil,
porque Wilkie Delgado Correa piensa como Martí: “El hombre es un instrumento
del deber, así se es hombre”.
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