miércoles, 14 de febrero de 2018

Un día especial, perfumado por el aroma del amor




María Elena Balán Sainz
  Se sienten aires románticos, de mucha ensoñación, perfumados por el aroma del amor,  este 14 de febrero acoge a los novios bajo el arco de Cupido, ese diosecillo travieso que anda haciendo de las suyas con flechas que marcan por igual a cualquier mortal, no importa edad, raza ni sexo.
   Expertos aseguran que el amor es como un bálsamo con infinidad de cosas buenas, porque quien se sumerge en un estado de enamoramiento puede hasta frenar el envejecimiento, sentirse con mayor bienestar, con un estado de ánimo bueno, todo lo cual influye en la capacidad de ahuyentar el estrés, tener como especie de un escudo que protege de las enfermedades.
   Pues sí, esto tiene su explicación científica y se basa en que hay un compuesto orgánico llamado feniletilamina, que forma parte de las anfetaminas  causante de esos cambios que aparecen en los novios.
   Por eso quienes se enamoran sienten en el estómago algo así como el revoleteo de maripositas ante la proximidad del ser amado, ya sea porque toca su mano o le devuelve una mirada apasionada. Entonces ocurre la liberación de la feniletilamina.
   Quienes caen en las redes del amor son como un surtidor que libera dopamina, conocida como hormona del placer que no es más que una sustancia que entra en el torrente sanguíneo cuando se experimenta aquello que da goce, como las relaciones sexuales, comer un chocolate o cuando se droga un individuo.
   Es provocadora de una sensación eufórica propia de esas personas que están enamoradas. Científicamente está demostrado que la dopamina es la responsable de ese comportamiento del enamorado de centrar la atención solamente en la persona a la que ama.
   Los expertos insisten en destacar que ese deseo de contacto emocional que experimentan los enamorados tiene como responsables a la oxitocina y vasopresina, que se presentan en el torrente sanguíneo cuando esos dos seres que sienten atracción entran en un contacto que los subyuga, dígase miradas cargadas de pasión, estrecharse en un abrazo o tener sexo.
   En tanto, la hormona testosterona agrega ese puntito picante de la pasión y es por eso que su nivel de concentración resulta elevado al haber contacto. Se dice que los hombres lo poseen más alto que las féminas y que el varón exhibe la capacidad de despertar un gran revuelo pasional en la hembra con solo besarla por el intercambio de saliva.
   Todo esto justifica que novios bajo el arco de Cupido tengan altas concentraciones de estrógenos en esa etapa en que les parece flotar en el aire.
   Se le agrega a lo anterior la presencia de otro ingrediente más que va a la sangre cuando se está enamorado, se trata de la melatonina, cuya virtud mágica es ralentizar el envejecimiento, incrementar la lozanía, la vitalidad e incrementar los deseos de vivir.
   En tanto, la noradrenalina, conocida como hormona del estrés, provoca en los enamorados un estado de ánimo positivo, alegre, de felicidad y vitalidad. ¡Cuántas cosas buenas representa estar enamorados!
  Déjate atrapar por uno de esos flechazos del diosecillo del amor, que anda muy activo en este mes de febrero, cuando se celebra el Día de San Valentín o Día de los enamorados y se respira la fragancia de lo más excelso del enamoramiento, ese sentimiento divino e inigualable.

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