viernes, 28 de septiembre de 2012

La mejor fiesta del barrio



Aída Quintero Dip
El 28 de septiembre de 1960 nacieron los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), fruto de la sabiduría y espíritu visionario de Fidel; al calor, energía y patriotismo del pueblo han crecido en estos 52 años con suficiente fuerza como para seguir latiendo al compás de la Revolución, ofreciendo de una manera sui géneris el mejor de los servicios a la Patria.
El Comandante en Jefe tuvo la perspicacia para intuir que era ese el preciso momento y no otro para fundar una organización que se sustentaba en la vigilancia revolucionaria, cuando peligraba la existencia misma del proceso recién comenzado. Pero les han dado vida y aliento a otras muchas misiones.
Un suceso, dentro del acontecimiento mayor que resultan  los propios CDR, son las tradicionales fiestas del 27, esperando el 28 de septiembre, que tienen el poder de aglutinar a los vecinos de la cuadra para celebrar la efeméride, reseñando cuánto se ha hecho con el aporte de todos, desde tareas tan sensibles como las donaciones voluntarias de sangre hasta la recogida de materias primas, o sencillamente el reconocimiento a quienes más sobresalen en el cumplimiento del deber.
Gratos recuerdos guardo de estas fiestas del barrio, donde los cederistas nos reunimos como una gran familia para festejar. Así ocurre siempre, así sucedió  en la noche de este 27, cuando la proverbial solidaridad de los santiagueros y la alegría que desbordan por los poros, convirtieron este arraigado encuentro en otra jornada inolvidable.
La principal anfitriona fue la sabrosa caldosa, no la de los famosos tuneros Kike y Marina, que han inspirado incluso una canción; sino la de mis coterráneas Nora, Mariela, Fela, Carmen y Elena que saben ponerle el aderezo necesario y darle un punto como para chuparse los dedos.
Entre el chiste, el baile y el traguito que tampoco faltan en la festividad, se pasa un rato muy agradable, y quien no está por cualquier circunstancia, lo siente. Ahí está el mensaje que recibimos de Arianna, la médica del barrio que está cumpliendo misión en Venezuela y quiso contarnos su nostalgia por perderse la fiesta de sus vecinos.
Y es que los Comités de Defensa de la Revolución tienen la virtud de haber hermanado a hombres y mujeres de todas las generaciones, profesiones y oficios,  en el afán de preservar el barrio que es preservar la Patria, y de fomentar valores como la unidad, la solidaridad y la amistad, precisamente en los más jóvenes.
La noche fue oportuna también para el tributo a una organización con la madurez de 52 años y el fervor del primer día, de la que sentimos orgullo por ser expresión auténtica de la voluntad de salvaguardar la sociedad que edificamos.
Este día de cumpleaños hubo en mi CDR un momento muy especial para homenajear a tres fundadores: Gerardo, Manolo y Gilberto, que como tantos otros se dedicaron sin miramientos a las tareas fundacionales; ellos soñaron, se arriesgaron, vivieron, no pensaron en medallas ni méritos, solo en la satisfacción de saberse partícipe de la creación de una obra mayor, una organización de masas que hace y defiende la Revolución desde la comunidad.





jueves, 27 de septiembre de 2012

“…valor que parece heroico”



AÍDA QUINTERO DIP
La  solidaridad es una de las virtudes más  hermosas  -y generosas- que a lo largo de los siglos se ha cultivado,  para bien de la humanidad  y de la perpetuidad  de la especie. Cuba  acumula una rica tradición en tal sentido,  desde las luchas por la independencia y soberanía nacionales.
Una de sus expresiones más impactantes  -en la actualidad- se manifiesta en las misiones médicas que cumplen los profesionales de la Salud  en  diversos países del mundo, donde se les reconoce como el ejército de batas blancas que esparce salud y vida, con un desinterés desconocido hoy  en este planeta nuestro.
La palabra tiene su propia magia y  puede mover el mundo mediante voluntades, políticas, movimientos. Pero le falta aún mucho más sentido de pertenencia en numerosos casos y ciertos acentos comunes.
Creemos en su poder cuando de aunar  voluntades y energía se trata,  como en el caso de la lucha por la liberación de los Cinco compatriotas que permanecen injustamente en los Estados Unidos, por ser antiterroristas;  misión  en la que los cubanos llevamos 14 años  con el respaldo de muchas personas honestas del planeta.
Ser solidarios es ser generoso, dadivoso, desprendido; reciprocar actitudes y acciones que en lo más profundo de cada cual engrandecen el espíritu y enaltecen  el paso por la vida de cualquier persona. Conozco a muchas que sobresalen por esta cualidad.
Educar a los niños, niñas, adolescentes  y jóvenes en ese sentimiento  es una responsabilidad y también una necesidad  de la escuela y  de la familia, en aras de lograr una formación más integral  de cada generación, y de preservar los más auténticos valores que multiplican la especie y hacen perdurable la sociedad.
Anticipado como siempre a épocas,  fenómenos y prácticas, José Martí había expresado o -mejor dicho-  había enseñado: “No desearlo todo para sí, quitarse algo de sí para que toque igual parte a todos, es valor que parece heroico”.
Al analizar ese pensamiento  martiano,  se observa con claridad meridiana  que todavía  la solidaridad tiene muchos resquicios en nuestra cotidianidad, en el sentido de compartir no solo lo que nos sobra, sino -sobre todo- lo que tenemos, y  hasta lo que nos queda.
Es preciso educar a la familia, con énfasis en los hijos y nietos,  en la urgencia de  desterrar acciones  egoístas  y ambiciones personales,  que a la postre reducen al mínimo la dimensión  verdadera del ser humano  y lesionan proyectos sociales de mayor envergadura. 
La solidaridad expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración, y su práctica  se encuentra muy ligada a un sentimiento tan universal como el amor.
Hay actitudes reprochables manifestadas en lugares o servicios públicos hacia ancianos, embarazadas o sencillamente hacia mujeres, demostrando  pobreza de espíritu y  también  excesiva descortesía.
No es una crítica a ultranza para herir susceptibilidades;  aspiramos a una  mayor sensibilidad y comprensión ante nuestros propios problemas, para encontrar soluciones que, a veces,  están en nuestras manos. De esa manera  protegemos  valores sagrados  que valen mucho más que todo el dinero del universo. 
La solidaridad es una virtud contraria al individualismo y al egoísmo,  trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, y está convocada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones.
Es un sentimiento imprescindible  en una sociedad como la construida en Cuba a raíz del triunfo de la Revolución, que es necesario fomentar no solo hacia fuera,  sino  hacia adentro,  para  arraigar  valores y preceptos que hagan culto a una vida más edificante  desde la cuna y el hogar.

martes, 25 de septiembre de 2012

Trabajo y Seguridad Social en Cuba: un proceso benefactor


Aída Quintero Dip
La  sociedad basada en la propiedad privada sobre los medios de producción,  imperante en la Cuba  neocolonial y republicana, propiciaba que el empleo no fuera asunto de interés ni preocupación estatal, situación que tuvo un giro de 180 grados tras el triunfo revolucionario, cuando se puso en práctica el Programa del Moncada, diseñado y defendido por Fidel Castro y sus compañeros de ideales.
Santiago de Cuba era fiel reflejo del panorama nacional con un cuadro deprimente en cuanto a empleo y una inexistente seguridad social. De ahí la importante  misión de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, fundada en mayo de 1963, para dirigir y controlar la política concerniente a tan sensibles esferas en la nueva sociedad que nacía, venciendo vestigios del pasado y desafiando un cruel bloqueo.
Unas 500 mil personas en busca de empleo, en 1959, en Cuba,  representaban una tasa de desempleo de 23,7%, con el problema más grave en la desocupación femenina, además de cobertura incompleta, prestaciones insuficientes, desigualdad de derechos, desfalcos e inadecuado financiamiento,…hechos que retratan parte de la situación de la época.
A partir de las medidas adoptadas por la Revolución en materia laboral, desaparece el desempleo en 1960, como fenómeno social; en los años posteriores se propició a todos acceder a un trabajo digno, decoroso y bien remunerado; creció la población en edad laboral, y se crearon nuevos empleos; se promovió también un sustancial incremento de la presencia femenina en los puestos de trabajo.
Como consecuencia de las transformaciones propias de una Revolución inédita, el empleo posibilitó la unión de todas las fuerzas de trabajo a otros factores de la producción, en función de hacer crecer la economía y aumentar la riqueza productiva.
No puede olvidarse tampoco la arista social del empleo, como una condición necesaria  para el despliegue continuado de las capacidades humanas y como vía para obtener ingresos monetarios en aras de mejorar las condiciones de vida personal y familiar, y a los cuales el nuevo proceso gestado en Cuba dio verdadero valor.
Puede afirmarse que el empleo tuvo un justo precio tras el Primero de Enero, fue reconocido como un medio importante de inserción y movilización social, que contribuyó de manera trascendente a la transformación de las ideas y expectativas de las personas.
A partir de 1987, como forma de mejorar el modelo económico, se inicia un proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, que en términos de empleo se manifestó en la eliminación del sistema  de primas y plantillas infladas, se restringió la actividad por cuenta propia,  y se experimentó una nueva forma de organización del trabajo: los contingentes, con una influencia decisiva en el avance de la economía.
Un ejemplo de los nuevos tiempos que favoreció a los santiagueros, igual que a todos los cubanos, fue que no solo hubo interés y voluntad política por asegurar empleo, sino también por dignificar algunos oficios y profesiones, y humanizar faenas rudas.
Un hecho positivo en la década del 80 fue el rejuvenecimiento de la fuerza de trabajo y el salto cualitativo en materia de calificación, además de la incursión de las mujeres en disímiles esferas de la vida socioeconómica. Ellas fueron consideradas, sin obviar el aporte de los hombres,  un potencial decisivo para enfrentar los retos del desarrollo y la sostenibilidad.
Cuando hubo necesidad de iniciar un período especial, a raíz de la caída del campo socialista y del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, la nueva situación repercutió lógicamente en la economía y, por ende, en la esfera laboral.
Por ejemplo, se ampliaron las actividades por cuenta propia como una alternativa de empleo y de incremento de los ingresos familiares por la vía del trabajo, se redujeron las posibilidades de creación de nuevas plazas por la interrupción del proceso inversionista en varias ramas y la paralización total o parcial de empresas y entidades.
No obstante, se defendió siempre como decisión insoslayable que prevaleciera el principio de equidad en  todo este proceso de ajuste a las nuevas circunstancias, con el fin de preservar el empleo y los ingresos a los trabajadores estatales.
Entre lo más relevante, en cuanto a empleo, está la disposición de conservar la política vigente en sus aspectos sociales, que ha experimentado cambios para atemperarse a los nuevos tiempos,  signados por la crisis económica global que nos afecta, pero, sobre todo, en beneficio de las personas más vulnerables, con una seguridad social de avanzada, de mucho impacto y desconocida en muchos lugares del planeta.

martes, 11 de septiembre de 2012

Los Cinco en cinco prisiones federales de los EE.UU.



Wilkie Delgado Correa
La búsqueda de los Cinco Héroes en las prisiones federales permitió descubrir…
Estamos en septiembre, un mes que tiene mucho significado para el pueblo estadounidense pues le recuerda el atroz acto terrorista contra las Torres Gemelas y la secuela de miles de muertos y otros miles de seres humanos heridos y traumatizados psicológicamente. Es uno de estos sucesos que ninguna nación desearía tener que recordar ya que se trata de una  experiencia horrenda y muy traumática para todos sus habitantes. Pienso también que en todas partes del mundo este acontecimiento tiene igual connotación, pues nunca pueden ser justificables el crimen y el terror.  
En territorio de los EE.UU desanduvieron los terroristas que se entrenaron, planificaron, prepararon y ejecutaron los actos del 11 de septiembre. Sus andanzas llamaron la atención de agentes del FBI y memorándum sobre el potencial peligro para la seguridad del país llegaron a la máxima instancia de la agencia y del gobierno, en particular de George W. Bush. Sin embargo, a pesar de esos avisos de alerta previos, nada se hizo para detener a los terroristas y evitar sus acciones destructivas el 11 de septiembre de 2001. Ni el presidente ni ningún funcionario pagaron sus culpas penalmente por la inacción y la actitud omisa.
Desde mucho antes, pero desde muchos de decenas de años antes, en el territorio de los EE.UU han desandado como “Pedro por su casa”, es un decir pero es una verdad, cuantos terroristas cumplieron el triste y trágico protagonismo de planificar, preparar y ejecutar actos terroristas, no un día señalado, sino cualquier día y mes y año durante un lapso de más de cincuenta años. Aún se pasean libremente por Miami y otras ciudades, mientras se pavonean por sus viles acciones y disfrutan no solamente de la libertad, sino también de las riquezas y prebendas  que merecen por las mismas, a pesar de que ellos han causado más muertes y heridos que los de las Torres Gemelas. ¡Vaya manera del ejercicio de la justicia en tales lares!
En un momento de frenesí, estos terroristas concibieron planes de diversos tipos, incluyendo el derribo de aviones, contra Cuba, que debían desarrollarse tanto fuera como dentro del territorio nacional. Fidel Castro hizo llegar, a través del Premio Nobel Gabriel García Márquez,  un mensaje claro de la naturaleza y peligrosidad de los mismos, que debía transmitirse al presidente Clinton. La delegación del FBI enviada a La Habana con prontitud inusual, en junio de 1998, fue informada prolijamente sobre las acciones planificadas y los personajes terroristas involucrados. No obstante, a pesar de que esta información llegó hasta las máximas autoridades de la seguridad nacional y del gobierno, en particular del presidente William Clinton, nada se hizo contra los terroristas denunciados, y hoy viven disfrutando libertad y vociferando amenazas en territorio norteamericano. Al contrario, los agentes del FBI actuaron diligentemente, escudriñando tierra y cielo, para localizar a los Cinco antiterroristas  que monitoreaban tales actos, y les apresaron el 12 de septiembre de ese mismo año.
Increíblemente, a los 14 años de aquella detención, y después de un proceso judicial largo, espurio y vengativo, aún cuatro de ellos permanecen en prisiones federales cumpliendo largas condenas y uno está en libertad supervisada durante tres años sin que se le conceda la posibilidad de regresar a Cuba.
Ahora, en este mismo momento mire la hora en su reloj. En dependencia del sitio y país donde se encuentre, pudiera coincidir la hora con la mía, puede variar la hora, desde una a varias horas antes o después, e incluso puede ser otro el día. Pueden cambiar muchas cosas de la vida cotidiana de un ciudadano cualquiera en uno u otro país. Puede que unos novios se declaren el amor en el banco de un parque, que estudiantes inicien sus clases o sus protestas, que los obreros desempeñen los oficios más simples y complejos, que los desocupados no sepan qué hacer con sus vidas miserables, que los profesionales hagan gala de sus conocimientos y pericia, que algunos seres humanos mueran por los actos que otros seres ciegos de odio han desatado en forma horrenda, que millones duerman, trabajen,  festejen, sufran, según el caso, que en un lugar la tierra se derrita de calor y en otro la nieve estorbe y mortifique. Todo eso y mucho más, puede suceder.
Sin embargo, lo que no cambiará sin duda es la vida, con la misma monotonía y martirio, en una prisión, de unos presos excepcionales, considerados Héroes por su hombría generosa y estoica, y sus fines nobles. Esta existencia se convierte más difícil cuando se tiene la certeza y la convicción de que se cumple una condena injusta y vengativa. 
Por eso hoy les propongo realizar una búsqueda que nos lleve a las prisiones federales donde Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando cumplen sus penas, y donde René cumplió la suya antes de ser liberado. Tendremos que encontrarlos dentro de una población penal  total de 218, 506 presos en todas las prisiones federales de EE.UU, según el reporte semanal de fecha 30 de agosto, que tomaremos como referencia.
Empecemos por Antonio Guerrero que hoy se aloja en una celda de la Prisión Federal de Marianna, calificada de seguridad media, y que está localizada en la Florida, a 5 millas al norte de la ciudad de Marianna y a 65 millas al oeste de Tallahasee.
Preguntemos por el preso Antonio Guerrero. Por allí han pasado 8 de igual nombre, todos blancos, 6 de los cuales ya han sido liberados y 1 trasladado, y sólo permanece allí el que nos interesa, el cubano, que es ingeniero civil, pintor y poeta, y que aparece registrado en el listado de esta manera: 3. Nombre: ANTONIO GUERRERO, número de registro 58741-004, de 53 años, blanco, con fecha de liberación el 18 de septiembre del 2017.
Pero como Tony fue trasladado recientemente a esta prisión proveniente de la Prisión Federal de Florence, donde ha cumplido la mayor parte de su condena, nos dirigimos hacia allí para comprobar si aún queda alguna huella de su presencia. Está localizada en Colorado en State Highway a 67,90 millas al sur de Denver, a 45 millas al sur de Colorado Springs, y 40 millas al oeste de Pueblo. Por allí pasaron 3 reos del mismo nombre, y dos han sido liberados. Los datos generales de Tony aparecen así: 2. ANTONIO GUERRERO, y el resto son los ya referidos en la Prisión de Marianna. Se señala su traslado  hacia esta cárcel.
También seguimos tras las huellas de René González que guardó prisión en Marianna. Allí aparecen registrado 13 presos de igual nombre, todos blancos, la mayoría han sido liberados, cuatro han sido trasladados y el René nuestro, el piloto de aviación, aparece registrado así: 6. RENÉ GONZALEZ, no. de registro 58738-004, de 56 años de edad, blanco, liberado el 10 de julio del 2011. Su paradero en Miami, cumpliendo la condena absurda de 3 años de libertad supervisada, fue imposible encontrarlo por obvias razones de seguridad personal y explicables medidas preventivas contra las mafias terroristas.
Ahora visitaremos a Fernando González Llort en la Prisión Federal de Saffort, que es una instalación penitenciaria de baja seguridad. Está situada en el sudeste de Arizona, a 7 millas de la ciudad de Safford, a 127 millas al nordeste de Tucson y a 165 al este de Fénix. Fue imposible encontrarlo por su nombre verdadero. Por tanto, el preso que todos conocemos como Fernando González Llort, el cubano Licenciado en Relaciones Internacionales, no existe en los registros. Por eso tuvimos que ayudarnos del alias Rubén Campa y descubrimos que existe uno solo con ese nombre y sus datos generales son: RUBEN CAMPA, no. de registro 58733-004, de 49 años de edad, blanco y con fecha de liberación para el 27 de febrero del 2014.
Acto seguido, es hora de visitar a Ramón Labañino en la Penitenciaría de alta seguridad de MacCreary. Se localiza aproximadamente a 88 millas al norte de Knoxille, Tennessee, a 125 millas al sur de Lexington, Kentucky y a 208 millas al sur de Cincinnati, Ohio. Al igual que con Fernando, nos pasa lo mismo con Ramón. No aparece registrado con su nombre verdadero el cubano preso y Licenciado en Economía. Así que tuvimos que recurrir al alias de Luis Medina, y entonces descubrimos a 5 registrados con ese nombre, 3 de los cuales han sido liberados. Y el Luis Medina, Ramón Labañino para nosotros, aparece con los datos generales siguientes: 2. LUIS MEDINA III, No. de registro 58734-004, de 49 años, blanco, con fecha de liberación para el 30 de octubre de 2024 y se ubica en la instalación de JESUP.
Y ahora nos queda un largo recorrido hasta Victorville donde guarda prisión Gerardo Hernández, Licenciado en Relaciones Internacionales y dibujante.  Es una instalación de alta seguridad. Se localiza en Adelanto, California, aproximadamente a 85 millas al noreste de los Angeles en la Interstate 15. Aparecen registrados 5 Gerardo Hernández, todos blancos, y 4 han sido liberados. Nuestro Gerardo aparece registrado así: 2. GERARDO HERNANDEZ, No. de registro 58739-004, de 47 años de edad, blanco y una condena de por vida.
Quizás ahora podamos comprender el largo y complicado recorrido que han debido y deben realizar los familiares de los Cinco, en especial las madres, ya ancianas, para visitarles en prisión desde Cuba. Un viaje que, no obstante, se espera con ansiedad y esperanza, pues les conceden la visa para la entrada a los EE.UU en periodos muy dilatados y, en particular a dos mujeres, a Olga y Adriana, esposas respectivas de René y Gerardo, les ha sido negado siempre con una decisión impía y alienada. 
Finalmente Ud. podrá preguntarse y preguntar qué hacen estos cinco cubanos antiterroristas cumpliendo esas sanciones en los Estados Unidos, por qué aún permanecen en las prisiones federales con estas definiciones carcelarias: Antonio Guerrero (con fecha de liberación el 18 de septiembre del 2017) y 3 años adicionales de libertad supervisada; Fernando González (con fecha de liberación para el 27 de febrero del 2014); Ramón Labañino (con fecha de liberación para el 30 de octubre de 2024); Gerardo Hernández (sin fecha de liberación pues está condenado de por vida a dos cadenas perpetuas más 15 años).
¿Es aceptable para la conciencia humana esta realidad atroz? ¿No podrá la injusticia más despiadada, ser vencida por una justicia generosa y racional? ¿Permanecerá el presidente Obama como un témpano de acero sin ejercer el perdón presidencial o indulto, que sería justicia en estos casos? ¿Se escuchará al fin en la Casa Blanca el clamor universal por la liberación inmediata de los cinco cubanos antiterroristas?
Son tantas las interrogantes posibles, que no se me ocurre otra cosa que decirles que todo lo que puedan hacer por esta causa justa y noble, debe hacerse ahora y siempre, porque hay que tener fe en que lo mejor del hombre, hoy y mañana, prevalecerá. Es necesario lograr que los barrotes de las prisiones federales de los Estados Unidos dejen en libertad a estos hombres, de tal manera que podamos comprobar mañana en los registros de las mismas esta nota oficial: LOCATION (RELEASED), o sea, SITUACIÓN (LIBERADO).
A 14 años de una prisión nefasta e inconcebible, hay derecho legítimo a una esperanza imbatible. Removamos tierra y cielo para convertirla en una realidad tangible.