miércoles, 19 de junio de 2013

Villa Clara se ciñó la corona

Aída Quintero Dip

Dicen que en Villa Clara no durmieron anoche, no hubo cabida para el sueño,  el pueblo quería vivir intensamente la emoción de ver a su equipo coronarse campeón  en la serie 52 de la pelota cubana, y de esa forma vestir de júbilo a gran parte de sus parciales en todo el Verde Caimán.

Los amantes de nuestro deporte nacional esparcidos por cada rincón de Cuba disfrutamos la victoria, sobre todo, porque los atletas brindaron un espectáculo digno de una final, con excelentes jugadas, batazos de leyenda, fildeos fuera de serie, soberbio pitcheo, todos los ingredientes de un desafío inolvidable.

La anhelada corona llegó en el quinto juego, tras haber ganado tres contra un Matanzas que también sabía crecerse en momentos difíciles, tal vez por eso el sabor del triunfo fue más jugoso todavía.

Este 18 de junio, la ciudad Naranja parecía “explotar” en un parque Augusto César Sandino eufórico, donde las personas lloraban, se abrazaban sin apenas conocerse,  gritaban, aplaudían, tocaban a sus ídolos como para comprobar que no estaban soñando, tras 18 años de espera.

También hubo pinceladas de humor para recordar, con carteles en el público que consideraban a Freddy Asiel Álvarez domador de cocodrilos, y otros que invitaban a comer en los restaurantes villaclareños buenos filetes de ese reptil, acompañados de jugos de naranja.

La entrega de la corona,  acariciada durante todo el campeonato por cada uno de los peloteros, fue un momento cumbre. Parecía que iba a salir por el techo del “Sandino”, estaba en lo más alto de manos de un héroe de altura, René González, quien la colocó en la de Moré, un feliz director, caracterizado por su ecuanimidad y respeto a sus discípulos, que supo inculcar la idea de la victoria pero con los pies siempre en la tierra, o sea, sobre el terreno de juego.

Fui feliz con el jonrón decisivo de Pestano, quien volvió a demostrar en el juego crucial que es el mejor catcher de Cuba; su vuelacerca con la casa llena  colmó de alegría a sus parciales, fue como un símbolo de su inmaculada carrera deportiva. A partir de ese instante la certeza de que no habría un sexto juego era evidente.

Actuaciones meritorias hubo al por mayor, en primer lugar la de Freddy Asiel Álvarez, soberbio siempre desde la lomita,  responsable de cinco victorias en la postemporada; pero también brillaron otros atletas como por ejemplo Ariel Borrero,  Yenier  Pérez, Edilse Silva, Dánel Castro, Jordan Manduley, Dayron Varona, Jonder Martínez. Los refuerzos desempeñaron un papel importantísimo, pues se insertaron al Villa Clara como si fuera su propio equipo.

Como Santiago de Cuba no estuvo en los play off este era mi elenco preferido, y como cubana agradezco el espectáculo que nos brindaron,  lo disfruté hasta el último out; sus protagonistas demostraron nuevamente que la pelota es pasión y orgullo, identidad plena.

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