Aída Quintero Dip
Ya estamos en julio, el mes del 26, el mes del asalto al
cuartel Moncada. Los santiagueros, testigos más cercanos de la epopeya de 1953,
nos afanamos en cumplir los compromisos con la fecha patria; son más de 300 las
obras que se ejecutan para saludar la gesta y homenajear a sus héroes y mártires,
el más digno tributo que puede hacerse para mejorar el nivel y calidad de vida
del pueblo.

Santiago de Cuba tiene atributos, tiene hidalguía; ahora
está más optimista que nunca, construye, levanta, aglutina; está en 26 como
siempre. Es la ciudad más hospitalaria y amistosa, rebelde y bravía, alegre y
tradicional. Bastaría al visitante unos pocos minutos para comprender que, si
no viene aquí, no conoce suficientemente a Cuba, y que se encuentra en el
palpitante centro de una ciudad como pocas: en el mismo corazón de Santiago.

En Congreso y en 26 están los Comités de Defensa de la Revolución que tienen aquí
un incentivo adicional: parecerse y reflejar la gloria de la fecha, lo que es
lo mismo que efervescencia patriótica, espíritu de trabajo en las donaciones de
sangre, recogida de materias primas, la guardia cederista en pos de mayor
vigilancia revolucionaria, rescate y fomento de valores; y siempre la
disposición de asumir cualquier misión para el avance de este pedazo querido del
oriente cubano.
Las santiagueras también hemos hecho un aporte sustancioso a
la efeméride. Por los logros cosechados en el 2012 y la entrega para la
recuperación tras el paso del huracán Sandy, la provincia mereció ser sede del
acto nacional por el 53. aniversario de la Federación de Mujeres
Cubanas, el venidero 23 de agosto. Surina Acosta Brook, secretaria general de la FMC en el territorio, ponderó
todos los resultados y destacó el crecimiento consciente y voluntario de 2 406
muchachas, garantía de continuidad y vida de la organización.
Jóvenes herreros, electricistas y albañiles, junto a sus
profesores, dejan huellas en sitios de gran valor artístico, histórico,
cultural y natural para el patrimonio de Santiago de Cuba como integrantes de
la escuela taller y de oficios Ugo Luisi, de la Oficina del Conservador de
la Ciudad;
ellos desempeñan un papel protagónico en la recuperación de la zona histórica
de la urbe, un ajetreo que también saluda el 26.
“La casa es como un
manantial perenne, de donde se sacan fuerzas diarias y nuevas, siempre frescas,
y siempre poderosas, para la batalla de la vida”. Gracias José Martí por regalarnos
esa hermosa definición que tanto se ajusta a lo vive hoy Santiago, donde Cuba
tiene su casa grande que alcanza para abrazar y hospedar a todos sus
compatriotas.

Más vigilado, más seguro, más estoico, está ahora nuestro querido
Santiago y su pueblo, que enaltece su orgullo identitario al tener a dos
insignes patriotas cuidando sus sueños.
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