Por Randy Alonso Falcón
Siempre risueña, siempre heroína, siempre patriota. Melba Hernández fue un personaje de leyenda, pero, sobre todo, un gran ser humano.
 Nunca pudieron doblegarla las adversidades: ni la caída de sus compañeros de
lucha, ni la prisión, ni el acoso de la dictadura o la enfermedad prolongada.
Venció cada combate a golpe de convicciones, de ingenio, de genuina sonrisa.
Nunca pudieron doblegarla las adversidades: ni la caída de sus compañeros de
lucha, ni la prisión, ni el acoso de la dictadura o la enfermedad prolongada.
Venció cada combate a golpe de convicciones, de ingenio, de genuina sonrisa.Combatiente del Moncada; gestora, junto a Yeyé, de la impresión y divulgación de la Historia me Absolverá; participante en los preparativos del Granma; guerrillera en la Sierra Maestra. Mujer para grandes empeños.
A la Revolución consagró cada minuto de su vida. Y a los niños y jóvenes, a quienes siempre acogió en su casa, les brindó consejos, los alentó a la lucha. Fue como una madre para muchos.
 Martiana de savia y acción, se erigió en figura señera en la solidaridad con
el legendario pueblo vietnamita, acosado primero por el imperio francés y
después por las tropas yanquis. Su voz se escuchó en los más diversos
escenarios del mundo condenando la agresión de las potencias contra el pueblo
de los anamitas. “La influencia vietnamita profundizó mis sentimientos de amor
hacia todos los pueblos del mundo” – diría.
Martiana de savia y acción, se erigió en figura señera en la solidaridad con
el legendario pueblo vietnamita, acosado primero por el imperio francés y
después por las tropas yanquis. Su voz se escuchó en los más diversos
escenarios del mundo condenando la agresión de las potencias contra el pueblo
de los anamitas. “La influencia vietnamita profundizó mis sentimientos de amor
hacia todos los pueblos del mundo” – diría.Cada vez que se vaya a evocar la ternura, la limpieza del alma, la bondad verdadera, habrá que pensar en Melba.
Junto a Vilma, Celia y Haydée, ella es símbolo del heroísmo y la entrega a la Revolución de la mujer cubana.
 
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