Aída Quintero Dip
El Día
Internacional de la Familia, este 15 de mayo, fue de ajetreo y utilidad,
sobre todo, en el Memorial Vilma Espín, de Santiago de Cuba, ciudad natal de
la Heroína, donde sesionó el Taller Mujer, Género y Familia, y se le rindió
tributo a una persona tan especial que dedicó su vida a la lucha por el bienestar de sus semejantes.
Me sentí congratulada por haber interactuado con los participantes y socializado los conocimentos. Primero me llamó la atención la investigación de la doctora Ileana Benítez,
profesora de la Universidad de Oriente, quien acentuó la urgencia de fortalecer el trabajo de
educación sexual desde las instituciones formales y, fundamentalmente, en el
seno de la familia.
Ella
recalcó la necesidad de que las políticas sociales se dirijan cada vez más a
garantizar las condiciones de la salud reproductiva, no solo en el sentido
médico que está seguro en Cuba, sino en el de satisfacer otras prioridades y
condiciones materiales de vida.
Dijo
-con argumentos y razón- que ello repercute en la tendencia de disminución del
número de hijos, motivada también por ideales reproductivos de familia pequeña.
La especialista en Sociología estimó, asimismo, que se reduce la edad para comenzar
las relaciones sexuales, propiciando la maternidad en la adolescencia, con
riesgo para la salud e implicaciones económicas y sociales.
Esos
resultados de su investigación Comportamiento reproductivo en la familia
cubana. El caso de Santiago de Cuba, fueron expuestos en el Taller y suscitaron
gran interés en el auditorio, a causa del impacto del problema plantado en el núcleo
básico de la sociedad.
La doctora María Julia Jiménez, coordinadora
de la Cátedra Género y Sociedad, de la Universidad de Oriente, destacó que el
evento evidenció mayor calidad y diversidad en las indagaciones, respecto a otras ediciones, y más
concientización de las personas hacia aspectos que preocupan a la sociedad cubana
actual.
Los
participantes debatieron unos 40 trabajos
de la autoría de profesionales de las universidades santiagueras y
estudiantes que versaron sobre asuntos
sugerentes como Escuela, familia y comunidad; Mujer, género y
masculinidad; Mujer, participación y
poder; Prevención y Mujer, género y arte.
Con
motivo del Día Internacional de la Familia, y desde las comunidades, también se desarrolló
una jornada para afianzar valores de la familia Maceo-Grajales, en Santiago de Cuba, tierra natal de esa estirpe devenida en patriotas de
prominencia en la lucha por la independencia nacional.
Rosaida Sánchez, miembro del Secretariado de la Federación de Mujeres
Cubanas en el territorio, dijo que en los intercambios se acentuó la necesidad
de fortalecer el desempeño de los núcleos desde el barrio, dado el apremio de
cimentar el ejemplo de una familia que acunó hijos valientes, generosos y
dignos.
Agregó que enfatizaron en el trabajo de prevención y atención a casos
sociales para fomentar cualidades como la honestidad, laboriosidad y
responsabilidad, tan necesarias para el
fortalecimiento del proyecto social cubano.
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