martes, 25 de noviembre de 2014

Fidel vuelve al cuartel Moncada



Marcos Alfonso
   El Comandante en Jefe Fidel Castro, vuelve al cuartel Moncada. No para asaltar el otrora bastión militar que abrió el camino hacia la libertad definitiva de Cuba.
   Esta vez viene desde documentales e instantáneas que recogen su quehacer, visto desde la óptica de quien lo acompañara durante más de dos décadas: el realizador cubano Roberto Chile.
  La fecha escogida para abrir la muestra Fidel es Fidel, que fuera presentada con éxito en el Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución, es simbólica: la mañana del 30 de Noviembre.
  En esa ocasión, pero de 1956, combatientes del Movimiento 26 de Julio, dirigidos por Frank País García, protagonizaron el levantamiento de Santiago de Cuba.
  La heroica ciudad acogerá al legendario Comandante desde su siempre traje de campaña, “sin ningún atributo, salvo una furtiva estrella”, como escribe en el catálogo de la muestra el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler.
  “En esta exposición fotográfica, escribe Leal, Chile demuestra su gran sensibilidad y maestría para captar el instante preciso con el lente”, que se traduce en esa capacidad de “ver más allá, actuar rápido, tener la certeza mínima del minuto en que se deben tomar las decisiones, vibrantes luego en los fragmentos de papel legados por el artista”.
   El Museo 26 de Julio, ubicado en el propio Moncada, será el sitio en el cual se presentará la propuesta. Allí se expondrán audiovisuales y fotografías tomadas por Chile en la última década las cuales detienen en el tiempo el símbolo épico de un hombre, ícono de quienes luchan toda la vida.
   La escultura en bronce inspirada en una de las imágenes más emblemáticas del conjunto, y dos piezas intervenidas por el artista cubano Ernesto Rancaño, le añadirán un componente de lirismo a la exposición, la cual permanecerá abierta al público en ese histórico museo hasta el próximo año, cuando se cumplirá el aniversario 500 de la fundación de la heroica urbe.
  En las imágenes, asegura Leal, “aparecen sus manos: por cierto, delgadas y suaves para quienes hemos tenido el privilegio de estrecharlas. Ya no tienen la dureza que deja el contacto del acero de las armas. Sin abandonarlas, escogió una más poderosa, la pluma, pues ya con las primeras había alcanzado su supremo objetivo”.
  El artista ha sabido forjar la imagen singular, siempre digna y luminosa, de Cuba. Sus retratos, conforman un universo de fe y espiritualidad perceptibles para aquellos que, como él, son capaces de amar.
  Fidel es Fidel representa como el retorno a sus raíces del líder histórico de la Revolución Cubana. Es rencuentro que enaltece fibras, pues más allá de lo artístico o poético de las imágenes, están las certezas del hombre siempre acompañante de su pueblo bajo cualquier circunstancia.

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