miércoles, 18 de octubre de 2017

Abel Santamaría: épica e inspiración



Bárbara Vasallo Vasallo
“…Miras, Abel y se revuelve el hambre de los pobres.
Miras, y arde la libertad de los hermanos secos,
enterrados a pulso frente a los sinsontes…”.
   Esos son versos de Carilda Oliver Labra, fragmentos de su poema Conversación con Abel Santamaría, escritos en 1953, cuando tuvo noticias del destino del joven de la Generación del Centenario, quien junto a Fidel Castro fue al 26 de Julio para librar a la Patria de la ignominia que sembró Fulgencio Batista.
  Más de una vez contó la Premio Nacional de Literatura cómo le impresionó la historia de Abel, a quien torturaron salvajemente los testaferros de Batista. Su emoción al leer en La Historia me Absolverá, alegato de defensa de Fidel en el juicio del Moncada, y su conmoción al enterarse de que al segundo jefe del Movimiento le arrancaron los ojos…
  El poema aparece publicado en el libro Tu eres mañana, sacado a la luz por la editorial Letras Cubanas en 1979, junto a otros textos épicos como el Canto al Moncada, del cual expresó: “Quise ser lo más fiel posible a lo ocurrido allí, por eso hay fragmentos que no son tan poéticos, sino más bien la historia viva escrita en versos…”
  Y es que Abel Santamaría por su fidelidad, intransigencia y rebeldía, por su amor a la justicia, y su valentía más que demostrada cuando no pudieron doblegarlo ni con la más horrible de las torturas, inspiró a la poeta y los versos retumban todavía, y duelen por la verdad que manifiestan.
  “Aquí convoco
tu córnea interminable
persiguiendo el mal con una lágrima,
la pupila
oráculo de tu hermana,
rebelde,
pariendo luz dentro del polvo…”
  Silvio Rodríguez, trovador contemporáneo que convierte en poesía la realidad, y que sus manos componen en la guitarra lo que cree, dejó también para la posteridad, una de sus preferidas: Canción del Elegido, y de la que dijo una vez que está entre las canciones donde cristalizó una suerte de lenguaje personal…
  En sus innumerables encuentros con Haydée Santamaría, Silvio escuchó hablar del revolucionario cabal, de las reuniones preparatorias para el asalto al Cuartel Moncada, en el apartamento habanero de 25 y O, donde vivían los hermanos, del arrojo del joven y surgió después el tema que todavía piden y repiten miles en los conciertos del creador.
  “Fue de planeta en planeta
buscando agua potable;
quizás buscando la vida
o buscando la muerte
—eso nunca se sabe—…”
   Abel nació coincidentemente el 20 de octubre de 1927, fecha que mucho tiempo después fuera declarada como el Día de la Cultura Cubana, ahora cuando se cumplen 90 años de su natalicio, los jóvenes de esta Isla rendirán tributo a su memoria; lo traerán a este tiempo en cada nueva ofensiva contra la injustica, por el mejor mundo posible que predijo Fidel.
  El “Elegido”, hombre del Moncada, junto a sus hermanos es fuente inagotable de épica e inspiración, si no que lo digan los versos y acordes de Silvio, ahora y por siempre:
“… Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida.
La última vez lo vi irse entre humo y metralla,
contento y desnudo. Iba matando canallas
con su cañón de futuro…”  

lunes, 16 de octubre de 2017

La aprobación inequívoca de la Historia



Martha Gómez Ferrals
 “ ¡Condenadme, no importa, la historia me absolverá!”, fue el aserto del joven líder y abogado Fidel Castro en su alegato de autodefensa el 16 de octubre de 1953, desde las mazmorras de la tiranía de Fulgencio Batista, donde se le juzgaba por su participación y dirigencia en el ataque a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo.
   La convicción de la justeza de la causa inspiradora de sus acciones quedó impresa en aquella valiente y célebre proclama de un revolucionario. Resonó para siempre en la sala de estudios de la Escuela de Enfermeras del Hospital Civil Saturnino Lora, en el territorio santiaguero.
   Pero su alegato era algo más que el desafío noble de la juventud revolucionaria cubana y de quien más tarde probaría que se trataba de un ser extraordinario. Su contenido, bien documentado, con los requerimientos técnicos que su profesión le ofrecía convirtió al acusado en acusador.
  Contenía la denuncia más contundente a la situación político, social y económica imperante, causante de la extrema pobreza de la mayoría del pueblo, la desigualdad social, y el entreguismo a monopolios y gobierno foráneo (Estados Unidos), asesor por entonces de los torturadores y asesinos del dictador Fulgencio Batista, ciego y sordo a sus monstruosos desmanes.
   Cifras puntuales y porcentajes, ilustradoras de sus argumentos, eran irrefutables.
   Al mismo tiempo ese proyecto daba a conocer la voluntad de aquella hornada combativa, autodenominada Generación del Centenario, en homenaje a los 100 años de los natales del Apóstol de la Independencia, José Martí, de acabar con tanta ignominia, cuando triunfara su lucha, tarde o temprano.
   También esbozaba planes y sueños, y  tuvo el nombre de Programa del Moncada, porque trazó a su vez la luz larga que sabía darle Fidel a su visión de futuro y el profundo compromiso que desde entonces estaba asumiendo.
    Y aunque muchos años después el líder de la Revolución dijera que lo logrado por el pueblo había superado con creces los sueños de entonces, los cubanos se han apegado a La Historia me Absolverá  -su nombre más conocido e internacional- como el documento-ideario precursor que marcó la pauta desde diversos ángulos y hacia múltiples directrices.
   De nada valieron los intentos del tirano de aislar a Fidel e impedir que hablara. El 21 de septiembre, él estuvo en la primera vista del proceso junto al resto de los asaltantes, en el Palacio de Justicia, pero una maniobra lo excluyó del grupo, a fin de juzgarlo por separado, pensando que esto le añadiría indefensión ante el proceso.
   A pesar de los obstáculos interpuestos, denunciados valientemente por Melba Hernández, Fidel pudo aparecer en el juicio investido con su toga de graduado. El tiro les salió por la culata a sus mañosos y en su mayoría asesinos carceleros. Y la vida, la transparencia de su causa y sobre todo su obra inmensa, dieron oportunidad a la Historia para que lo absolviera. Eso ya lo   sabe hace mucho tiempo el pueblo cubano.
   La Historia me Absolverá fue impresa y distribuida con sacrificios  y celo, de manera clandestina por compañeros del movimiento 26 de Julio posteriormente.
   Inmediatamente se comprendió que la estatura moral y política, las agallas y las capacidad de aglutinar a su alrededor a lo mejor de la juventud y el pueblo cubano, lo señalaban como el hombre que la Patria dolida estaba necesitando.       
   El autor de semejante alegato y protagonista de la acción del Moncada no defraudó nunca a los que depositaron su confianza en él y a partir de entonces lo siguieron.
   Después de su condena a la prisión de Isla de Pinos, junto a otros combatientes, no dejó de estudiar, ni de prepararse. La fuerte presión popular obligó al dictador a liberarlo, pero tuvo que marchar al exilio. Fue a México, como es conocido y desde allí organizó una expedición audaz de 82 combatientes, que lo haría fundar el Ejército Rebelde, en las montañas orientales de la Sierra Maestra.
   El combate, iniciado a fines de 1956, obtuvo su triunfo militar general en enero de 1959 y empezó entonces el proceso difícil, telúrico y hermoso, jubiloso y a veces doloroso, de hacer la Revolución  Con todos y para todos. En cada paso, la Historia le dio la razón.

miércoles, 11 de octubre de 2017

El Che, maestro en medio de la guerra



Magaly Zamora
   Cuando Virgilio Bernardino Jiménez Rojas regresó de participar en la guerrilla del Che en El Congo, en el año 1965 no dijo en su casa una palabra acerca de la misión cumplida, pues sabía que era necesaria la mayor discreción y “un secreto militar no se le puede confiar ni a la mujer que uno ama”.
    Solo varias  décadas después de aquella histórica encomienda, en el año 1997,  se atrevió a narrar situaciones y anécdotas que ni siquiera sus hijos le habían oído contar.
    Entre ellas, extraigo hoy de mis archivos una que ejemplifica la visión del Comandante Ernesto Guevara como formador de su tropa y de sus valores como ser humano.
   “Me reuní con el Che en una pequeña loma, donde estaba la comandancia, cerca del lago Tanganica y lo que más me llamó la atención en  esa etapa de preparación fue que buscó una pizarra y el mismo se puso a darnos clases de matemáticas.
   “Algunos no entendían nada, él hablaba de raíz cuadrada y nos quedábamos en blanco, pues el nivel de escolaridad de la mayoría era bajo, pero después comprendí que su objetivo era mantener a la tropa ocupada en algo útil y evitar así la inactividad que podía conllevar a indisciplinas o dispersión de los soldados.”
   Desmovilizado de la Fuerzas Armadas Revolucionarias con el grado de Capitán, Virgilio, o Alasari, como fue su nombre de guerra, contó entonces que entre los congoleses había gente muy buena y valiente y el Che hacía hincapié en que el propósito de los cubanos era pelear pero también educar a aquellos hombres que vivían en medio de la selva.
   Las cualidades de quien se convertiría más tarde en el Guerrillero Heroico hicieron a este mulato fuerte y apegado a la tierra admirarlo no solo como jefe, sino también como compañero y amigo.
   “Era muy serio, pero a la vez muy cariñoso, se sentaba junto a nosotros y compartía la picadura de tabaco. Nos enseñó a fumar con la cabeza de la pipa hacia abajo para que no pudieran descubrirnos por el humo”.
    Las anécdotas de Virgilio constituyeron un momento importante para delinearnos  rasgos del carácter del guerrillero Ernesto Guevara, su compañerismo, espíritu de sacrificio, férrea voluntad y ejemplaridad en todo momento.
    “Con el Che aprendí mucho, sobre todo a valorar el peligro en la guerra y a golpear al enemigo en el momento preciso”.
    El testimonio de este hombre que compartió tantas jornadas históricas con el Che, tiene un valor excepcional y vale la pena volverlo a rememorar. 

martes, 3 de octubre de 2017

Si tú oyes un son sabrosón, ponle el cuño, es la Aragón



Lucilo Tejera Díaz
    En cierta ocasión le preguntaron a un bailador cuál orquesta de las muchas existentes en Cuba prefería y la respuesta fue rotunda: "¡La Aragón!".
   ¿Por qué?, se le pidió, y contestó de forma sencilla y con toda la sinceridad de quien dice su sentir:
    -No soy conocedor de los secretos de la música, pero reconozco a la Aragón por su sobriedad al interpretar, ausencia de estridencias, sonoridad que la distingue y que para mí no se altera en diferentes manifestaciones, sea son, cha-cha-chá, bolero, danzón o guaracha, y fidelidad al bailador.
    Nada más cerca de la verdad.
   Cuando el carpintero y músico Orestes Aragón Cantero decidió en Cienfuegos, el 30 de septiembre de 1939, fundar una orquesta a la que nombró Rítmica 39, lo más seguro es que no imaginó por un momento que aquella agrupación se convertiría en una de las principales y preferidas de Cuba, y que 2019 cumplirá 80 años.
   Más tarde le cambiaría la denominación a Rítmica Aragón y finalmente quedó con el sello de Orquesta Aragón, con el cual sería reconocida en todo el mundo.
   En 1940 ingresó en la agrupación el violinista y cantante Rafael Lay Apesteguía, quien asumió la dirección en 1948 por enfermedad de Aragón.
   La orquesta fue identificándose con una sonoridad, tanto de instrumentos como de voces, que la iban haciendo indiscutible y única, y el cinco de agosto de 1955 se asienta en La Habana, con el contrato de grabar un programa cada día en Radio Progreso.
   A comienzos del año siguiente hizo su primera actuación fuera de Cuba, en Panamá, y luego vendrían giras a Venezuela, Guatemala y Estados Unidos.
   La incorporación a la “Aragón” del flautista Richard Egües constituyó un paso esencial en favor de ganar en riqueza musical, pues este magnífico compositor, arreglista y ejecutor instrumental, formó junto a Lay un binomio que llevó a la orquesta a planos estelares en Cuba y en diversos países.
   También los cantantes José Antonio (Pepe) Olmo y Rafael (Felo) Bacallao contribuyeron a prestigiar a la agrupación.
   El musicólogo Radamé Giro aseguró que “no ha habido ninguna charanga en Cuba y quizás en ningún otro país de América que haya tenido tres cantantes con timbres tan iguales.”
   En una entrevista de prensa “Pepe” Olmo expresó:
“Mi voz y la de nosotros tres en la Aragón, era muy natural, nada de engolamientos, ni de estilo lírico, éramos voces callejeras, con mucha sencillez, pero inigualables. En fin, te cuento que el secreto de la Aragón eran sus voces, la flauta de Richard Egües, el estilo creativo de la orquesta y la disciplina de Rafael Lay que nos encuadró hacia el éxito".
   En 1982 Lay falleció en un accidente de tránsito y Egües pasó a dirigir a la “Aragón” hasta que dos años después asumió esta responsabilidad Rafael Lay Bravo, quien la mantiene en la actualidad.
   Números como “El bodeguero”, “Tres lindas cubanas” o “Pare cochero”,  entre los muchos que forman el repertorio de la “Aragón” tuvieron una gran repercusión en la vida cotidiana del cubano y sus títulos o fragmentos se incorporaron al habla común del criollo.

Cuba a todo motor camino a Sochi 2017



Tania Rendón Portelles
   Restan ya menos de 15 días y Cuba va a todo motor rumbo a Sochi, una fiesta de las ideas y por el porvenir que agrupará en esa pequeña ciudad rusa a más de 20 mil participantes del orbe y que se espera con ansias por la juventud democrática y progresista del planeta.
   Para los jóvenes cubanos no podría ser de otro modo y ha sido un motivo más para que hayan “llovido” las iniciativas a lo largo y ancho de la ínsula, porque las celebraciones también han sumado pueblo, ya que es un festival en el que se honra a Fidel y al Che,  esos dos gigantes de la ínsula y el mundo.
   En tal sentido, la cita es motivo de orgullo y, sobre todo, representa una enorme responsabilidad para los 250 integrantes de la delegación de la Mayor de las Antillas, los cuales demostrarán,  además,  la madurez revolucionaria en la agenda del foro mundial, donde también se intercambiarán experiencias.
   Paz con justicia social, desarrollo sostenible, cultura, identidad, soberanía, democracia, derechos humanos, participación juvenil, bloqueo genocida, subversión ideológica, antiimperialismo, unidad, solidaridad, las tecnologías de la información y las comunicaciones al servicio de la verdad… de todo esto y más se estará debatiendo en Sochi.
   Y como la gran fiesta universal validará cuán grande es Cuba, destacadas personalidades de la historia, la ciencia, la medicina y el deporte, así como reconocidos intelectuales prestigiarán la delegación de la Isla en calidad de invitados.
   Se trata, por ejemplo, del General de Brigada Arnaldo Tamayo, quien convirtió a la nación en el primer país latinoamericano en explorar el espacio; y el doctor Jorge González, responsable de dirigir el equipo de búsqueda de los restos mortales del Guerrillero Heroico y sus de lucha en Bolivia.
   El investigador Jorge Berlanga Acosta, multipremiado por el Heberprot-P, medicamento cubano único de su tipo en el mundo, así como el joven Elián González, secuestrado siendo aún un niño en Estados Unidos y una de las miles de víctimas de la Ley de Ajuste Cubano, son también algunos de los que integran la delegación antillana.
   Asimismo, se suman a su vez el Héroe de la República Fernando González, uno de los cinco luchadores antiterroristas y actual Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Margarita Morales Fernández, hija de Luis Morales Viego (Villito), integrante de la Comisión Técnica de Esgrima y víctima del crimen de Barbados.
   Enmanuel Vigil Fonseca, especialista en Medicina General Integral y miembro del Contingente Henry Reeve; el historiador y ensayista Elier Ramírez; el periodista Iroel Sánchez, y el profesor y exagente de la Seguridad del Estado cubano Raúl Capote, son otras de las personalidades que prestigiarán el foro.
   Asimismo, estarán las glorias del deporte Omara Durand Elías y Suslaidys Giralt Rivero, quienes estuvieron entre las mejores atletas del país el pasado año y van en representación, además, de las asociaciones de Ciegos y Débiles Visuales y de Sordos, respectivamente.
   Y como con la fiesta de las ideas viene también el arte, se sentirá en Sochi la canción Gallo de pelea, en las voces del dúo Buena Fe, el proyecto musical Casabe y Duani Ramos, actual voz líder del grupo Moncada.
   También, en esta delegación artística sobresalen Sándor González, Arnaldo Rodríguez (director de la agrupación Arnaldo y su Talismán), el trovador Eduardo Sosa y la cantante Annie Garcés; así como el repentista Héctor Gutiérrez, acompañado del poeta Aramís Padilla y el laudista Eduanes González.
   Es así que Cuba tiene puesto el “pie” en el acelerador, pues de lo que se trata es de alzar todas las voces en la lucha contra el imperialismo, y a favor de la paz mundial y la amistad, solidaridad y transformaciones sociales, desde la cultura toda.
   Demostrar que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras, como escribiera José Martí, es lo que hará esta pequeña isla caribeña del otro lado del planeta en la ya cercana cita, porque la Revolución sigue siendo una “luz” en el mundo.