martes, 21 de abril de 2015

Infortunios del Idioma Español





Aída Quintero Dip
  “Las palabras están de más,  cuando no  fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando no añaden”, anticipó José Martí, como si presintiera las desventuras que vive en este siglo el rico Idioma Español,  que celebra su día este 23 de abril.
  A tan acertado juicio martiano, habría que agregar que es preferible el silencio inteligente,  que hablar o escribir para agredir, tergiversar, maltratar, ofender…
  La rebeldía en el uso y abuso del Idioma Español  que se observa en cualquier espacio y circunstancia, sin distingo de edad, sexo, nivel cultural y profesional, invita a reflexionar y adoptar posturas que le den un giro de noventa grados.
  Ruido en lugar de música, gritería en vez de conversación, groserías antes que vocablos bien intencionados o halagos,  chabacanería en lugar de fino humor criollo, ponen en cuestionamiento  el elevado nivel de instrucción y de educación del que se enorgullecen los cubanos.
  Recurrente fue ese tema en el último Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, cuando el Premio Nacional de Literatura, Reynaldo González, ahondó en la violación verbal que  acontece en detrimento de nuestro rico acervo cultural, y degenera el nivel de instrucción que la Revolución se ha esforzado por fomentar.
  Escritor muy  reconocido habló en términos preocupantes, al señalar que se había perdido el léxico y el respeto, en lo que él consideraba  que se había tocado fondo.
  El idioma de Cervantes tiene su día de celebración a partir del año 1702,  pero es prerrogativa de quienes forjan y educan, de alguna manera,  hacer que todos los días sean para honrar la lengua materna, hablando sin petulancia, sin arideces, sin sentido acusador; eliminando palabras obscenas y agresiones verbales.
  Qué pensarían de este quebranto de nuestra lengua, el destacado novelista Alejo Carpentier y la poetisa Dulce María Loynaz, dos cubanos merecedores del Premio Miguel de Cervantes, que es el Premio Nobel de las letras hispánicas.
  Precisamente  el 23 de abril se ha instituido como Día del Idioma Español, para rendir homenaje a su Pluma de Oro, ya que en esa fecha de 1616 murió en Madrid, Miguel de Cervantes Saavedra,  el ilustre autor de Don Quijote de la Mancha y uno de los escritores más eminentes de todos los tiempos.
  Si bien la respetadísima Real Academia  Española,  ha mantenido inalterable el objetivo de defender la pureza de ese idioma, en el mismo siglo XXI abundan quienes tiran por la borda su riqueza, deteriorándolo por  minuto.
  Seguir cultivándolo es un imperativo que no admite  tardanza,  ante el incremento de vocablos  soeces,  chabacanos, burdos, irónicos, inadecuados, empañando su brillo y  haciéndole perder  el sello que lo identifica por el mundo, por el elevado número de hablantes con que cuenta.
 Precisamente como parte de la celebración del Día del Idioma Español y de la Feria del Libro, en Santiago de Cuba será presentada la cuarta edición del Diccionario Básico Escolar, una de las producciones científicas de mayor generalización en la educación en Cuba y muy demanda por la familia.
  Ese volumen, que constituye una valiosa herramienta entre educandos y también para maestros y padres, tendrá la novedad de incluir unas mil entradas nuevas.
  El Doctor Leonel Ruiz Miyares, director del Centro de Lingüística Aplicada (CLA) en la urbe santiaguera -institución creadora de ese utilísimo  texto-, refirió que otra de las modificaciones es que los verbos que contiene estarán conjugados, variación que posibilitará a los estudiantes apropiarse mejor del idioma español y emplear con mayor facilidad el contenido.

viernes, 17 de abril de 2015

ADO SANZ MILÁ EN LA MEMORIA DEL PUEBLO



ANOLVIS CUZCÓ TARRADELL

Ado Sanz Milá, nació el 13 de abril de 1966 en Santiago de Cuba, tierra a la que amó con locura. Estudió Telecomunicaciones, en la sede Mella de la Universidad de Oriente, pero su verbo sagaz lo condujo hacia el camino de la locución.
Llora hoy tu pueblo santiaguero, y lo hacen también en varias partes de Cuba y del mundo, porque tu generosidad y carisma multiplicaban amigos.
Desde la noche de este 14 de abril, un día después de tu cumpleaños 49, se han mojado incontables pupilas con esta despedida tuya: repentina, noctámbula e impensable para quien mostraba tanta energía.
Dejas en el Facebook 2 796 amigos; un millón, afuera, en las calles de tu Santiago que tanto te vieron desandar con el saludo de un mortal común.
Un infarto agudo de  miocardio, te reventó tu corazón inmenso, donde había poesía  y sensibilidad. Era una tarde de mayo de 2014, cuando al conocer juntos de la muerte de Luis Carbonell, el Acuarelista de la Poesía Antillana, me dijo serio: “No hay que llorar la muerte; es mejor celebrar que existimos”… Así de práctica era tu filosofía de existencia.
Sería imperdonable olvidar que le cantaste a la vida, que bromeabas como un niño nuevo y que pecabas de ingenuo ante lo increíble. Hay razones para sentirse quebrantados por la angustia y la tristeza: Ado escribía con letras inteligentes, inquietas y sensibles como su personalidad. Se abría vías hacia lo infinito; y parecía que amaba a todos sus compañeros de trabajo sin especial distinción. Transitar su luto cuesta. Es difícil asimilarlo. Ado Sanz deja 2 hijos, una esposa, y un mar de misterios y leyendas. La Revista Santiago, pierde a su conductor más jovial; el espacio Tridimensional de la Emisora CMKC, a su genio; En Línea Contigo, a un hombre que aplomó su respeto hacia las autoridades de la provincia.
Cada gesto tuyo ha quedado grabado en nuestra memoria. Aquí nos dejas a un Ado atrevido, locuaz, de alma afectiva y apasionada, elegante al vestir, y alegre siempre.  Sólo en la agonía de pensar que Ado Sanz se ha ido de la vida terrenal, se comprende cuán profundo será el vacío en la pequeña pantalla.
Fue maestro de la improvisación y forjador de talentos, concibiendo a la radio más joven. Donde llegaba no había silencio. Ni en Radio Revolución ni en la Tele ni en la calle. Si fuiste exuberante al hablar, extraviando el sentido lineal de una entrevista; si con una metáfora salvaste minutos vanos de televisión, y con ella mudaste el idioma de la comunicación directa, fue porque nunca tu personalidad intelectual usó maquillajes.
Quien fragua un estilo propio de voz radial, gana detractores y seguidores. Pero tú ganaste más de los últimos. Los recuerdos tuyos construyen un camino hasta el corazón de la gente. Logran que te sientan cerca, aunque en realidad ya estás muy lejos.
Un millón de palabras no pueden hacerte volver a un set de televisión o a la cabina de tu emisora radial; pero el mejor público siempre hablará de tu presencia. Ve tranquilo, amigo, locutor, guionista, educador, director de programas de radio y televisión, hombre de luz propia. Tu vida consagrada nos honra.

Ado Sanz: Santiago llora




Reinaldo Cedeño
Lo veía ir y venir. Surcar la ciudad en dos ruedas. El saludo veloz. De la radio a las pantallas. De la pantalla a la radio. Emisora CMKC, Revista Santiago, un pase a la Revista de la Mañana. Y todavía más: una gala, un curso, un círculo de interés. No sé de qué estaba hecho, de dónde lo sacaron; pero la suya era una pasión irrefrenable. 
No olvidaré un instante en el mítico Cornito, en la tierra de El Cucalambé. Rodeado de amigos que no están. Con el filo de las palabras y la música; con el filo de los silencios, trazó Sandrita, la niña con alas, la historia de quien vino al mundo sin brazos. Dicen que la radio se escapa, que se va;  pero pudiera dibujar aquel documental ahora mismo. Pudiera darle tantos nombres. 
Acudí a él cuando propuse a la radio santiaguera, un pequeño programa: Cuerdas de mujer. Su breve tiempo, nada tuvo que ver con nosotros. Ado vistió mi idea con las suyas, sintonizó su espíritu. Guardo esas grabaciones, como se guardan las cosas queridas, junto a su respeto.  
Cuando en 2011, en el parque Céspedes, en el pecho mismo de la ciudad, recibí el Premio Cubadisco por las notas discográficas del álbum Veneración, Ado anunció aquel galardón. Nunca hubiera sido igual, sin su voz, sin su abrazo.   
Hizo de los estudios, su atalaya. Nos acostumbramos a verle ganar en cuanto festival participara. Ora como guionista, ora como director, o locutor. O lo que fuera. El premio era de Ado. Y lo sentíamos nuestro.  
Después de verle prendido a la máquina de escribir, a la computadora; después de verle conversar con famosos o  desconocidos; después de escuchar Supershow o Tridimensional, nadie se acordaba del ingeniero Ado Sanz Milá.  El comunicador lo había borrado.  
La vida le regaló páginas intensas. Otras, tuvo que arrancarlas. Su handicap era el pelo. Cuando querían subirle la parada, ya sabían el camino. 
Le vi sonriente junto a su otra mitad en la pantalla, Leticia Rodríguez. Tantas veces. Le vi demudado cuando anunció al país por la televisión, la huella inmisericorde del huracán Sandy. La ciudad tenía su rostro.  
Pudo caminar sobre las aguas, pudo volar; pero siguió subiendo y bajando las calles empinadas de su ciudad. Nunca desmayó. Nunca le faltaron palabras.  
Santiago lo llora.



jueves, 16 de abril de 2015

Playa Girón: la batalla inolvidable



Roberto Jesús Hernández Hernández
   Según se dice, caminar por la Ciénaga de Zapata es como hacerlo en varios países a la vez, debido a su variada naturaleza que fue escenario de la batalla de Playa Girón, aún nítida en la memoria de las heroicas fuerzas cubanas y de los mercenarios que sufrieron la derrota, hace 54 años.
   Al viajero que se adentre hoy en el mayor humedal del Caribe insular, pródigo en carreteras, modernos centros turísticos y establecimientos particulares, le cuesta imaginar el drama acontecido durante los combates que propinaron la primera gran derrota al imperialismo en Latinoamérica.
   Ni tan siquiera los libros más veraces logran plasmar todos los matices de aquella gesta, asegura Julio A. Amorín Ponce, historiador del municipio cenaguero perteneciente a la occidental provincia de Matanzas, y situado a más de 180 kilómetros al sureste de La Habana.
   Al decir del investigador, los aires de contemporaneidad de la zona se enlazan, en el imaginario popular, con el recuerdo de jóvenes milicianos que derrotaron al enemigo en menos de 72 horas, civiles destrozados por las balas, y el júbilo de los defensores al triunfar aquel 19 de abril de 1961.
   Incluso, más de cinco décadas después, se mantiene en secreto buena parte de la documentación oficial sobre el hecho, que tuvo su preludio en la Operación Pluto, plan de agresión organizado, financiado y ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
   Apenas cuatro meses después de la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba, decidida por Washington, desembarcó en la Isla la fuerza paramilitar con más de mil 500 hombres bien pertrechados, suceso que se explica a los visitantes en el museo local dedicado a la epopeya.
   Mercenarios pagados por el gobierno de Estados Unidos no tuvieron escrúpulos al violar convenciones internacionales, cuando usurparon las insignias de la fuerza aérea cubana, y utilizaron Napalm contra los combatientes, pese a estar prohibido el uso de esa sustancia, recuerda Amorín.
   Fotografías de la época inmortalizaron el coraje del pueblo de la nación caribeña guiado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, que se impuso a los planes foráneos de crear un gobierno provisional para subvertir el orden interno.
   Lo cierto es que el otrora rincón más olvidado de la mayor de Las Antillas, donde la gente vivía en condiciones infrahumanas, fabricaba carbón por míseros jornales y veía morir a sus hijos a causa de hambre y enfermedades, es en pleno siglo XXI más próspero que nunca.
   La Revolución que triunfó en 1959 preservó la belleza exuberante del paisaje cenaguero, pero cambió para siempre el destino de sus moradores ofreciéndoles una vida digna, que saben defender incluso en estos tiempos como antes lo hicieron en las históricas arenas de Playa Girón.