Aída Quintero Dip
¡Qué temple, qué gran patriota es Hugo Rafael Chávez Frías, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela! En los momentos más difíciles de su vida, la Patria primero, la Patria ante todo, cual guerrero invencible desafiando, perpetuando, legando.
Con el mismo coraje con que emprendió batallas definitorias en la ONU, en escenarios disímiles y en el propio país en defensa de la soberanía, la autodeterminación, la justicia, la equidad y los intereses más sagrados del pueblo, asume ahora un nuevo y crucial combate por la vida.
Es el retrato de un hombre excepcional, de una entereza proverbial, honestidad y responsabilidad ante su pueblo a toda prueba, que expone ante sus compatriotas y ante el mundo otra muestra de su estirpe moral, política y revolucionaria que no sorprende, pero conmueve.
Expresión de la integridad del presidente venezolano es el hecho de
llegar solamente a suelo patrio, procedente de Cuba donde recibía tratamiento por sus problemas de salud, a informarle a su pueblo de la nueva intervención quirúrgica, de los dolores que sufre, e incluso, de los riesgos que corre, independientemente de que los médicos cubanos harán todo lo posible para devolverlo sano y salvo a su nación.
Es como me dijo mi vecino Bismar, luego de conocer la intervención de Chávez por TV, “es un líder respetuoso de la Constitución de la República y de su pueblo, ha ido solo allí a comunicarle su nueva situación de salud, lo que habla de su valor, honestidad y transparencia y, sobre todo, de su compromiso y responsabilidad con el futuro de la Patria.
Al comentar el asunto, Xiomara, otra vecina del barrio, me confesó que le emocionaron sus palabras hasta las lágrimas, luego meditó que la enfermedad no podrá ante la grandeza del líder, su fe y optimismo, por lo que ella espera que vencerá esta batalla y seguirá adelante dirigiendo la gran Revolución en la nación de Bolívar.
La poetisa cubana Dulce María Loynaz había dicho: “Cada día me convenzo que el hombre de excepción de Cuba es Antonio Maceo”. Se podría decir lo mismo de Chávez con respecto a Venezuela, me recalcó Xiomara, en lo que yo coincido plenamente.
Aunque la espada del Libertador Simón Bolívar quedará en buenas manos, en un equipo sólido, fortalecido, que encabeza el vicepresidente Nicolás Maduro, y en una Patria más unida, y más segura de lo que quiere y de la soberanía que debe salvaguardarse a toda costa, Cuba está al lado de Chávez y junto a los venezolanos en esta nueva cruzada por la vida, en la que se emplearán seguramente todas las armas para coronarla con la victoria.
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