miércoles, 13 de agosto de 2014

Birán, camino de historia



Alfredo Carralero Hernández
   Asentado en las cercanías  de Cueto, en la oriental provincia de Holguín, se levanta el sitio histórico de Birán, Monumento Nacional, que por sus valores  naturales y patrimoniales trasciende en el tiempo y el espacio.
   Cada agosto es como un nuevo despertar en toda su geografía, porque las palmas, los cedros y las edificaciones  que lo distinguen, vuelven a revelar la intimidad patriótica de este lugar, donde nació el 13 de ese mes de 1926, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
    La fertilidad de las tierras, fueron quizás las bondades que más impresionaron a Don Ángel Castro Argíz, un ex soldado español, para asentarse en la zona y desarrollar los cultivos agrícolas  de la caña de azúcar, la rama forestal y la ganadería.
    Con esas propiedades naturales, casi exclusivas de la zona, el inmigrante se instaló como nuevo residente y desde 1915 comenzó a desbrozar los terrenos de la finca Manaca, a la cual le sumó otras colindantes hasta conformar su próspera hacienda.
   Años más tarde, fundó con la pinareña Lina, mujer muy humana y laboriosa, la familia Castro Ruz, de la cual nacieron  sus hijos: Ángela, Ramón, Fidel, Juana, Emma, Raúl y Agustina.
   Castro Argíz, oriundo de Láncara, en la provincia española de Lugo, en Galicia, había llegado a Cuba en su segunda excursión en busca de trabajo y de medios que les hicieran más próspera su vida.
   De ahí es que arriba a la zona, tras recorrer zonas de Camajuaní, en el centro de la Isla; Santiago de Cuba, en el antiguo Oriente, Guaro y finalmente Birán, en el actual municipio de Cueto.
  Su nombre, precisa un artículo publicado por la periodista holguinera María Julia Guerra, está ligado con Opiyelguobirán, deidad de las comunidades aruacas asentadas en Cuba antes de la llegada de los conquistadores peninsulares.
   El sitio histórico donde se asienta,  ocupa una superficie de 26 hectáreas, a unos ocho kilómetros del poblado de Marcané y sus instalaciones fueron construidas entre los años 1914 y 1917 del pasado siglo.
   Desde entonces, Birán sería ya el lugar y el sueño anhelado de Don Ángel y de Lina: vivir, trabajar y educar a la familia, en medio de un hogar con convicciones, arraigos y futuro.
   A los valores naturales y patrimoniales que le distinguen se sumó desde febrero del 2009, la tarja que lo identifica como Monumento Nacional, la cual se encuentra expuesta  sobre un tronco de la especie maderable Caguairán.
   Por todas las riquezas que guarda, el lugar se abrió  al público como museo oficialmente el dos de noviembre de 2002, con la casa familiar, entre sus mayores atractivos.
   A pocos metros unos del otro se conservan las instalaciones que conforman el sitio histórico, como los bohíos y el barracón de la comunidad haitiana, las viviendas de la maestra y de la abuela Dominga, el hotel, la pequeña escuelita,  la valla de gallos, el taller de maquinaria, el correo-telégrafo y el bar La Paloma.
   Desde ese emblemático paraje, la familia Castro Ruz cultivó por siempre la semilla de libertad de los cubanos, multiplicada cada 26 de Julio como aquella madrugada de 1953, cuando los muros del Moncada retumbaron tras las acciones de sus atacantes.
   Ese es Birán, la tierra natal de Fidel y Raúl, donde las huellas de amor por una causa justa y noble se agigantan y perduran entre quienes  aman la paz y odian las guerras en cualquier parte del planeta.    

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