martes, 8 de enero de 2013

La mejor ofrenda a Fidel y a su tropa rebelde


Aída Quintero Dip
Un pueblo más laborioso e inclaudicable y una ciudad cada vez más heroica y hospitalaria, es el mejor regalo que en nombre de los santiagueros me atrevo a ofrecerle al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y a su tropa rebelde, precisamente hoy cuando se rememora y celebra el aniversario 54 de su entrada triunfal a La Habana libre y soberana de 1959.
Interpreto el sentir de mis coterráneos al expresar que el compromiso supremo de los nacidos en esta legendaria tierra de historia y de titanes, es mantener la solidez ideológica como bandera, sin vulnerar un solo principio, como un bastión inexpugnable  donde se estrelle cualquier maniobra enemiga por destruir un proceso que tanta sangre ha costado.
Hoy cuando disfrutamos la libertad que llegó de los brazos de enero oliendo a pólvora e hidalguía con Fidel y sus valientes compañeros de armas al frente, tengo un recuerdo sagrado para los héroes y mártires, muchos de los cuales entregaron lo mejor de sus años a la causa, y otros ofrendaron lo más preciado por la soberanía de Cuba: su propia vida.
Tengo el orgullo de vivir como parte de un pueblo agradecido hacia quienes se sacrificaron a tan alto precio. Y como solo hay una manera de responder a ese gesto altruista, nos empeñamos desde comienzo del 2013 a cosechar logros en la educación, la salud, la agricultura, la industria, a pesar de los estragos del huracán Sandy; y en la defensa de la Patria, la mejor ofrenda que Santiago de Cuba, de tan rica tradición de lucha, puede hacerle al país.
Aún envueltos en la alegría por el influjo del Año Nuevo, en que hemos elevado nuestra autoestima en cada abrazo de felicitación, también nos aprestamos a dar el aporte que más apremie para perfeccionar la gran obra colectiva que hemos forjado, siguiendo las huellas de quienes dieron el primer paso en el largo sendero hacia la libertad.
Especialmente los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, el relevo que con tanto esmero se prepara en las aulas, para que nuestra bandera siempre ondee en lo más alto; tiene una deuda muy grande con quienes hicieron la historia y aún la engrandecen con su actuación, su ejemplo y magisterio.
Fidel y los líderes históricos de la Revolución cubana tienen motivos para sentirse orgullosos de los santiagueros,  en este enero, cuando la Patria celebra con la mirada puesta en el porvenir y el interés supremo de trabajar y luchar por que nuestro sui géneris proceso siga siendo irreversible y modelo parta el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario