martes, 10 de febrero de 2015

Cuba alcanzó la gloria, contra todos los pronósticos




  Todavía no lo creo. Considerado inicialmente por muchos como el equipo más débil de la Serie del Caribe 2015 de Béisbol, el de los Vegueros de Pinar del Río, de Cuba, se agenció la corona del torneo, no obstante haber clasificado con apenas un desafío ganado y tres perdidos.
  Y no es solo que se impuso el único elenco invitado a la cita, sino también la forma en que lo logró: viniendo de menos a más, ante la perplejidad de la inmensa mayoría de los aficionados que acudieron a disfrutar los desafíos, desarrollados en el Estadio Hiram Bithorn, de San Juan, Puerto Rico.
  Más sorprendidos aún quedaron aquellos managers contrarios que se extralimitaron al subestimar las potencialidades de los peloteros cubanos, fundadores de estas lides, de las cuales estuvieron ausentes durante más de medio siglo.
  En Cuba, escuchamos muchos comentarios -callejeros unos, especializados otros- que insistían en el bajo nivel del béisbol jugado en la isla mayor de las Antillas y, por lo tanto, no daban las más mínimas opciones de vencer a los pupilos de Alfonso Urquiola. ¿Qué dirán ahora? ¿Harán como el avestruz?
  Precisamente, la corona alcanzada por los Vegueros de Pinar del Río tiene mayor significado, si tenemos en cuenta que se trata de una armada no acostumbrada, en sentido general, al nivel de picheo de la Serie del Caribe, ni a las exigencias de entrenamiento que imponen las ligas profesionales.
  Aunque un peso importante de los héroes de las victorias cubanas lo tuvieron aquellos que han incursionado en el béisbol profesional -japonés fundamentalmente-, como Frederich Cepeda, Yulieski Gourriel y Héctor Mendoza, también las protagonizaron compañeros de equipo que deben su desarrollo a las series nacionales de la Isla, como Yosvani Torres, Norge Luis Ruiz o el aún más joven Liván Moinelo.
  Individualidades aparte, fue la victoria de un conjunto con “garra”, “amor a la camiseta”, “compromiso con los suyos”, cualidades que no aparecen en los manuales de las Grandes Ligas, sino en los genes de peloteros como los cubanos, esos por cuyas venas corre -más que sangre- béisbol.


Del blog Alasdecolibri |Foto: Roberto Morejón Rodríguez, enviado especial de la AIN



No hay comentarios:

Publicar un comentario