martes, 29 de septiembre de 2015

Cuide su corazón, no lo maltrate


Iris de Armas Padrino
  Los malos hábitos alimentarios, la ausencia sistemática de ejercicios físicos, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo, constituyen, entre otros factores, las principales causas para la aparición de enfermedades cardiovasculares, que cada año en el mundo cobran más de 17 millones de vidas.
  Si se mantiene esa tendencia ascendente, según estadísticas para 2030 más de 23 millones de personas fallecerán por ese motivo, enfatizó el Doctor en Ciencias Eduardo Rivas Estany, Presidente de la Sociedad Cubana de Cardiología.
   Cuba no escapa a esa realidad y cada 12 meses mueren por dolencias cardiovasculares un promedio de 20 mil habitantes, por lo cual los expertos insisten en la importancia de aplicar medidas para prevenirlas, comentó a la AIN Rivas Estany.
   La aterosclerosis, las enfermedades coronarias,  la cardiopatía isquémica y el infarto cardíaco se presentan cada vez en etapas más tempranas de la vida, en momentos cuando el individuo está en plenitud de su desarrollo laboral, lo cual tiene una marcada repercusión negativa desde el punto de vista social y gran costo sobre la economía, explicó.
   En tal sentido insistió en la necesidad de practicar hábitos saludables de alimentación, no fumar, crear espacios libres de humo, hacer entrenamiento  físico 150 minutos a la semana como promedio y también se pueden incluir los aeróbicos, el control de la presión arterial en el caso de los hipertensos y el de los lípidos en sangre.
   Todos debemos hacer ejercicios físicos no menos de tres veces a la semana, caminar, trotar, bailar, nadar y montar bicicleta para que suba la frecuencia cardíaca, recalcó el profesor Rivas Estany, también director del Centro de Rehabilitación del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular.
   Anualmente el 80 por ciento de los fallecidos por dolencias cardiovasculares se presentan en los países de mediano y bajos ingresos.
   Aunque la Isla tiene un esquema de salud del primer mundo, no escapa a esta realidad, por lo cual el Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre, llama a reforzar las medidas de prevención y extenderlas durante toda la existencia.
   Ello no es sólo un problema de salud pública, sino también deben estar involucrados los Ministerios del Comercio Interior, de la Industria Alimentaria y la Pesca, de Educación, el de la Agricultura, el INDER, las organizaciones y la comunidad, recalcó el profesor.
   Gracias al Programa Nacional de Rehabilitación, iniciado en 1989, extendido a toda Cuba hasta la Atención Primaria de Salud, los pacientes después del infarto cardiaco, que han recibido trasplante, cirugía cardiovascular, revascularización o con angina de pecho, la realización de esta práctica les permite vivir más años, con mejor calidad de vida y salud sexual, acotó.
   También se incorporan más temprano al trabajo y tienen menos ausencias, aseveró el eminente catedrático.
   A estos programas de prevención pueden incorporarse, además, aquellos con factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado y obesidad, para evitar el desarrollo de padecimientos cardiovasculares.
   Auspiciado por la Federación Mundial del Corazón, la fecha se celebra desde el 2000, con el apoyo de 120 naciones, y posee el fin de crear mayor conciencia en la prevención de males como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, puntualizó el catedrático.
   Cuba fue una de las primeras naciones incorporadas a la celebración de esta significativa efemérides, a partir de la alta mortalidad de las enfermedades cardiovasculares a nivel global y también de la prevalencia y la incidencia.
   “Elegir un corazón sano para todos en todas partes”, es el lema para la ocasión en este 2015, una oportunidad para que todos los habitantes del orbe participen en la mayor intervención contra las enfermedades cardiovasculares y se animen a reducir el riesgo promoviendo un planeta saludable.

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