jueves, 24 de julio de 2014

El nuevo centinela que le nació a Santiago de Cuba

  Aída Quintero Dip
  Una luz singular ilumina a esta ciudad hace hoy un año, cuando le nació otro centinela a la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, con el emplazamiento de una imagen gigante del Comandante de la Revolución Juan Almeida, a un costado del Teatro Heredia.
   Desde la inauguración, el 24 de julio de 2013, por el aniversario 60 de la gesta del Moncada, de la cual él fue uno de sus osados asaltantes, se siente más honrada la tierra que siempre lo cautivó y le entregó un especial cariño, piensa Enna Oliva, quien trabajó varios años a su lado.
   La representante de la filial de la editorial Pablo de la Torriente, en Santiago de Cuba, destaca que Raúl Castro señaló una vez que Almeida era el combatiente que más se parecía a Maceo, y ahora la historia los une en una plaza para orgullo de los santiagueros.
   Subraya que el guerrillero de la Sierra Maestra devenido uno de los héroes más queridos de la Revolución, se encumbró otra vez para darle la mano al valeroso general de las guerras independentistas de Cuba y ser un vigilante perenne.
   Como para acentuar la estirpe de Almeida, la obra lleva la frase Aquí no se rinde nadie, convertida en símbolo desde que la pronunciara durante el combate en Alegría de Pío, en diciembre de 1956, bautizo de

fuego del futuro Ejército Rebelde encabezado por Fidel Castro.
   Para el reconocido compositor Rodulfo Vaillant fue ideal colocar la imagen en un sitio emblemático de la cultura, con su  entorno patriótico y la ecuestre figura del Titán de Bronce,  ya que su legado va más allá de la lucha revolucionaria, al  incursionar en el arte como escritor y compositor musical.
   Almeida aportó a Santiago de Cuba todo su sentir creador, muchos de sus temas fueron hechos aquí y gracias a su apoyo, por ejemplo, reapareció la agrupación de Chepín Choven y se formó desde esta tierra la orquesta Irakere, dijo.
   El presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia refiere que con razón se afirma que Almeida como Heredia fue un cantor de la Patria, al poner  poesía en cada obra edificada y música para reflejar la alegría del pueblo.
   Juan Almeida Bosque es de esos hombres excepcionales, la bravura distinguió su impronta en el combate, fue nombrado Comandante en febrero de 1958 y cumplió, por orden de Fidel, la misión de organizar y dirigir  el III Frente Oriental Mario Muñoz, decisivo en la guerra y en la victoria.
  Al triunfo, en 1959, asumió nuevas responsabilidades como miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba  y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por la tierra santiaguera, a la cual se vinculó siempre quien relució en su pecho la Estrella de Héroe de la República de Cuba. 

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