Yainerys Avila Santos
De “pesito” en “pesito”, nadie sabe a ciencia cierta cuánto dinero gasta cada mes María en comprar cigarros; así, María a secas, que esto de que se conozcan sus vicios no la motiva mucho.
A los 15 años, cuando contrajo matrimonio con su primer esposo y el padre de sus dos hijos, ya esta mujer de la ciudad de Sancti Spíritus que hoy sobrepasa las seis décadas de vida, andaba “hacía un buen rato” con un cigarrillo entre sus dedos y, pese a que las promesas van y vienen, nunca lo ha abandonado.
Su mamá –que, por cierto, también se llama María- confesó a la ACN que minutos antes de dar a luz a su segundo niño, su hija solo le pedía encarecidamente un cigarro para consumirlo a escondidas de los médicos y desde entonces, sin importar los padecimientos respiratorios de su “pequeño”, él también ha fumado de forma pasiva.
María ha sido operada en dos ocasiones de diferentes dolencias: la última vez tuvieron que postergar varias veces su ingreso porque sus pulmones aún no estaban desinfectados; María tiene los dientes y las manos manchadas, su piel ha envejecido de forma acelerada y a ratos, se le escucha una tos persistente que, según ella, nada tiene que ver con su vicio.
Si a los “muchachos” y a mis nueras hasta les da el catarro más fuerte que a mí, esgrime cada vez que alguien intenta explicarle las consecuencias de una adicción que supuestamente ella no padece, puesto que a su juicio apenas son cinco, seis, siete… 10 cigarrillos diarios.
Se estima que el 24 por ciento de la población de Cuba fuma de manera activa, ¿será que acaso esas estadísticas contemplan, a su vez, al número creciente de adolescentes que lo hacen a escondidas de sus padres o por la curiosidad e irreverencia propias de la edad?
Este 31 de mayo, fecha en que la humanidad pide un voto de confianza para que los fumadores y el resto de sus habitantes puedan respirar un aire libre del humo generado por el tabaquismo, María ha obviado las múltiples promociones televisivas y radiales y hasta los reclamos de sus familiares.
Solamente en la mañana de este martes, María se ha llevado a la boca tres o cuatro cigarros, la cuenta –al final- la llevan sus hijos.
martes, 31 de mayo de 2016
Claves para tener pensamientos positivos
María Elena Balán Sainz
En estos tiempos
cuando existen tantas desigualdades sociales a nivel mundial y muchas personas
basan su comportamiento en la búsqueda
de lo superfluo, de la banalidad en sus caprichos, bien vale recordar que
existen pequeños detalles que complementan la vida.
Debemos ser
conscientes de lo bueno que tenemos a nuestro alrededor, ya sea un trabajo
adecuado, familiares y amistades que nos muestran su cariño, o la percepción
necesaria para encontrar lo hermoso en una puesta de sol, en la contemplación
de un paisaje, en el intercambio diáfano con otras personas.
Seguramente que
entonces seremos capaces de emitir sentimientos y pensamientos positivos con
mayor facilidad.
Es esencial para la
salud tanto física como mental sentirse bien, feliz con uno mismo, con lo que
se tiene y con quienes en la convivencia del día a día colman de cariño y amor
nuestras vidas.
Aunque no tengas
ganas, esfuérzate por sonreír siempre que puedas. Es un gesto aparentemente
insignificante, pero que te colmará de bienestar, y constituye una de las
claves más usadas para desarrollar el pensamiento positivo.
Ha quedado demostrado
por estudios científicos cómo las personas que nos rodean tienen más
importancia de lo que parece, por eso resulta conveniente rodearse de seres
felices.
Ese sentimiento tiene
relación con factores como la calidad de vida, la satisfacción en el trabajo,
las buenas relaciones sociales y familiares, de acuerdo con la citada
investigación desarrollada por las universidades de California y San Diego.
De ahí que se sugiera
vivir sin miedo, lo peor que pueda pasar
nunca es tan malo como piensas, siempre lo puedes gestionar y te servirá de
aprendizaje. Además se trata de vivir el día a día, no de lo perturbador que
pueda pasar y aún no ha sucedido.
El miedo es un
sentimiento negativo que aunque sirve de defensa, hay individuos que les dan
más poder del que realmente merece. De hecho, ¿cuántas experiencias negativas
luego, con la perspectiva del tiempo, han quedado en nada?
Inexorablemente, poco
a poco van quedando fuera de nuestras vidas personas que se van, sentimientos
que mueren, objetos que pierden valor y ante eso lo mejor es aceptar la marcha o pérdida, aunque sean dolorosas,
porque acatando las cosas tal y como vienen, podrás abrir un espacio a lo
nuevo.
Estudiosos del tema
señalan que dentro de los pequeños detalles que favorecen para sentirse bien
está el cuidado del físico, del entorno y del espíritu.
Por eso resulta
igualmente importante velar por la imagen que proyectamos ante los demás.
Siempre debemos
hacer un esfuerzo por pensar de manera positiva, para ver el lado bueno de las cosas e
incluso, los acontecimientos que no nos
agradan, en ocasiones nos sirven de aprendizaje.
lunes, 30 de mayo de 2016
Francisco Soto Hernández, otro mártir en el corazón de Cuba
Aída Quintero Dip
El combate de El Uvero, ocurrido el 28 de mayo de 1957, al sur del municipio
santiaguero de Guamá, tuvo el mérito de haber sido dirigido personalmente por
el Comandante en Jefe Fidel Castro y simbolizar la mayoría de edad del Ejército
Rebelde, según apreciaciones del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara.Con ribetes de leyenda legitimó la historia este episodio de la última etapa de lucha insurreccional por la libertad de Cuba, cuando un grupo reducido de hombres con más coraje que armas venció a un enemigo mejor pertrechado, que supo desde entonces que la intención de los rebeldes iba más allá de tirar tiros.
Para que el ataque al cuartel, situado en una colina, alcanzara esa posición de altura definida por el Che, hubo que lamentar la pérdida de valiosos jóvenes nacidos en el seno del pueblo y dedicados por entero a la causa revolucionaria.
Uno de ellos fue Francisco Soto Hernández, quien el primero de marzo del 57 acudió al llamado de Frank País y formó parte del primer contingente de refuerzo enviado por el líder clandestino a la guerrilla de Fidel Castro, que ya escribía historia de rebelión y bravura en la Sierra Maestra.
Soto Hernández había sido oficial de policía y lo licenciaron por expresar su simpatía con los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, cuando comenzó a conspirar de lleno contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Miembro del Movimiento 26 de Julio, el fogueado luchador cayó en combate cuando trataba de forzar una de las postas del ejército enemigo para dar acceso a los hombres de su pelotón al cuartel de El Uvero.
Había nacido el 17 de marzo de 1921 en el central Violeta, hoy Primero de Enero, en Camagüey, y vivió su niñez y juventud en el poblado de Cueto, en la antigua provincia de Oriente, el hijo de Tomás Soto y Rosa Hernández, naturales de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias.
Tuvo tiempo de aprender las primeras letras y el oficio de herrero, a los 14 años se inició como minero y ganó así sus primeros jornales. A los 18 años era barrenero en las minas, muestra de que no rehusó las faenas duras para abrirse camino en la vida.
Para Banes se trasladó en 1944, donde comenzó a trabajar como estibador de almacenes de víveres, y también allí conoció el amor, cuando se enamoró de Silvia Lidia Rojas Cruz, con quien se casó y como premio tuvieron una hija que nombraron Esther Francisca.
A solicitud de un pariente se marcha hacia La Habana y empieza a prestar servicio como policía, pero enseguida se insubordina, por lo que es encarcelado en La Cabaña y obligado a realizar trabajos forzados. Al lograr la libertad regresa a Banes donde se licencia e incorpora a los afanes libertarios.
Por su tradición de lucha, consolidada tras el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, esa localidad fue propicia para acrecentar el espíritu de rebeldía del joven Francisco Soto Hernández.
En esa tierra oriental conocían bien a su coterráneo Batista y sabían que este nuevo gobierno no les auguraba mejor situación, por eso cuando tuvieron noticias del ataque al Cuartel Moncada, admiraron al joven abogado Fidel Castro y a sus compañeros de armas, y se dispusieron a seguirlos.
El hijo de Tomás y Rosa comprendió que las acciones de la gesta del Moncada, como bien planteó Fidel, echaron a andar el motor pequeño que impulsaría el motor grande de la revolución, y él se prometió a sí mismo que sería uno de los que estarían en esa epopeya como protagonista.
Supo con amargura de viles acciones que dejaron el triste saldo de camaradas baleados, torturados o muertos, lo que no intimidó a los luchadores, por el contrario, los instó a continuar y cuando fue enviado el primer refuerzo hacia la Sierra Maestra, con orgullo entre los valientes estaba Francisco.
La historia de ese período en Cuba está enriquecida por muchos nombres, fundamentalmente jóvenes, que escribieron con su sangre una hermosa página de heroísmo, ejemplo para las presentes y futuras generaciones.
viernes, 27 de mayo de 2016
Mi cumpleaños con Fidel
Lubia Ulloa Trujillo
Aunque celebrar los aniversarios de vida es algo habitual, Crispín Vidaurreta Rondón recuerda con especial agrado el día que cumplió los 35 años, pues contó con las felicitaciones y la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro.
“El siete de mayo de 1989 sería para mí una jornada más de trabajo, el líder de la Revolución venía a Ciego de Ávila para chequear el avance del pedraplén que une tierra firme con Cayo Coco y yo era el funcionario del Partido que atendía a los medios de prensa”.
Al finalizar el recorrido por la obra nos dirigimos a la casa de
visita que estaba en la Isla de Turiguanó, allí prepararon una
merienda para todos y Fidel, tan comunicador como siempre, quiso compartir con los periodistas, dice Crispín, hoy al frente del departamento de Servicio Administrativo del Banco provincial de Crédito y Comercio.
El Jefe traía una lata de horchata en sus manos y comenta con el grupo que esa bebida refrescante era excelente tomarla con ron, fue entonces que un periodista le dice de mi cumpleaños, recuerda.
“Con la sencillez que lo caracteriza, Fidel me dio la mano y me
felicitó, y ordenó que prepararan la horchata con Havana Club para brindar todos, lo único que faltó fue una fotografía de ese momento”.
Recuerdo que cuando llegué a mi casa ya mi familia lo sabía y la contentura fue muy grande, el Comandante es un ser humano especial y para la mayoría de los cubanos es un orgullo contar con su presencia.
“Soy de los que piensan que Fidel está entre las más grandes personalidades del siglo XX y que en el XXI sigue haciendo historia por ser un hombre visionario y preocupado con el destino de la especie humana”.
Para él no hay un proyecto, del tamaño que sea, en el que no se empeñe con pasión, siempre va hasta el más mínimo detalle en busca de que todo salga bien, ese es nuestro Fidel, afirma este avileño con rostro orgulloso.
Su bien enfocado pensamiento ha estado dirigido a denunciar a la opinión pública mundial de las ansias de guerra del imperialismo, y a unir a la América Latina y el Caribe como una comunidad de paz, acota Crispín.
“En su intervención en la clausura del VII Congreso del Partido, en abril pasado, lo vi con una lucidez envidiable y con ese poder característico de atrapar a sus interlocutores para hacerlos reflexionar”.
El Comandante cumplirá el venidero 13 de agosto 90 años, ese día lo celebraré, trataré que sea con horchata y un traguito de Havana Club para brindar por los muchos más que le quedan por vivir, afirma Crispín.
Aunque celebrar los aniversarios de vida es algo habitual, Crispín Vidaurreta Rondón recuerda con especial agrado el día que cumplió los 35 años, pues contó con las felicitaciones y la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro.
“El siete de mayo de 1989 sería para mí una jornada más de trabajo, el líder de la Revolución venía a Ciego de Ávila para chequear el avance del pedraplén que une tierra firme con Cayo Coco y yo era el funcionario del Partido que atendía a los medios de prensa”.
Al finalizar el recorrido por la obra nos dirigimos a la casa de
visita que estaba en la Isla de Turiguanó, allí prepararon una
merienda para todos y Fidel, tan comunicador como siempre, quiso compartir con los periodistas, dice Crispín, hoy al frente del departamento de Servicio Administrativo del Banco provincial de Crédito y Comercio.
El Jefe traía una lata de horchata en sus manos y comenta con el grupo que esa bebida refrescante era excelente tomarla con ron, fue entonces que un periodista le dice de mi cumpleaños, recuerda.
“Con la sencillez que lo caracteriza, Fidel me dio la mano y me
felicitó, y ordenó que prepararan la horchata con Havana Club para brindar todos, lo único que faltó fue una fotografía de ese momento”.
Recuerdo que cuando llegué a mi casa ya mi familia lo sabía y la contentura fue muy grande, el Comandante es un ser humano especial y para la mayoría de los cubanos es un orgullo contar con su presencia.
“Soy de los que piensan que Fidel está entre las más grandes personalidades del siglo XX y que en el XXI sigue haciendo historia por ser un hombre visionario y preocupado con el destino de la especie humana”.
Para él no hay un proyecto, del tamaño que sea, en el que no se empeñe con pasión, siempre va hasta el más mínimo detalle en busca de que todo salga bien, ese es nuestro Fidel, afirma este avileño con rostro orgulloso.
Su bien enfocado pensamiento ha estado dirigido a denunciar a la opinión pública mundial de las ansias de guerra del imperialismo, y a unir a la América Latina y el Caribe como una comunidad de paz, acota Crispín.
“En su intervención en la clausura del VII Congreso del Partido, en abril pasado, lo vi con una lucidez envidiable y con ese poder característico de atrapar a sus interlocutores para hacerlos reflexionar”.
El Comandante cumplirá el venidero 13 de agosto 90 años, ese día lo celebraré, trataré que sea con horchata y un traguito de Havana Club para brindar por los muchos más que le quedan por vivir, afirma Crispín.
Ramona Curbelo: la preferida de Gastón durante cuatro décadas
Roger Aguilera
“ ¡Cuántas personas
han llegado a mi casa bien entrada
la noche para plantearme algo!
Con mucho gusto les abro la puerta e
invito a que se sienten. ¿Qué problemas
hay? Es una pregunta de oficio que siempre les hago.
“Entonces me han
hablado de preocupaciones que debieron
decir en la reunión de su circunscripción; pero obvio eso y empiezo a recepcionar sus criterios. Si son justos los tramito
hasta más no poder y si están errados les explico el porqué no proceden”.
Esa disposición
permanente, a cualquier hora y en cualquier lugar, de atender a sus electores,
es lo que ha hecho que Ramona Curbelo
haya sido electa delegada del Poder Popular durante 40 años en su natal Gastón, municipio
de Majibacoa, provincia de Las Tunas.
Son incontables
las anécdotas y momentos vividos por esta mujer
durante cuatro décadas, pero hay una que nunca olvida: el día que
Juan Marinello, la espirituana Lucía Perdigón y ella, presidieron la primera
constitución de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el dos de diciembre de
1976, en el teatro Carlos Marx.
La Perdigón y
Ramona eran las diputadas más jóvenes, con solo 19 años, y Juan Marinello, el
de mayor edad.
Ese día el Líder
de la Revolución Cubana, Fidel Castro, les pidió a ambas que ayudaran a Marinello a conducir la asamblea, porque este acababa de perder a
Pepilla, su esposa.
Posicionada
en la mesa de edades Ramona le dijo a
Marinello que alguien estaba pidiendo la palabra. “Yo no distinguía bien de quién se trataba, hasta
que se identificó: Blas Roca Calderío.
“Luego de la
primera jornada --recuerda--, los
diputados elegimos a la dirección del
primer Parlamento cubano: Blas Roca, como presidente; Raúl Roa, vicepresidente;
y José Arañaburo, secretario”.
Ramona no conocía
La Habana, provenía de una zona rural donde se desempeñaba en el área de recursos humanos de un distrito
cañero, aunque en una ocasión le dieron
la tarea de asumir la jefatura de una brigada de macheteros para que
incentivara la productividad del colectivo.
Ahora evidencia
una lógica transformación física, pero cuando
ríe y trata al prójimo es la Ramora de siempre, o Ramonita, como le
dicen sus compañeros y coterráneos.
“ Soy muy feliz
cuando en un camión o una carreta visito mis circunscripciones lejanas y
cuando se solucionan los planteamientos
de los electores”, dice Ramona, quien también es presidenta fundadora del
Consejo Popular de Gastón.
Pero confiesa
que su contagiosa sonrisa a veces ha
hecho mutis cuando no le transmiten
alguna preocupación, ya sea en la casa, en la calle o en cualquier lugar.
Entonces piensa: “¿Habrán perdido la confianza en mi?”.
Pero no es así, en el actual Segundo Proceso de Rendición de Cuenta de los
Delegados a sus Electores en el XVI Período de Mandato, fluyen los
planteamientos, unos se repiten, otros no.
“Aquí la gente no
pierde la esperanza de solucionar algo, quizás por que vive en un Gastón que no
es el mismo de antes; ya tiene fluido
eléctrico, escuelas primaria y de oficio, Secundaria Básica, centro
telefónico… Y sobre todo, confianza en
el futuro”.
viernes, 20 de mayo de 2016
Rolando Beltrán: maestro y Héroe del Trabajo
Aída Quintero Dip
Hace un año que la
estrella roja de Héroe del Trabajo de la República de Cuba honra el pecho de
Rolando Beltrán Hurtado, quien desde la Campaña de Alfabetización, en 1961,
descubrió el amor por la tiza y se ha consagrado tanto a su profesión que la
vida se le ha hecho un perpetuo magisterio.
Quién mejor para
merecer tan alto estímulo que este discípulo de José de la Luz y Caballero que, como muchos otros de sus coterráneos, ha
convertido en realidad la profecía del insigne maestro del siglo XIX: “Enseñar
puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”.
La estampa del
evangelio vivo es este hombre, para el cual el concepto de maestro es algo
mágico, que le sugiere, emociona y convida al compromiso y al trabajo sin
límites.
Campesino que labró
la tierra para vivir, recuerda que ayudaba a su papá en las faenas del campo en
Los Ramos Songo-La Maya, en la provincia de Santiago de Cuba, donde nació el
seis de octubre de 1946, pero aun así nunca dejó la escuela y a pesar del
cansancio iba todas las tardes a
estudiar.
A Beltrán le nació
el apego al magisterio bajo la influencia de muy buenos profesores que le dejaron huellas, al
revelarle el encanto de las primeras letras y los primeros números. “En la
memoria guardo nombres imprescindibles en mi formación como César Castellanos y
Liliam Pascual”.
La forja de las
nuevas generaciones le apasiona de tal forma que atesora 23 años de Vanguardia
Nacional, ostenta la Orden Lázaro Peña de II y III Grados, las medallas de
Proeza Laboral y por la Educación Cubana, y la Orden Frank País, entre otros
reconocimientos enaltecedores y ahora esta estrella que no cabe en su pecho.
Todo eso y más le
permite confesar: “Nada en mi vida tendría sentido sin la escuela, sin la
algarabía de más de mil niños y niñas que colman las aulas de saber y alegría.
El seminternado Abel Santamaría, de El
Caney, en Santiago de Cuba, que dirijo desde hace 41años es la mayor motivación
de mi existencia.
“Fui de los jóvenes
que respondimos a la convocatoria de la Revolución, en 1963, para hacerme
maestro, que como dijo José Martí es hacerse creador, y así pasé por Minas de
Frío, Topes de Collantes y Tarará, donde asimilé influencias de paradigmas en
la pedagogía como Rafael María de Mendive y Raúl Ferrer.
“Esos hombres
también han marcado mi actuación; merecí el Premio Raúl Ferrer, en 1998, por mi
trayectoria laboral en el sector, así como la distinción que honra al maestro
de Martí por mis años de servicios en un frente tan importante para el progreso
de la nación.
“No hay secretos,
sí consagración al trabajo, el amor con que asumo las tareas, el ejemplo
personal, cohesión de las organizaciones, respaldo de padres, madres y de la
comunidad y, sobre todo, contar con
buenos maestros y auxiliares”, expresa con felicidad en su rostro.
Su responsabilidad
en la dirección no le ha limitado impartir clases. De ello dan fe la condición
de Educador Ejemplar desde 1982 hasta hoy, cuando es máster en Ciencias de la
Educación, además de su asidua participación en eventos de pedagogía, en los
cuales ha expuesto experiencias de avanzada, aplicadas con resultados en su
centro.
Más que sus logros,
le estimulan los de su escuela, un modelo de la educación cubana, de
referencia, puntera en el cuidado de la propiedad social y fomento de parcelas
que complementan la formación integral del escolar, con un movimiento cultural
competitivo y promociones que superan los sueños.
Un hecho sui
géneris es el desarrollo por iniciativa propia del movimiento Seguidores de
Abel, que permite fomentar valores patrióticos y revolucionarios, y al cual
pueden aspirar todos los alumnos, pero merecerlo únicamente los más integrales
en el estudio y cumplimiento de las tareas pioneriles.
Abundan ejemplos de
la simiente de esta escuela como Migdalia Escudero, quien en el “Abel
Santamaría” concluyó con excelentes notas la Enseñanza Primaria y hace unos
pocos años regresó con nuevas alegrías y sueños: fue a defender allí su tesis
de Doctora en Ciencias Pedagógicas.
Como Migdalia hay
muchos profesionales que aportan en universidades, industrias, hospitales,
instituciones científicas, y no olvidan que allí adquirieron la primera luz de
las manos de muy buenos maestros sintetizados en la historia de Rolando Beltrán
Hurtado.
“Ese es el
más dulce premio a mi obra”, refiere este santiaguero que se siente más
comprometido por ser Héroe del Trabajo, condición que honrará como él sabe
hacerlo: en el pelotón de vanguardia con su inseparable seminternado, parte
gratificante de su vida.
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