Miriam
Prieto Carreras
Majestuosa, rebelde y heroica, necesaria e insustituible, Santiago de
Cuba fue, es y será inspiración de poetas, trovadores, músicos, patriotas,
intelectuales…
Orgullo de toda una nación, ha sido cantada,
pintada, narrada, y siempre, en el pincel, en el piano, la guitarra o la
palabra, queda el elogio.
El Apóstol
la ensalzó cuando en 1889 y sobre el poeta José María Heredia dijo:
‘’Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia: en la infatigable
Santiago…’’
La Patria toda, representada en Mariana,
la madre, la santiaguera, quedó para siempre en el verso vibrante de Manuel
Navarro Luna:‘’¡Es Santiago de Cuba! ¡No os asombréis de nada! ¡Por allí anda
la madre de los héroes! ¡Por allí anda Mariana! (…) Allí las madres brillan
como estrellas heridas y enlutadas. Recogieron el cuerpo de sus hijos
derribados por balas mercenarias, y, después, en la llama del entierro, iban
cantando el himno de la Patria (…) ¡Es Santiago de Cuba! ¡No os asombréis de
nada! ¡Los ojos de las madres están secos como ríos sin agua! ¡Están secos los
ojos de todas las mujeres!’’.
Cuna de mambises, de clandestinos y
guerrilleros, hay historia en cada rincón de su geografía, y hay historia en
aquel cuartel que derramó Revolución hacia
las casas, las calles, las montañas.
Enamorado de esa tierra fértil, Santiago de
Cuba resultó también inspiración para la palabra del Comandante Fidel, quien la
distinguió como ‘’ la ciudad que se convirtió en el
símbolo del inicio de la lucha revolucionaria en nuestro país’’.
De ella significó: "La
historia es sobradamente conocida. Ni
las armas, ni el tipo de las armas, ni la experiencia, y ni siquiera los
factores fortuitos acompañaron a aquel primer esfuerzo. Pero aquel primer esfuerzo significó un
camino que no se habría de abandonar después jamás; significó un camino que nos
ha llevado a lo largo de 14 años; significó el camino que abrió para el pueblo
revolucionario la conquista del poder.’’
Desde Santiago de Cuba proclamó al
mundo el triunfo de la Revolución Cubana y su certeza en la victoria
definitiva: ‘’ La
República no fue libre en el 95 y el sueño de los mambises se frustró a última
hora. La Revolución no se realizó en el
33 y fue frustrada por los enemigos de ella.
Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los
revolucionarios, tiene a los militares honorables. ¡Es tan grande y tan incontenible su fuerza,
que esta vez el triunfo está asegurado! Podemos decir con júbilo que en los
cuatro siglos de fundada nuestra nación, por primera vez seremos enteramente
libres y la obra de los mambises se cumplirá’’.
Y se ganó el territorio, no por casualidad, ni por capricho o simple elección, la designación de capital provisional de la República.
El primer día de la libertad, en el año 1959, el combatiente victorioso
explicaba: ‘’No se trata de halagar demagógicamente a una localidad
determinada, se trata, sencillamente, de que Santiago ha sido el baluarte más
firme de la Revolución’’.
Y entonces vaticinó lo que nunca dejará de
ser: ‘’ En Santiago de Cuba y en la Sierra
Maestra tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas’’.
Desde allí también Fidel acuñó
frases que marcaron esencias del proceso revolucionario cubano: ‘’Los hombres
mueren, el Partido es inmortal’’ o "Ser internacionalista es saldar nuestra propia
deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca
suficientemente capaz de luchar por sí mismo".
Pero hay un elogio en la palabra de Fidel
que es el mejor, el que enorgullece, el
que perdura, el que sella definitivamente la relación entre líder y pueblo, el que reconoce el valor, el
amor, la sangre derramada, el empuje, la
incondicionalidad y la confianza.
Al antiguo Ayuntamiento de la ciudad, al
Parque Céspedes, volvió en 1984 para entregarle a Santiago el Título Honorífico
de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo, y entonces se
escucharon las palabras de gloria:
‘’¡A ti te otorgamos hoy el título de Héroe
de la República de Cuba y la Orden "Antonio Maceo", aquel insigne
hijo tuyo que nos enseñó que jamás un combatiente cesa en su lucha, que jamás
puede haber pactos indignos con el enemigo, que jamás nadie podrá intentar
apoderarse de Cuba sin perecer en la contienda!
'' Tú
nos acompañaste en los días más difíciles, aquí tuvimos nuestro Moncada,
nuestro 30 de Noviembre, nuestro Primero de Enero. A ti te honramos
especialmente hoy, y contigo a todo nuestro pueblo, que esta noche se simboliza
en ti. ¡Que siempre sean ejemplo de todos los cubanos tu heroísmo, tu patriotismo
y tu espíritu revolucionario! ¡Que siempre sea la consigna heroica de nuestro
pueblo lo que aquí aprendimos: Patria o Muerte!
''¡Que siempre nos espere lo que aquí conocimos aquel glorioso Primero de
Enero: la victoria!
''¡Gracias, Santiago!’’
Ahora estará Fidel en su Santiago.
También agradecida, la tierra que tantas veces él reverenció lo acoge, la misma
tierra desde donde se inició el camino, la ciudad baluarte, y de Cuba, seguro y
para siempre, su mejor fortaleza.
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